LIBROS
Dos librerías cerraron cada día en 2014
Día 04/03/2015 - 18.02h
El informe del gremio de Libreros apunta a
que la crisis sigue implantada en el sector,
que pasó de facturar 870 a 707 millones
ABC
La visita a las librerías, una costumbre que decae
La venta de libros en España ha descendido un 18 % desde 2011, al pasar de 870 millones de euros a 707 millones la facturación anual de las 3.650 librerías que tiene censadas la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal). Esta entidad ha presentado hoy en Madrid el Mapa de Librerías de España 2014, según el cual 912 cerraron en 2014, aunque abrieron 226 nuevas. Las que más se han reducido son las grandes librerías, aquellas que superan los 1,5 millones de euros anuales en ventas, que han pasado de 40 a 29.
«Seguimos en crisis. Es preocupante que sean las librerías más antiguas las que desaparecen; la esperanza está en las más pequeñas», ha afirmado hoy la presidenta de Cegal, Pilar Gallego, quien ha confiado en que el Plan Integral del Libro y Fomento de la Lectura que presentarán en breve al Gobierno y que incluye un programa de ayudas sirva para impulsar el sector.
Sólo 29 librerías, el uno por ciento, supera los 1,5 millones de euros anuales en venta de libros, mientras que la mayoría se sitúa en una franja de facturación que va de los 30.000 a los 90.000 euros, lo que dibuja «una red de microlibrerías única en Europa, de negocios muy de proximidad», ha explicado Miguel Flamarit, director la empresa que ha hecho este mapa, BCC Consultors.
Estos libreros, que funcionan como «agentes culturales» en sus ciudades, recurren a la imaginación para frenar la sangría en las ventas: el 38 % acoge presentaciones de libros, el 22,8 % organiza cuentacuentos y el 16, 7 % hace actividades de animación a la lectura. «Hay acciones con mucha inventiva, como organizar obras de teatro 'amateur' con los lectores y rodar cortos», ha destacado Flamarit, lo que no ha impedido que se pase de los 757 millones en ventas de libros en 2013 a los 707 de 2014, una línea decreciente que se mantiene desde 2011.
El libro electrónico no parece ser la solución, ya que el 84,9 % de las librerías no lo vende, una cifra que no ha variado de forma ostensible en los últimos años. «Aquí la competencia maligna para el sector no es libro digital, sino la descarga ilegal, la piratería», ha apuntado Gallego. Del total de libros vendidos el año pasado, el 20,2 % era escolar, el 4,7 % universitario y fueron los artículos de papelería los que completaron principalmente los ingresos de la mayoría de los pequeños establecimientos, con un 24,2 % de facturación.
Las más numerosas son las librerías generales de proximidad (35,4 %), seguidas de las generales de fondo (27,9 %), especializadas (27,6 %) y generales con especialización, que suponen el 9,2 % de las librerías independientes cuya facturación de libros es superior al 50 % de sus ingresos, que son las recogidas en este mapa. De ellas, 103 se fundaron antes de 1940, por lo que Flamarit ha pedido para ellas «un homenaje, porque han pasado una dictadura y la Transición y siguen viviendo del libro».
En este aspecto, los años de mayor esplendor del sector fueron de 1980 a 1999, cuando se abrieron 1.151 librerías, mientras que después de 2000 la cifra se reduce a 728. El año pasado se dio la bienvenida a 226 establecimientos. «No es la euforia de los ochenta, pero siguen abriéndose, aunque también cierran muchas», ha dicho Flamarit, quien ha pedido «solidaridad» para con los libreros.
«En la historia de este país no han pasado unos años tan malos como éstos hasta ahora. La situación es difícil, pero hay que ser optimistas porque llegará un momento que se crecerá en las ventas de libros, ya que desde 2009 el descenso se han ido atemperando, y creemos que ese momento está próximo», ha añadido. Para apoyar al gremio, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha presupuestado 150.000 euros para modernizar las librerías,tanto en sus espacios físicos como en nuevas tecnologías, y ha creado un sello de calidad para estos establecimientos.
indudablemente, a nadie escapa que las nuevas generaciones cada vez leen menos, y si se le agrega de la contribución de los 140 caracteres y de otros valores desagregados por las redes sociales y las telefonías celulares, la cultura ha pasado a ser una gragea que amerita ser desdeñada para inmediatamente ser evaporada, de allí que la educación pública y privada esté como lo hace... degradada públicamente y reemplazada por mediatismos que cree que el conocimiento sólo se reconoce si hay un título mediante... y tal como te lo dije alguna vez, para no decir muchas, ningún es título es sinónimo de ciencia como tampoco lo es de conocimiento, apenas si sirve como justificación y/o como "pobre" argumento, que alimenta la soberbia académica pero que no implica de modo alguno que haya "capacidad de razonamiento"...
las librerías vienen siendo taladas al igual que la Amazonia... porque los libros son peligrosos y la cultura mucho más, porque hace que las gentes piensen y se den cuenta que están siendo estafadas por los estados ausentes y por los políticos negligentes, sin omitir que en la misma bolsa caen las corporaciones editoriales que favorecen la manipulación de las mentes y mucho más de las consciencias, incorporando supuestos best-seller´s como valor agregado, cuando en verdad los mismos sólo deforman el pensamiento humano...
extinguir las librerías es algo equivalente a quemar bibliotecas... pero esto no debe sorprenderte, porque forma parte de una estrategia política esgrimida por el nazismo y luego adoptada por muchos estados ausentes para limitar el uso y el ejercicio de las mentes... de allí que los mejores escritores permanezcan ocultos o a resguardo de la lectura social, porque ellos ponen en tela de juicio el negocio de destrucción diseñado por y desde las corporaciones, colaboracionistas de la degradación de la civilización humana a manos de un terrorismo intelectual que no está dejando nada en pié...
pero cuidado, esto mismo sucede con la pintura, con la escultura, con la música, con el teatro y con todo aquello vinculado con la legítima expresión humana, necesaria a los "futuros" de los que siguen...
se sigue focalizando el problema en lo económico a efectos de destruir lo que supuestamente produce pérdidas, sin reparar que en la medida que la cultura se limita, la que pierde es la sociedad humana en su conjunto, porque en verdad la cultura, sea leída, sea pintada, sea esculpida, sea musicalizada, sea interpretada, no tiene precio, y así debe ser, porque pertenece al ámbito de la consciencia y de la dignidad humanas. MARZO 04, 2015.-
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