Mujeres
Este espacio nace para contar los cambios que está aportando la mujer a un mundo en transformación, para detectar desigualdades y para albergar debates bajo esta premisa clave: una sociedad desarrollada y libre no puede funcionar si no permite idénticas oportunidades a la mitad de la población.
Hombres y mujeres sois bienvenidos.
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SOBRE LOS AUTORES
Tenemos diferentes puntos de vista, distintas edades, diversos perfiles. Somos un grupo de periodistas, especialistas y colaboradores coordinado por Ricardo de Querol y Ana Alfageme.
Poetas indignadas
Rosalía de Castro, una de las grandes voces femeninas de la poesía española.
La ciudadanía indignada ha votado ya en gran parte a favor del cambio y se respiran nuevos aires, ahora las poetas reclaman también un nuevo paradigma. Resulta que el fuego de la indignación arde en el mundo literario y en concreto en las plazas de la poesía, ese género que aún atesora las más altas cotas del prestigio, aunque sus lectores sean más bien pocos. La mecha, unas desafortunadas declaraciones del editor Jesús García Sánchez, conocido como Chus Visor, en las que aseguraba que la poesía española del siglo XX hecha por mujeres no daba la talla. “Lo siento, la poesía femenina en España no está a la altura de la otra, de la masculina”, decía en una entrevista publicada por “El Cultural” de El Mundo (26/06/2015).
Sabemos que la poesía no es precisamente una ciencia exacta, de ahí que cada cual pueda decidir a su antojo qué es buena o mala poesía. Habrá quien opine queEmily Dickinson era un genio o acaso una loca. Incluso hay quien se funde de placer leyendo a Rilke, mientras otros lo denostan. Para gustos colores. El editor en cuestión no se ha limitado a afirmar que Gamoneda no se entiende (que lo ha dejado bien clarito), sino que ha hecho una enmienda a la mayor, añadiendo: “No hay una poeta importante ni en el 98, ni en el 27, ni en los 50, ni hoy”. Duras palabras, aunque muy lícitas, que han encendido los ánimos de la comunidad poética femenina y a las que un grupo de mujeres poetas de la asociación Genialogías, que promueve el reconocimiento de la literatura escrita por mujeres, ha respondido con el manifiesto “¡Justicia poética ya!”, que recoge firmas a través de Change.org. Así que si crees que desde los hermanos Machado y compañía alguna hacedora de versos no lo ha hecho tan pésimamente mal, estampa allí tu firma.
En dicho manifiesto, firmado simbólicamente por María Aguerrida, se asegura que buenas poetas las ha habido, las sigue habiendo y las habrá, y se denuncia con datos de lo más ilustrativos un universo poético que en pleno siglo XXI chirría bastante: cuatro Premios Nacionales de Poesía concedidos a mujeres desde 1977, presencia ínfima en las antologías, falta de paridad en los jurados de los premios y,last but not least, el ninguneo por parte de algunos sectores masculinizados hasta el extremo y donde las mujeres brillan por su ausencia. Visto el poco eco que se les da desde que Ernestina de Champourcín y sus colegas féminas renegaran del término “poetisas” con que se las quiso despectivamente bautizar, es pues probable que lo que les suceda a algunos, incluido a Chus Visor, es que no las encuentren en las librerías.
