sábado, 2 de mayo de 2015

DEUDA ► José Luis Gómez: “En España toca ya hablar de suicidio cultural” | Cultura | EL PAÍS

José Luis Gómez: “En España toca ya hablar de suicidio cultural” | Cultura | EL PAÍS



ENTREVISTA

José Luis Gómez: “En España toca ya hablar de suicidio cultural”

El actor y académico cumple 20 años como director del teatro de La Abadía, de Madrid, un espacio creado en la austeridad, que teme por la actual situación de la cultura



José Luis Gómez, actor y director de cine, fotografiado en el Teatro de La Abadía, de Madrid. / ALVARO GARCÍA (EL PAÍS)


Con la friolera de 20 años al frente de La AbadíaJosé Luis Gómezedificó ese templo madrileño, referente europeo, desde la austeridad. Hoy asegura que, de seguir los recortes, “toca hablar de suicidio cultural”. Cree que es tarde para bajar el IVA de espectáculos. Quien ganara el mejor premio de interpretación en Cannes porPascual Duarte en 1976, clama por un viraje a tiempo. Aprendió el oficio en un constante cruce de caminos que le llevó de la Francia convulsa de los sesenta a la Alemania deslumbrada por Bertolt Brecht y de ahí al Nueva York del método donde estudió con Lee Strasberg. Hoy es un maestro orgulloso de llevar teatro a un lugar de convivencia con la lengua como es la Real Academia Española. Aun así, no esconde su escalofrío ante la nevera cultural en la que se encuentra el país al que un buen día decidió regresar para sembrar.
 Pregunta. ¿Así que se formó, entre otros, con Lee Strasberg?
Respuesta. Casi después del premio en Cannes me fui a estudiar un año a Nueva York con él, como maestro, en el Lee Strasberg Theatre Institute. Fue muy comprensivo cuando me tuve que ir porque Adolfo Marsillach me llamó para trabajar en España: “Si en nuestra profesión un hombre no trabaja, estudia, pero cuando sale trabajo, no puede decir que no. Usted mismo. Good luck”, me dijo.
P. ¿Qué encontró al volver?
R. Que la visión del teatro era muy provinciana, cosa que ha cambiado mucho, para bien. Ahora hay espectáculos muy por encima de la media mundial. No es la regla, pero los hay. Tenemos que formar gente para hacer el teatro que se sueña y para ello necesitamos los mimbres, que son los actores, fundamentalmente. Había que revisar el oficio. Lo que yo traía, funcionó. Llegué ya maduro. Sufría querencia, nostalgia de país. Renuncié al nomadismo, a ciertas oportunidades.
P. ¿Al triunfo personal?
R. Tenía que repartir juego, eso era muy importante. Tocaba. Y en el fondo, a mí me convenía personalmente, apostar por este proyecto. Por un arraigo, en principio personal, que diera lugar a otro colectivo para este teatro. Empezando por la lengua.

Esperemos que Podemos se manifieste pronto sobre asuntos de cultura"
P. ¿Cómo experimentaba dentro de sí esa sacudida de diferentes bagajes?
R. Bueno. Yo quise en Estados Unidos empaparme de cierto realismo con Strasberg. Pero la madre del cordero está en Europa, yo creo. En lo desarrollado aquí y desperdigado por el resto del mundo. En La Abadía estamos en un momento de síntesis. Ahora nos hemos metido en lo que llamo el obrador del actor. Es tradición nuestra crear escuela. A la vista de la edad que tengo y del flujo de la vida, debo ser previsor. Quienes aquí han trabajado, deben hacerse cargo y por tanto iremos hacia algo más colegiado.
P. O sea, que no es usted de los que piensan que tras de sí, el caos.
R. No, no, aunque en política, más. No es generosidad. Es la vida personificada en nombres y seres humanos. Es el impulso de la vida y creo en él. Yo que era una persona muuuuuy exigente…
P. ¿Ya no lo es tanto?
R. Ya no. Si he sido duro, que Dios me perdone. Uno a veces exige a otras personas cosas que sólo uno puede hacer, por circunstancias, y eso es un grave error. En ese sentido, ya no soy tan exigente.
P. Ha dicho usted: “Que Dios me perdone…”. ¿Cree?

