SIESTA DE CAMINO

Porvenir (Ameghino)
Pueblos BuenosAires

el dispensador dice:
de tanto variar,
me quedé dormido,
apoyado en una pared de la vieja estación,
desvencijado hastío...

la vida es una oportunidad,
cartel erguido,
demasiado bosque,
para tanto frío...

la vida es una gracia,
según tengo entendido,
ya no recuerdo quién,
pero alguien me lo dijo...

ví venir una lanza,
ataque de indios,
hablé en boleadoras,
disparando tilos...

enterraron sus lanzas,
se amucharon conmigo,
beber tranquiliza,
cuando el corazón está herido...

cuánta ignorancia suelta,
entre tanto ladrillo,
demasiada desidia,
y yo sin abrigo...

aquí durmiendo,
y sin testigos,
demasiado cansancio,
para cargar olvidos...

vi todo cerrado,
hasta el recuerdo mío,
mucho campo abierto,
y hasta el aliento frío...

duele la hipocresía,
como duele el cinismo,
sentí una flecha,
rozar el eco de algún sentido...

seguí vagando,
sin encontrar camino,
calles desiertas,
procesión de desatinos...

demasiada sombra,
para este hambre mío,
vengo de a caballo,
pero no he comido...

alguien tocó mi hombre,
pronunciando: "amigo",
era un paisano que tropezó conmigo,
mirando lejos no me había visto,
me sacó del sueño,
que me había traído...

de tanto tribular,
se quedó sentado al lado... como buscando abrigo...
se venía la noche,
y se olía a río...
me abrazó y simplemente dijo:
no sueñe más,
sé lo que le digo...
por estar despierto,
me quedé dormido,
y eso fue lo que me salvó de los indios,
levantó la vista y me miró fijo...
¿usted está loco,
o ha bebido?...
mire... respondí...
no tengo testigos,
pero tengo sus lanzas,
enterradas en el potrero contiguo,
¿cuándo pasó,
si aquí no quedan indios?,
también soñaban,
bebieron tilos...

a veces la vida salva,
cuestió de estilos...

si escribes al alba,
te inspira el amanecer,
que te lleva a tu propio camino...

pero ahora ya es tarde,
véngase a la pulpería,
una ginebra es buena... cuando hace frío...

me dolió dejarlo,
solo y perdido...
a veces creo... que estaba disfrazado... y era sólo un indio.
MAYO 27, 2015.-