miércoles, 24 de abril de 2013

MOLINOS Y VIENTOS ▲ Poesía contra los desahucios de la razón | Cultura | EL PAÍS

Poesía contra los desahucios de la razón | Cultura | EL PAÍS

Poesía contra los desahucios de la razón

El poeta, narrador, memorialista y ensayista ha dado su discurso durante la entrega del Premio Cervantes

"Hay que defender con la palabra contra quienes pretenden quitárnosla. Esgrimirla contra los desahucios de la razón"

"Una sociedad decepcionada, perpleja y herida por una renuente crisis de valores, tiende a convertirse en una sociedad renovada por su esfuerzo regenerador. Quiero creer que el arte también dispone de ese poder terapéutico"

"Decía Octavio Paz que con el Quijote empieza la crítica de los absolutos, comienza la libertad"

EL PAÍS-LIVE

El acto de entrega del Premio Cervantes 2012 al poeta, novelista y ensayista José Manuel Caballero Bonald ha vuelto a reunir esta mañana en el paraninfo de la universidad de Alcalá de Henares al mundo de la cultura, la política y la educación. Los asistentes al acto que en cada primavera se celebra en esta localidad madrileña han coincidido en saludar efusivamente el discurso de recepción del premio pronunciado por el escritor gaditano. Caballero Bonald ha hablado sobre todo de literatura. Eso, en cuanto a la forma. En cuanto al fondo, sus referencias históricas, políticas y hasta sociológicas han disparado sutiles y en ocasiones envenenadas flechas hacia todas partes. El autor de Sombras le avisaron ha hablado, claro, de Miguel de Cervantes y de su obra magna Don Quijote de la Mancha como piedra angular de la historia literaria en español. Y ha recordado con cariño y un discreto aire de nostalgia a aquel profesor de literatura suyo en los Marianistas de Jerez que un buen día, supo inculcarle la magia del Quijote.

José Manuel caballero Bonald ha querido insistir en su discurso en la gran injusticia histórica que “por culpa de la rutina y la ligereza" ha consistido en postergar y en ocasiones olvidar la dimensión poética de Cervantes. “Yo creo que solo un gran poeta pudo escribir el Quijote”, ha dicho el premiado. De hecho, el gran protagonista de la mañana complutense en Alcalá y, por extensión, del Día del Libro, se ha explayado sobre el arte de la poética en tanto que valor insustituible; “la poesía es un engranaje de vida y pensamiento”, ha dicho, tras recordar que los versos y su capacidad evocadora pueden llevar incorporada una dimensión terapéutica, y que incluso pueden llegar a funcionar “como la indemnización de una pérdida”; “la poesía”, ha añadido “reordena los extravíos de la memoria y nos los devuelve enaltecidos”.

La otra vertiente de su discurso se ha dirigido más a los ingredientes históricos que tienen que ver con el poder, sus excesos y la injusticia cometida contra los que no tienen o tienen demasiada poca voz. Porque José Manuel Caballero Bonald (Jerez de La Frontera, 1926) ha hablado también de la poesía como “una arma contra los desahucios de la razón”. En un discurso en el que ha revindicado alto y claro la permanencia y necesidad del pensamiento crítico en el seno de una sociedad protagonizada por la crisis de valores, el poeta y novelista ha hablado también de hogueras. Las que en diversos momentos de la Historia –y seguimos en ello- protagonizaron “los enemigos de la libertad, esos que recurrieron a la hoguera para quemar tanto a herejes como libros; la quema de libros no es más que una metáfora de la esclavitud. Y el conocimiento y la libertad son nutrientes complementarios que toda aspiración a ser más humanos”.

En lo relativo al poder terapéutico del arte, Caballero Bonald ha hablado de la historia como “lo que sucedió”, y de la poesía como “lo que debía suceder… así que la poesía puede corregir las erratas de la historia”.

La entrega del Cervantes en la universidad de Alcalá de Henares ha reunido a numerosos personajes del mundo de la literatura, tales como los escritores Antonio Gamoneda, Félix Grande, Ana María Matute o Benjamín Prado, los académicos Darío Villanueva o José Manuel Blecua, el director del Instituto Cervantes Víctor García de la Concha; políticos como Alfonso Guerra, Carmen Alborch, Miguel Ángel Cortés o Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid; músicos como Miguel Ríos o Luis Eduardo Aute y editores como Chus Visor. Todo ello en un acto académico bajo la presidencia de los Príncipes de Asturias, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy y el ministro de Cultura José Ignacio Wert.


