lunes, 13 de mayo de 2013

POR FUERA ► Asperezas de la piel - 12.05.2013 - lanacion.com  

Asperezas de la piel - 12.05.2013 - lanacion.com  


Diálogos del alma

Asperezas de la piel



Señor Sinay: No la niego, pero pienso que la cuestión de piel atenta a veces contra el esfuerzo por la comprensión del otro.
Joaquín Thibaud
RE:
De una manera sencilla e irrefutable, José Ingenieros (1877-1925) definió a los prejuicios como creencias previas a la observación. Filósofo, médico y psiquiatra, el autor de Las fuerzas morales intentó romper en su propia experiencia ese molde limitante. Aunque inscrito en el positivismo, no dejó de cotejar otras ideas e incluso varió y adaptó las propias con argumentos y sensibilidad a lo largo de su vida. La cuestión de piel, como la describe nuestro amigo Joaquín, es una forma del prejuicio que se quiere mostrar a sí misma como glamorosa o como una prueba del poder de la intuición. Basta con invocarla para negarse, en su nombre, a conocer personas, confrontar ideas, admitir culturas, nacionalidades o tradiciones. Por "cuestiones de piel" ha habido matanzas étnicas, genocidios, persecuciones religiosas e injusticias tanto en el orden público como en el privado. Y también se frustraron encuentros y relaciones, de todo tipo, que hubieran sido muy enriquecedores.

La cuestión de piel es una excusa para eximirse de pensar, para no esforzarse en escuchar, en salir de la trinchera de lo seguro y conocido. Una trinchera en la que se habita sólo con los que se consideran iguales.. Desde esta perspectiva se trata de una forma de pensamiento perezoso y restringido que, en definitiva, no ayuda a convivir. Sólo crea complicidades con las cuales sobrevivir.

Además de ser una manifestación de temor al otro, la cuestión de piel es, también, un modo de proyectar en aquel a quien se rechaza a un portador de características que el rechazador no admite como propias y se resiste a ver en sí mismo. Nadie está a salvo de sentir esa cuestión de piel, pero todo tenemos las herramientas para ir más allá de ella y averiguar por qué se produce, que es aquello del otro (u otros) que resuena en nosotros. Es una oportunidad de conocer a los demás y conocernos a nosotros mismos. Es decir, de no quedar encerrados en un mundo epidérmico. ß



el dispensador dice:
inclemencias del destino,
asperezas de la piel,
alma de papel,
lucha sin cuartel,
espíritu navegante,
horizonte deslumbrante,
cielo refulgente,
noche de estrellas... eternamente...

por fuera,
la vida se va esmerilando,
por dentro,
el alma se va aquietando,
¿para qué correr,
detrás de motivos que son tantos?,
¿para qué luchar,
contra la fábrica de desencantos?,
el éxito aparece de vez en cuando,
mientras que lo frustrante se repite...
hasta el hartazgo...
mientras el destino se va gastando,
sueles preguntarte...
¿hasta cuándo?...

observo rostros,
percibo abismos,
muchos espíritus se pierden... en ostracismos...
justificando la vida,
como si fuese un río,
mientras otros danzan,
entre hogueras de vanidades y desatinos...
hablan de paz,
afectos sin hilos,
cada vez que pueden... traicionan lo dicho...
palabras vacías,
miradas al vacío,
nada se encuentra en esos espíritus...
pasan de largo,
llevándose "alguito",
dan la espalda,
ante cualquier grito...

la piel se agrieta,
el cabello es blanco,
poco a poco la frente se va ampliando,
los ojos permanecen contemplando...
no encuentro cuerpos,
que quieran ser abrazados...
los afectos se pierden,
espíritus apurados,
prefiero la ausencia,
a ver cómo el entorno se va quemando...
me voy despacio,
testigo olvidado,
algún recuerdo ha regresado,
prefiero irme,
ya estoy cansado,
tanto mediocre suelto,
me ha agobiado...

la piel está áspera,
me he raspado,
el futuro me espera,
¿algo habrá cambiado?.
MAYO 13, 2013.-



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