El editor Chus Visor. / CRISTÓBAL MANUEL
Lo que es seguro es que ninguno de los que desprecia los versos que desprenden perfume femenino tiene en su biblioteca subrayadas y bien leídas ninguna de esas dos antologías esenciales para conocer la poesía española del XX escrita en femenino que son Las diosas blancas (1985) y Ellas tienen la palabra (1997). La primera es una antología de la joven poesía española escrita por mujeres y la segunda un repaso a dos décadas de poesía que van de Ana Rossetti a Ana Merino, por cierto ambas de demostrada solvencia poética. Lectores y lectoras de esas y otras muchas poetas es posible que sí sean en cambio las casi dos mil almas que hasta la fecha han secundado el manifiesto. Entre ellos se encuentran novelistas como Elvira Lindo, Andrés Neuman, Flavia Company y Milena Busquets, cineastas como Chus Gutiérrez e Inés París, fotógrafas como Ouka Leele y Colita, periodistas como Maruja Torres y Pepa Bueno o críticas como Mercedes Monmany. Y claro está una caterva de poetas indignadas y no precisamente nefastas: Juana Castro, Noni Benegas, Amalia Iglesias, Concha García…
Lejos de tratarse de un ejercicio de acoso y derribo a un editor esforzado, que arrastra un largo currículum de logros desde una editorial que ha sido fundamental para la construcción de un bagaje lector amplio y variado (pues ha publicado a autores que van de Rimbaud a Pessoa, de Novalis a los sonetos best seller de Sabina), esta pequeña revolución poética que ha incendiado este caluroso verano de 2015 parte de décadas de menosprecio y propicia un debate necesario, pues las cifras de infrarrepresentación femenina hablan claro. Ya en la segunda mitad del XIX poetas como Rosalía de Castro tuvieron que reivindicar su espacio a codazos; en los años 20 y 30 las poetas “sinsombrero” vinculadas a la República bracearon con energía; y entre los novísimos tan sólo se le cedió el paso a Ana María Moix. Pocas facilidades, a decir verdad, y mucho velado y no tan velado menosprecio.
En la polémica entrevista, Chus Visor insiste en que para él García Montero es “el poeta más significativo en España e Hispanoamérica de los últimos 20 años”. Una afirmación que me recuerda demasiado a la que hacía el otro día un conocido periodista cultural al que aprecio considerando a Vargas Llosa el mejor escritor vivo del mundo. Me temo que no, que aunque para gustos colores ni Vargas Llosa es la crème de la crème de la literatura ni García Montero el gran vate en lengua hispana, aunque ambos sean notables escritores, eso está claro.
En realidad, si tomamos distancia y nos hacemos con una objetiva visión de conjunto, salvando algunas voces imprescindibles que por razones varias (incluidas las políticas) han ayudado a construir nuestra idiosincrasia cultural y cuya huella permanecerá indeleble, la mayor contribución a la literatura española de la segunda mitad del XX la han hecho las mujeres poetas en su conjunto, no los epígonos de Valente o Gil de Biedma. Otro tanto ha sucedido en Estados Unidos con la corriente poética feminista a la que pertenecen Adrienne Rich y Audre Lorde. Charles Simic, quien estuvo hace poco recitando en Barcelona, es un poeta estupendo, pero su legado distará mucho del de ellas.
La poeta estadounidense Adrienne Rich. / CORDON
Y es que si, volviendo a nuestra tradición, pusiéramos a un lado del fiel de una balanza las aportaciones de las mal llamadas poetisas y al otro el de los poetas alfa, aquellas han ayudado mucho más a que nuestra cacofónica poesía avance. Son ella las que han ofrecido desde registros bien variados una nueva mirada sobre la identidad femenina, que es en realidad la gran aportación del siglo XX a la literatura en general. Negarlo es no haberlas leído o haberlas leído mal, con prejuicios de género. No temamos pues agitar las aguas para sentar las bases de un nuevo canon, alejado ya de caducos ecos patriarcales, que nos sirva realmente para construir la literatura del futuro.