Si bajan el IVA, llegará tarde, no nos lo creemos además"
R. Soy un hombre creyente.
P. ¿En qué?
R. En que lo que llamamos vida que se manifiesta no sólo se debe a un impulso biológico, energético, sino que hay una razón última. Sí lo creo. El paradigma cristiano me parece extraordinario como ejemplo de amor. Es único.
P. En quien sí creen los políticos es en usted. Cada vez que entra un Gobierno en la Comunidad de Madrid, lo mantienen desde tiempos de Joaquín Leguina.
R. La Abadía siempre ha sido un proyecto compartido. Yo he tratado de ser leal, institucionalmente, fuera cual fuera mi opción por un partido u otro. Y he sido correspondido. Cuando estaba Joaquín Leguina decidí montar una obra de Fermín Cabal sobre la corrupción en la época socialista, Castillos en el aire, y envié el texto al presidente. No hubo problema. Con Esperanza Aguirre ocurrió un caso similar sobre una obra que se titulaba Terrorismo. Se lo advertí, me aconsejó que cambiáramos el título. No le hice caso y tendría que habérselo hecho porque aquello afectó al flujo de espectadores.
P. Lo que toca quizás es una obra sobre Gürtel o Bárcenas, ¿se la mandaría a Ignacio González?
R. Si la hubiera y fuera buena… sin duda.
P. Y si desembarca Podemos, ¿tocaría algo sobre Chávez?
R. Yo espero que Podemos se manifieste pronto sobre los asuntos de cultura. No hay un prestigio de país sin una cultura fuerte. En ese sentido, nadie ha hecho gran cosa. La pujanza del español está en manos de los latinoamericanos, por ejemplo. Estamos desperdiciando demasiadas cosas. Ojalá un partido con esas posibilidades aspire a un discurso cultural fuerte.
P. ¿Alguna idea que aportar?
R. Pues esa política de blindaje hacia el teatro que tienen en Alemania, por ejemplo. Para ellos, el teatro es la lengua, como ven que la misma lengua tiene capacidad de influencia, al teatro no se le toca. Es un cálculo que nos habla del valor cohesionador de la cultura. Si ese valor se hubiese impuesto en España desde hace siglos, quizás nuestras fuerzas centrífugas, fueran menores. Por otra parte, me permito recordar, con arreglo a los recortes de la cultura, aquella anécdota sobre el príncipe danés a quien en momentos de crisis le sugirieron cerrar bibliotecas. Esta fue su respuesta: “Somos pobres, no nos podemos permitir, además, ser tontos”.
P. ¿Y en eso, nosotros hemos sido muy, pero que muy torpes?
R. Siempre tuvimos medios escasos, el concepto que impusimos al nacer era austero. Sacar de la austeridad un proyecto rentable. ¿Qué ha ocurrido ahora? Que han tocado la línea de flotación y que con más recortes, nos hundimos. Hemos sentido un proceso de amputación.
P. Y ahora murmuran que si van a bajar el IVA para espectáculos. ¿Descaro electoral?
R. Llega ya tarde, no nos lo creemos además. No se ha retirado hasta ahora por no dar el brazo a torcer, por no reconocer el error. No veo la razón de seguir con ello, más cuando publicaciones pornográficas llevan un 4% y nosotros un 21%.
P. ¿Porque hablamos de Gobiernos que fomentan los instintos primarios?
R. Es posible. Ya digo: no se entiende. Más cuando con elementos de juicio vemos que estos ingresos no aportan gran cosa para el Estado. Hay bolsas donde se puede recaudar más. Estamos en una situación en la que en España toca hablar ya de suicidio cultural.
P. ¿Asesinato más bien?
R. Simbólico, pero asesinato.
P. A sus 75 cumplidos, ¿le queda algún gusto que darse encima de los escenarios?
R. Pues quizás hacer una Celestina. Puede que se dé pronto... Es, como dirían los ingleses, un must, algo obligado. Pero un must muy negro. Comparto con Juan Goytisolo que después de El Quijote, La Celestina es lo que viene. hay muchas cosas por descubrir dentro. Es la primera vez en literatura que se proporciona una rebelón para los de abajo, una rebelión luciferina, contra el orden impuesto.

el dispensador dice: el mundo humano está cursando una revolución cultural definida por la pérdida inducida por y desde los estados ausentes de derechos humanos, sociales e individuales... algo semejante a un cataclismo donde los intereses de unos pocos empujan a los muchos, a las tribus, a los intelectuales, a los creadores, a las sociedades en general a un suicidio asistido, a efectos de hacerlo aparecer como un "accidente"...

