EGIPTO | Excavaciones en la necrópolis de Qubbet el-Hawa
Arqueólogos españoles hallan una veintena de momias y un sarcófago en Egipto
Foto: Universidad de Jaén.
Se trata de la cuarta campaña de excavación de este equipo de investigadores que dirige el profesor de Historia Antigua de la UJA Alejandro Jiménez Serrano, ha informado la universidad en una nota.
Las principales joyas de este hallazgo arqueológico son una gran tumba, construida por un gobernador provincial de la XII Dinastía (1830 a.C.), y un sarcófago de madera en el que fue enterrado un personaje de alto rango.
También se han encontrado otras dos tumbas menores en el exterior del gran complejo funerario que este equipo excava desde 2008.
En total, en esta cuarta campaña arqueológica que se prolongará hasta el próximo 3 de marzo, participan diecisiete investigadores de distintas disciplinas y universidades (Jaén, Granada y Londres).
Escaneo de piezas en 3D
La formación de un equipo multidisciplinar "ha permitido no sólo centrarse en aspectos puramente arqueológicos o históricos, sino también desarrollar nuevas técnicas, como RTI o el escaneo de piezas en 3D, que ayudan en la lectura de los textos jeroglíficos con una mayor exactitud", explica Jiménez.El RTI o 'Reflectance Transformation Imaging' consiste en capturar la superficie de un objeto con gran detalle a partir de imágenes en alta resolución, un sistema que permite digitalizar documentos antiguos y facilitar su consulta por académicos de todo el mundo.
Esta es la primera vez que se combinan ambas tecnologías en un proyecto arqueológico, lo que permite que ya se estén procesando los primeros resultados en la Universidad de Jaén, "un salto cualitativo y metodológico que sitúa a esta Universidad a la vanguardia de las investigaciones arqueológicas en todo el mundo", destaca Jiménez.
Necrópolis de Qubbet el-Hawa
En los próximos días, los investigadores llegarán a los niveles más antiguos de la tumba, donde hay evidencias claras de la presencia de más cámaras "quizás intactas", apunta el profesor.La necrópolis de Qubbet el-Hawa en Asuán es una de las más importantes de Egipto, en la que desde la VI Dinastía (2250 a.C.) recibieron sepultura los más altos funcionarios de la provincia más meridional del país árabe.
Dada la situación estratégica de la zona, sus responsabilidades en las relaciones con el Desierto Oriental, las rutas de comunicación con el Desierto Occidental y, sobre todo, los contactos con Nubia -región situada en el sur del país y el norte de Sudán-, permitieron a estos nobles jugar papeles decisivos en las relaciones internacionales y comerciales de Egipto.
Por lo que se sabe hasta el momento, la necrópolis fue utilizada ininterrumpidamente desde la VI Dinastía hasta finales de la XII Dinastía (1800 a.C.), aunque hay tumbas y enterramientos de periodos posteriores.
Qubbet el-Hawa destaca sobre todo por la cantidad y calidad de las biografías de los personajes enterrados.
el dispensador dice: y la vida te va enseñando, siempre que estés dispuesto a entenderlo, que nada es como lo cuentan, mucho menos como lo escriben... las datas no coinciden, como tampoco lo hacen las interpretaciones... y allí aparece la reflexión, sencilla y de sentido, que lo traducido está lejos de lo verdadera circunstancia transcurrida en aquellas remotas antigüedades, tan distantes que para nada se acercan a los tiempos en que los antojos las ubican. Aquellas gentes tenían un distinto sentido de la Tierra y sus entornos espaciales, tanto como de los suelos y sus vibraciones. De allí la importancia de las ptolomeicas cuentas largas y de las ancestrales cuentas cortas, engranajes de observaciones y sentimientos, de sensaciones e instintos, donde la supremacía matemática formaba parte del espíritu y donde la geometría sostenía los vaivenes de las almas, sin tapujos y sin segundas intenciones. Por ello las ciencias ocupaban, en aquellos tiempos, el lugar que hoy se le destina a las paradas militares... entonces había mucho metro, mucha escuadra, mucho pié y otro tanto codo, plomada y angulación, deriva y ascensión recta... hoy apenas se cuentan los muertos y la capacidad de daño de artefactos que truncan los destinos a cambio de soberbias y de posesiones finitas, adueñamientos que caducan antes de llegar a ser en sí mismos reveladores de mejores tiempos y valores agregados. Hay mucho más Egipto enterrado que aquel otro "descubierto", el que aún estándolo (descubierto) sigue estando velado a los ojos de los apuros humanos de esta era... apuros que insisten en negar la estirpe humana de atlantes, lemures y pretéritos tan lejanos que ya no guardan eco alguno en la memoria de las tribus. El Sahara esconde aún a la verdadera humanidad, vestigios de la transplantada... pero el acceso al hombre está tan negado como aceptadas están su soberbia y su desprecio. Lo mismo sucede con los océanos del este o el oeste según el observador se pare... las profundidades conservan los sueños apagados de millones de personas que sucumbieron a un cataclismo global propio de las alteraciones cósmicas que avanzan sobre las pretensiones humanas... sólo que por entonces la historia incluía a todos, cosa que dejó de hacer desde Alejandría para aquí... burlando a la transmisión oral y al canto de los trovadores. No hay compás sin esfera como tampoco hay transportador sin ángulos... no hay ideas sin humanismo como tampoco hay ser humano sin él... porque los precios suelen ser muy altos, intangibles pero padecibles, impredecibles pero vivibles... y curiosamente, donde sucumben los destinos no comienza la historia verdadera, apenas comienza el esbozo de los recuerdos no considerados, esos que siempre contienen el sesgo de las inquietudes perdidas. Se puede apreciar por estas horas que el debate se centra en el fin del mundo y sus anunciantes inciertos, sin embargo el fin del hombre no es una cuestión de profecías, apenas si lo es de soberbias y desprecios. Excavar la historia y molestar el descanso de los pasados inalcanzables, sólo apura los presentes desconcertantes... no más que eso. Febrero 13, 2012.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario