lunes, 1 de abril de 2013

KHAY || Una nueva pirámide en Luxor » La Aventura de la Historia, revista de divulgación elaborada por expertos y catedráticos de prestigio

Una nueva pirámide en Luxor » La Aventura de la Historia, revista de divulgación elaborada por expertos y catedráticos de prestigio

Antiguo Egipto
Una nueva pirámide en Luxor
27 marzo 2013
Arqueólogos belgas del equipo conjunto de la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Lieja han descubierto la sepultura de un noble de la XIX dinastía

En egiptología, a veces sucede que se conoce a un personaje de renombre porque aparece mencionado en documentos diversos, pero no se conoce lo que para el antiguo Egipto era su monumento más destacado, su tumba.

Es el caso de Khay destacado personaje de la XIX dinastía de quien sabemos que llegó a convertirse en uno de los visires Ramsés II para Tebas, nada menos, y después en gran sacerdote de Ptah.

Mientras ejercía de visir fue el encargado de anunciar junto al príncipe heredero por entonces, Khaemwaset, las cinco primeras fiestas Sed de su soberano y, muerto el príncipe, hizo lo propio con la sexta.
Sus labores políticas explican que aparezca mencionado en informes económicos (como uno del tesorero jefe Suty) y en la correspondencia administrativa de la época (los obreros de Deir al-Medina le escribieron para recordarle amablemente que estaban recibiendo sus sueldos con retraso y él les respondió).
Además de por varias estatuas en el Museo de El Cairo, su importancia queda reflejada por su aparición en el santuario de Ramsés II en las canteras de arenisca de Gebel al-Silsila, junto con otros grandes personajes de la época. Esto es todo lo que se sabía de él hasta hace unas semanas, cuando el Servicio de Antigüedades Egipcias anunció que se había encontrado su pirámide.
Pero ¿cómo es posible que alguien, por más que fuera un noble, se enterrara bajo una pirámide? La explicación es muy sencilla. Tras el Segundo Período Intermedio,los soberanos egipcios se dieron cuenta de que, en cuanto el Estado central desaparecía, las grandiosas pirámides construidas durante el Reino Antiguo y el Reino Medio para enterrarlos se convertían en imanes de ladrones y saqueadores.

Para evitar el problema en lo posible, con la llegada del Reino Nuevo decidieron prescindir de un elemento tan conspicuo y llamativo como la pirámide, además de separar el lugar de enterramiento del templo donde se celebraba su culto funerario. De este modo pensaban que sus momias estarían más protegidas.
Para sus hipogeos eligieron el Valle de los Reyes y para sus templos «de millones de años» la linde del desierto cercano. Como cabía esperarse, los altos funcionarios se apresuraron a aprovecharse de esta «renuncia»a las pirámides por parte de los reyes para incorporarlas a sus tumbas en forma de pequeñas estructuras de adobes.

Pirámides que estaban coronadas por un pequeño piramidón de piedra, decorado con escenas divinas y el nombre y titulatura del difunto. La pirámide reconstruida en el cementerio del poblado de Deir al-Medina nos muestra el aspecto que pudo haber tenido la tumba de Khay cuando estuvo terminada.
No obstante, no es del todo cierto que los faraones prescindieran de la forma pirámidal para cubrir sus tumba; pues las tumbas del Valle de los Reyes están excavadas al pie de Al-Qurn, una de las principales cumbres de la cadena tebana cuya característica más destacada es que ¡tiene forma natural de pirámide! Y es que a los egipcios no les gustaba deshacerse de nada que hubiera demostrado tener utilidad ideológica…

Pero, volviendo a la pirámide de Khay, hay que decir que sus descubridores han sido los egiptólogos belgas del equipo conjunto de la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Lieja. La Misión Arqueológica en la Necrópolis Tebana (MANT) —comenzada por el difunto Roland Tefnin y hoy codirigida por Laurent Bavay (ULB) y Dimitri Laboury (UL)— excava, documenta y restaura dos importantes tumbas tebanas, pertenecientes al visir Sennefer (TT 96) y al visir Amenemope (TT 29).

Se trata de un equipo que ihace muy bien las cosas y, además de la restauración de las pinturas de las diversas tumbas en las que se encuentran trabajando (situadas unas junto a otras en el mismo punto de la necrópolis tebana), en su afán por conseguir la mayor información posible de su concesión han prestado un gran interés a limpieza de los patios de los hipogeos de cuyo estudio se ocupan. Fruto de sus esfuerzos, en el año 2009 ya dieron una alegría al mundo egiptológico, porque fue entonces cuando hallaron la tumba de Amenhotep, «ayudante del portador de los sellos» de Tutmosis III.

No se trataba de un monumento desconocido, porque la tumba había sido descubierta en 1880 por el egiptólogo sueco Karl Piehl; pero como a los pocos años quedo oculta de nuevo por la arena, se hallaba perdida desde entonces. Por desgracia, eso ocurrió después de que fuera visitada en numerosas ocasiones por ladrones y saqueadores, que arrancaron toda la decoración de sus paredes. Actualmente, sólo los brillantes colores del techo están bien conservados.

Este año del 2013 la aportación del equipo belga ha sido igual de espectacular, pues los trabajos en el patio les han permitido añadir un nuevo hipogeo al amplio inventario de tumbas tebanas, el del visir Khay.En realidad no se trata de su tumba propiamente dicha, por ahora es «sólo» la pirámide de adobes que la coronaba. El monumento, que tiene doce metros de base y una altura teórica de quince metros, ha sido identificado gracias a los fragmentos del piramidon que lo coronaba.
Habrá que esperar a sucesivas campañas para localizar la entrada a la tumba que se encuentra debajo (cubierta por una casa moderna) y penetrar en ella con la esperanza de que su decoración, en especial sus textos autobiográficos se encuentren en buen estado y nos proporcionen nuevos datos sobre este hombre que fue visir de Egipto durante una quincena de años. Allez les belges!
José Miguel PARRA
www.lahistoriaempiezaenegipto.com



el dispensador dice:
hay personas detrás de cada historia,
ninguna de ellas se inscribe en la historia,
hay anónimos detrás de la gloria,
permanecen desconocidos aún a pesar... de la historia...
hay nombres con rol preponderante,
hay otros que saltean sus vidas... sin atender nada de lo relevante,
pero las circunstancias indican,
que siempre hay alguien detrás de otro "alguien",
siempre hay un arriba detrás del "arriba",
siempre hay una referencia que se omite o se olvida,  
siempre hay un recuerdo que se quiebra y no se mira,
sin embargo la historia se observa en su día,
tal vez un ángel la tiene en su mira,
tal vez un pasado curioso hurga en dichas perdidas,
tal vez los ancestros revuelven sus giras,
todo lo que se vive... perdura eternamente...
como estela que guía.

siempre hay alguien detrás de la historia,
siempre hay alguien que se va si su gloria,
siempre hay alguien que no halló respuestas,
siempre hay alguien que dejó su oportunidad tras una siesta,
siempre hay alguien que acumuló soledades,
siempre hay alguien cuyos silencios fueron letales,
siempre hay alguien que pronunció lo inoportuno,
siempre hay alguien que nacio en plenilunio...
lo cual indica que fueron muchos los infortunios,
mientras las rutinas transcurrían... de junios a junios.

pasados los tiempos,
alguien revisa,
necesita ocuparse,
distraer su vida,
descubrir que hay algo,
bajo las arenas finas...
y allí se encuentran,
gentes que no tuvieron escribas,
gentes que no fueron nadie,
que anduvieron sin prisas,
porque vivir es de sabios,
lo demás es para risas...
ser un desconocido,
es angular en la sabiduría,
los que hacen ruido,
demandan miradas,
atenciones en ruinas,
el que se ocupa del otro,
y no del sí mismo,
termina desorientado,
tanto como perdido...
reclamando por todo,
aunque le sobren abrigos.

convergerán inteligencias,
descubriendo momias,
alterando tumbas,
descansos que alumbran,
aparecerán nombres,
nuevas estelas,
los escribas sabían cincelar las piedras,
pero también los había,
esculpiendo estrellas,
las rutinas se han perdido,
nada queda de ellas,
el valor agregado,
es una marca sin huella,
queda flotando y alguien se apropia,
las pirámides permanecen,
nunca se agiornan...
así de repente, un nombre aflora,
amanecen sus días... nuevas auroras...
alguien escribe y da forma a una historia,
lo que queda por detrás...
no guarda glorias,
eso es cuestión de hombres,
gastando sus horas.
ABRIL 01, 2013.-

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