PARAJE DE HUMEDALES
Paraje El Billar (Carlos Casares)
Pueblos BuenosAires
el dispensador dice:
no traigo botas,
traigo alpargatas,
de las buenas,
las de sogas...
y vengo caminando,
desde vaya a saber dónde,
donde la vida me dejó desubicado,
con lo puesto y desahuciado,
con espaldas,
sin pecado,
despreciado,
reputeado,
por haberme dedicado,
a ser persona... antes que felpudo deshilachado...
y me llegué hasta el cartel amarillo,
para saber que estaba en un paraje extraviado,
camino de humedales,
y entre ellos muchos patos,
de los silvestres,
y de los otros educados,
que nunca atienden silbatos,
para ser víctimas de los cazadores y sus disparos...
me reí de mí mismo,
por el camino largo,
media sombra,
ya cansado,
no sé por qué la vida hasta aquí me trajo...
suelo aparecer en los lugares,
donde alguien me anduvo nombrando,
y no puedo explicar cómo llego,
debo decir que vine caminando,
pero en realidad lo hice volando,
porque soy fantasma sin tiempo,
y las alpargatas me las regalaron,
para mi propio funeral,
para no enterrarme descalzo,
porque dicen que no es de buen gusto,
que el muerto se vea pobre en su tumba,
mucho menos en el umbral y su escenario,
donde el alma llega puntual,
acudiendo al viejo presagio,
de aquel que dijo que lo habían llamado...
me paré junto al arado,
que pecaba por oxidado,
me dijo: aún permanezco,
aquí, quieto, olvidado,
pero vos no tenés cuerpo,
y no andás como otros llorando...
respondí: es que ya estoy acostumbrado,
el cuerpo es lo de menos,
atrás me quedó la vida,
pero la memoria de mi karma la traigo,
entera y sin arraigo,
ahora salí a dar una vuelta,
y no sé por qué hasta aquí me trajo...
es algo que me quieren mostrar,
porque alguien dice haberme soñado,
debe haber sido pesadilla,
por siempre fui mentido,
y hasta por la espalda apuñalado,
pero no recuerdo, francamente,
que alguien me haya extrañado...
ahora estoy liberado,
tanto de suerte como de fracasos,
y aparezco de repente en el lugar que ando pensando...
creo que vine a parar aquí,
por los humedales y los patos,
me gustaba oler la distancia,
de la tarde cuando se va ganando,
pero te aclaro,
que llegarme no ha sido ningún trabajo,
ya que vengo invisible y volando,
he visto campos inundados,
mucha promesa suelta,
pero ningún resultado,
y no traigo promesas,
porque las supe dejar a un lado,
la primera vez que me engañaron,
y entendí que debía hacerme el disimulado,
y seguir andando,
como si nada hubiese pasado...
curioso dijo el arado:
¿permanecerás aquí,
o piensas seguir de largo?...
respondí:
yo ya no pertenezco a la tierra,
ni al aire ni a ningún lado,
así es que ando suelto,
de gracias,
de destinos,
de recuerdos,
aunque no de sueños reiterados,
así es que salgo a variar sin tiempo,
porque nada me ata al pasado...
así es que para serte claro,
me dispongo a seguir pensando,
buscaré otro paraje,
para ser fantasma de campo...
silencioso y repentino,
pero siempre dispuesto a dejar a alguno asustado.
MAYO 04, 2015.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario