DE TINTERO Y PLUMA DE GANSO
el dispensador dice:
tuve un sueño,
camino extenso,
por momentos polvoriento,
por momentos sediento de notas sonando desde lejos,
doble borde de casuarinas,
anunciando el sentido de los vientos,
como queriendo hablar,
como queriendo,
andando a paso lento,
viendo rostros atados a sus tiempos,
viendo espíritus pesar sus sentimientos,
viendo almas escapar de sus alientos,
viendo auras orar como pasatiempo,
entonces...
tuve un sueño,
navegando por un océano inmenso,
olas revueltas de climas inquietos,
subiendo...
ocupando suelos,
revolviendo arenas,
calentando abismos,
quebrando elementos...
dejaba flotar los sentidos,
desprendiendo los sentimientos,
interpretando el instante,
para guiar el velero,
barca que no se mueve,
se envuelve en el desconcierto,
cuando no se afinan los instrumentos,
la soledad se torna imperio...
entonces...
tuve un sueño,
donde nadie hablaba,
donde se guardaba silencio,
donde cada quien leía su propio pensamiento,
haciendo conjeturas,
sobre la imposibilidad de un mañana cierto,
caminando sobre las aguas,
flotando sin explicar el razonamiento,
suficientes argumentos,
para diferenciar los paralelos,
desde cualquier abismo,
hasta el mejor de los cielos,
donde abundan las sincronías,
se afinan los sentimientos,
y no hace falta decir nada,
porque se coincide en el logaritmo,
de la creación y su universo...
entonces...
tuve un sueño,
significancia de la tinta,
calidad del tintero,
sé es buen escriba,
cuando la caligrafía separa,
lo eterno de lo pasajero...
recuerda que la vida se escribe,
en un libro donde todo es eco...
cada quien es afinado,
según el diapasón que define su concierto.
MAYO 11, 2015.-
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