Mª Ángeles Cabré, escritora y crítica literaria, dirige el Observatorio Cultural de Género (OCG). Acaba de publicar A contracorriente. Escritoras a la intemperie del siglo XX (Editorial Elba).
el dispensador dice: mirá, atendéme, no sé en qué momento se perdió el pensamiento filosófico... tampoco sé en qué momento se extravió el pensamiento lógico... se escurrió el sentido común... y la realidad se quedó sin ética, sin valores, sin esencias y sin substancias... desaparecieron los humanismos... y las artes comenzaron a padecer persecusiones y ostracismos... más aún, comenzaron a licuarse los intelectualismos, siendo reemplazados por confrontanciones, competencias y fundamentalismos... y allí se perdieron los sentidos, las fuentes, esfumándose la solidaridad de la tribu, la misericordia del pensamiento mágico y la compasión de ver en el otro, el espejo de uno mismo...
mirá... hay demasiada violencia porque las gentes andan frustradas de futuros hipotecados y endeudadas por bienestares innecesarios...
el hombre, el masculino, anda extraviado... deprimido... cercado por no comprender lo necesario que significa el hallar un "camino" donde se manifieste el don y el talento se haga trino...
el hombre ya no busca ni se encuentra en el tiempo perdido... nace apurado y muere sin haber vivido... creyendo que el sexo y el poder son los únicos ejes del destino...
mirá... hay demasiada violencia suelta porque las palabras carecen de sentido... se dicen... se expelen hacia la incertidumbre de la agresión sin tiempo... hay palabras pero no conllevan contenidos... son simplemente, sonidos... una especie de babelia afin a la tragedia que implica el verse "nacido"...
la mujer también tiene un papel de confusiones y confundidos... está atrapada por el "look" y la necesidad de ocupar el espacio que nadie le concedió y que al no encontrarlo, le produce la frustración del "haber venido" a un lugar que era el esperado ni tampoco el pretendido... y en la eterna confusión... la agresión se torna en respuesta a los vacíos... tema no menor a la hora de transitar los destinos... los colgados (en el árbol de la vida) y los escritos (en el libro de la vida)...
en realidad, hay una confusión de roles... y allí se licúan los compromisos... porque en verdad, nadie se pertenece más que a sí mismo y a su propio destino... siempre que reconozca el motivo... por el cual vino a parar a la Tierra... viéndose nacido...
mirá... la única manera de volver a las fuentes es poetizar el planeta, recreando el pensamiento positivo a partir del verso... ya que si no se piensa en verso, la prosa no encuentra lugar ni tampoco horizontes de caminos...
cuando el todo se torna utilitario, se compran y se venden las rutinas... y todo se vuelve falsa "patente" y propiedades de raros intelectualismos, afanados a pobres y perdidos, que por un pedazo de pan, entregan el pensamiento devenido a efectos de salvar la propia circunstancia, ésa de "verse nacido"... y todo el mundo parece obligado a ser esclavo de sí mismo... atrapado en una tela de arañas donde la rutina se lo va devorando segundo a segundo, negándole la gracia y el don recibidos por el simple derecho de declararse "nacido"...
mucho aborto para ningún destino...
mucha semilla sin encontrar su huerto elegido...
mucho árbol talado creando el calor de un cambio climático donde los extremos se traducen como imprevistos...
mucho hijo sin padres... y muchos padres que desconocen el significado de tener un hijo...
te lo repito, es necesario poetizar el pensamiento planetario... porque éste lleva a las matemáticas y a las geometrías del pensamiento lógico, esa filosofía cosmogónica que se ubica por fuera del momento vivido, constituyéndose en búsqueda del mañana necesario y del tiempo concedido...
te lo repito... hay una memoria del karma que occidente ha desconocido... y que al oriente se le viene escurriendo, pretendiendo occidentalizar la idea de lo urgido...
de hecho... sin poetas no hay humanismos... sin humanismos no hay tribu... y sin tribu el pensamiento mágico se convierte en algo tan retrógrado como un sacrificio...
¿dónde está Dios?... está diseñando un nuevo ser humano... que aprenda a valorarse a sí mismo... el que no ha nacido de madre, no sabe conceder valor ni honrar a quien lo ha parido... en el espejo mueren todos los egos, cuando el poema no ha sido escrito. JULIO 08, 2015.-
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