el dispensador dice:
¿qué es exactamente la cordura?,
o bien, ¿qué es exactamente la locura?,
fronteras en herradura,
lo que no mata, cura...
¿cuál es la postura?,
¿deambular en la llanura?,
¿vagar en las alturas?,
¿qué es lo que apura?,
hay momentos en que la vida se satura,
pero hay otros en que los hechos trituran,
de allí que hay que tener frescura,
para enfrentar las censuras,
para ello es necesario la mesura,
distinguiendo a aquellos que viven de las rupturas...

curiosamente la cultura,
contiene ángulos de locura,
que al ser digeridos,
metabolizados, comprendidos,
se transforman en corduras,
que algún genio ha promovido,
movilizando lo que ningún otro ha visto,
asumiendo que nada debe ser tenido,
por aceptado o entendido,
hasta no verse extendido,
entre las orillas del camino...
¿distancias?,
¿elegidos?,
los dones permanecen retenidos,
hasta que los talentos se tornan fluidos,
desplegándose hasta producir ruido...

cuando el grupo, la tribu, el hecho social, trascienden sus propios sentidos del ridículo, asumiendo con humor aquello que naturalmente caracteriza el acto humano, se superan los miedos básicos y la dignidad de cada una de las personas se transforma en escudo, algo que los protegen de aquellos que viven del "qué dirán", de la chusma, del oportunismo mediático de los espacios públicos, de la negligencia común a los poderes, del desprecio afín a las soberbias, o bien de aquellos que por impericia o incapacidad, por obsecuencia o disfrazados de ansiedad, se convierten en una máquina de impedir...

para el ser humano, cualquiera, anónimo, desconocido, famoso, nada es más importante que su dignidad... la convicción, demanda educación, compromiso con el don, elaboración del talento, comprender que no siempre hay razón para dar una "razón"... pero ese mismo ser humano, digno, llega aquí en cumplimiento de una gracia, la de la vida, acompañado por un ángel de la guarda, y asesorado por una consciencia, algo semejante a un apéndice del Espíritu Santo que tiñe el aura, expresándose a través de los ojos del alma, un sentido casi no desarrollado por el ser humano de occidente, desconocido podría decirse...

aún teniendo su hogar, su casa, su techo, su lugar, su espacio, la humanidad de este tiempo está desahuciada, huérfana de valores, despojada sistemáticamente de sus esfuerzos, exhibiendo voluntades diezmadas por carencias inducidas por intereses y conveniencias que cercan la identidad de los prójimos, anulándola hasta agotarla, o bien, hasta disiparla...

los molinos y los vientos representan a las imposiciones que descienden desde los poderes (políticos o no políticos, también empresarios, también eclesiásticos, militares, docentes, etc.) y los estados ausentes, deformando los valores y habilitando a la frustración de los otros, en los otros... algo semejante a una maquinaria invisible que impide, colocando fantasmas en las espaldas de los prójimos, a efectos que estos se vean perseguidos por realidades inexistentes...

para imponer la vigencia de los modelos, se hace necesario que el ejemplo descienda... se difunda, se disemine a partir de la comunión de las convicciones, de los sentidos y las sensaciones...

todo indica que los supuestos "modelos" se han agotado... que el mundo humano se ve agobiado, por imposiciones que lo han violado (atropellado) restándoles derechos tanto humanos como ciudadanos... 

curiosamente... el humanismo guarda sus anticuerpos en la esencia de la cultura... la paciencia... la humildad... el sentido del anonimato... el saber preservar las esperanzas por sobre las desesperanzas impuestas... elevar la reflexión y extremar las geometrías del pensamiento... desplegar las velas de la poesía... hacer de las artes un escudo protectivo de las visiones íntimas... hacer de las ciencias un mecanismo que reúne a las consciencias, quebrando las impotencias inducidas desde y por las ausencias...

no es posible que el uno por ciento de la humanidad domine y esclavice al 99% restante... por ende, no es aceptable que los bancos sometan las voluntades de las sociedades humanas, recibiendo la derecha jurídica de estados con poderes ausentes... por ende, también, no es aceptable que las corporaciones decidan por sobre el destino de las personas, haciendo de estos (destinos) meros daños colaterales en hombres y mujeres descartables... esta visión medieval ha caducado... tal vez, nadie se ha dado cuenta aún... o quizás, ya son muchos los que han detectado esta nueva realidad... han hecho lectura de ella, asumiéndola como propia... de allí la indignación creciente diseminándose por el orbe humano...

esta paradoja histórica será corregida por un nuevo hombre y una nueva mujer en ejercicio de una nueva cultura... bajo un nuevo SOL... en una nueva TIERRA... porque jamás, por motivo alguno, debe comprometerse el mañana necesario de las personas, tampoco el de las tribus... ya que aquello que se derrama, terminará indefectiblemente convirtiéndose en rama (del árbol de la vida).
ABRIL 24, 2013.-

 

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