COLORADOS

Foto: Reserva de Fauna Silvestre Los Andes, Tolar Grande, Salta, Argentina. Ramón Esteban Medina

el dispensador dice:
mirá,
podría decirte que no me alcanzaban los ojos,
pero en verdad,
lo que no me alcanzaba era el alma,
demasiado color,
demasiada calma,
demasiada inmensidad,
tierras raras...

mirá,
podría decirte que estaba sobrecogido,
pero en verdad,
estaba absorto en las distancias de un mismo sitio,
tanta soledad cobijando ritmos,
tanto silencio de milenios perdidos...
suelos en los que nadie ha vivido,
se respira cielo y sé debe ser agradecido...

mirá,
creí haber escuchado a alguien,
una conversación de seres desconocidos,
demasiado invisibles para ser vistos,
demasiada paz... por eso te insisto...
es buena la soledad,
cuando el silencio es reconocido,
es malo mirar a los ojos,
echando culpas de lo vivido,
cada cual debe "deberse",
sólo a su propio destino...

mirá,
eran colorados los sueños míos,
como paleta oxidada por raros giros,
mucha pintura que nadie ha pedido,
mucho color arrojado hasta con estilo,
parecía tela pero no había río,
sobraba el hielo y también el frío,
no sé como explicarte los extraños motivos,
sólo sé que vine y lo demás es abrigo...

mirá,
me quedé parado como perdido,
sé que lo que se quedó allí era mi espíritu,
lo sigo esperando a pesar del frío,
el Sol pega fuerte y se ven sus hilos,
pero no quema las esperanzas,
ni tampoco a los elegidos,
por eso no he vuelto... no he querido...
los colorados me han podido,
capturaron mi alma...
y los demás... se han ido.
JULIO 29, 2015.-