ése mismo mundo humano se ha rebelado contra estados que carecen de moral, de valores, de capacidades, y ciertamente, además, carecen de "hechos" que justifiquen su existencia como estados del derecho público... antes bien, los estados ausentes persiguen a los ciudadanos para facturarles por todo aquello que no le dan, que le dan a medias, o que le retacean a efectos de habilitar la corrupción paralela, creando un concierto que determina la presencia continuada de frustraciones encadenadas... o lo que es lo mismo, la mesa de cuatro patas de la cultura, que constaba de trabajo, techo, salud y educación, se ha evaporado produciendo una ecuación donde todos son huecos y donde las realizaciones personales son imposibles, ya que el sistema destruye a aquellos que "piensan diferente" a lo que determina el imperio... 

el planeta humano gira para un lado en lo sidéreo, pero es de órbita retrógrada en lo humano... es decir, va para el lado opuesto, como si la intencionalidad del imperio fuese hacer regresar a las sociedades a la edad de piedra que jamás existió... violencias... violaciones... palabras vacías... promesas huecas... ausencias... robos... asaltos... esclavitudes... denigraciones... desprecios... discriminaciones... secuestros... todo aquello que contribuye a denigrar la condición humana de los prójimos considerándolos basura... de un paisaje perfectamente diseñado por el imperio desde los escritorios magistrales de Bruselas, donde las recetas salvan a los victimarios para condenar a las víctimas, emulando los hechos de la Argentina infame de los años noventa, o de la Grecia actual... a la que saquearon mientras les servía a los depredadores... y a la que ahora acusan de deudas que jamás se contrayeron... intentando derruir la sapiencia de siglos que hizo de Grecia un polo del pensamiento humano...

para ello, el imperio acude a fórmulas magistrales que oxidan a los pueblos... que los carcomen al modo de un gigantesco Prometeo que permanece encadenado e inmovilizado para deleite de los carroñeros...

en este concierto desconcertante, el mundo humano está disolviendo sus hechos culturales uno tras otro... justificándose en el falso movimiento musulmán de un más falso yihadismo compuesto por un largo factorial europeo de frustraciones y atropellos... o justificándose en recetas económicas que carecen de sentido matemático y/o geométrico sociales, que priorizan todo lo que tiene precio, pero devorándose todo lo que guarda valor humano intrínseco para conferir sentido a la vida de cada ser humano dentro y fuera del gran componente social de la raza humana...

los hechos de España, eminentemente políticos sometidos a la ley del felpudo, propio de las obsecuencias y de la ausencia de convicciones, está conduciendo a un suicidio en masa al mundo hispano, intentando arrasar las bases culturales evolucionadas por siglos... cuyas bases no deberían ser puestas en cuestión y ni siquiera ser revisadas para análisis alguno, ya que contienen un sentido propio del conjunto social que las fue construyendo y ubicando en el lugar que han ocupado por tiempo, tiempos, y la mitad de este tiempo, el que cursa... por lo que el estado ausente intenta vaciar a las personas de motivaciones... hipotecándoles el futuro al quitarle cada una de las patas a la gran mesa de la cultura hispana... pero operando de manera semejante para la griega... la árabe... la tibetana... la británica... la francesa... o la que te guste o plazca... y la peor de todas las muestras es lo cursado por el imperio sobre la significativa cultura africana... apoliyada por la soberbia académica occidental que le ha impuesto el asumir la indigencia como una forma de vida... algo cursado también en la India... y hasta en la misma periferia de la China ancestral...

léase, el suicidio inducido que pretende imponer el imperio tiene caracter global, por ende alcanza a toda la raza humana por igual...

la sociedad humana debe entender que no puede permitir que el imperio se coma su razón social, su entidad social y tampoco su identidad social, por lo cual no se deben permitir ni aceptar discriminaciones ni tampoco persecuciones de índole alguna, ni económicas, ni laborales, ni tampoco culturales... porque el aceptarlo, el admitirlo, implicaría asociarse amigablemente al suicidio pretendido por el imperio que necesita subsistir mediante el sacrificio de los otros, los anónimos, los que no aparecen en la historia aún cuando son quienes la construyen rutinas mediante, los denominados mortales... ya que la clase política se asume a sí misma como inmortal, cuando en verdad es inmoral... 

la sociedad española no puede disimular que su propio estado intenta depreciar, despreciar y hasta ahogar una cultura que da forma al pensamiento de gran parte de la humanidad... 

cuando los estados hacen de la cultura una hoguera... lo que termina quemado son los mentores del desatino... porque el ser humano sin su componente de dignidad social, cultural y personal... es sencillamente nada... un autómata condenado a arrodillarse ante la voluntad de la política depredadora que alimenta a los intereses de los pocos en desmedro de las importancias que dan vida a los muchos. MAYO 02, 2015.-

la deuda política acumulada globalmente por una clase política negligente es de tal magnitud, que además de insoportable, es inadmisible.


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