ROSTRO EN ESPERA
Blas Durañona (25 de Mayo)
Pueblos BuenosAires
el dispensador dice:
llegué por causalidad,
tapera en medio del campo,
todo viejo... pero ordenado...
como soledad desplegada,
entre otoños de otros tiempos,
entre inviernos desconsolados...
me sorprendió la inmensidad,
de historias de anónimos,
desparramados,
gallos sin gallineros,
ocupantes de alambres atravesados,
sillas negadas,
como para quedarse parados...
aguas de lluvia,
tanques que se van ensuciando,
nada para beber,
más que la memoria de trajines quebrados...
ella estaba allí,
como pensando,
en silencio,
fumando,
mirada perdida,
tejidos apoliyados,
cuánto tiempo se nos fue,
mientras la mentira se iba apropiando,
de esfuerzos ajenos,
de voluntades destrozadas,
de futuros hipotecados...
no te creas que no lo sé,
no te creas que no me doy cuenta,
me hago el tonto,
para que no me vean llorando...
caminó como si oliera algo,
pero era su ángel que la venía empujando...
demasiada soledad,
adentro del rancho,
todo revuelto,
pensamientos desordenados,
sombras que se acuñan,
como monedas de emperadores romanos,
fronteras de alambres caídos,
y de otoños que vienen marchando...
miré alrededor,
demasiadas arrugas para un solo rostro,
y hasta el gallo cantando,
ella no podía verme,
porque soy un fantasma que fue negado,
envuelto por las traiciones,
y al fuego arrojado,
querían asegurarse,
que de muerto no siguiera respirando,
pero no se dieron cuenta,
que soy semilla de tiempos idos,
y de algunos que siguen rebotando...
no hay hoguera que queme,
la esencia de los futuros brotando...
te digo que ante tanta dejadez,
cerré la puerta y le eché candado,
para que nadie salga a quedar absorto,
ante tanta desidia envolviendo,
ante tanta miseria humana humeando...
me visitó entonces la idea,
de los cantos y los negados,
desde San Pedro,
hasta el Cristo usado,
y me quedé allí parado,
perplejo,
mientras aguardaba que cantara el gallo...
¿dónde quedó la cruz,
del Nazareno asesinado?...
mucha oración evaporada,
entre desprecios y odios brotando...
miré hacia lo lejos,
y el rostro se me apareció... regresando...
la memoria tiene sus cuitas,
y las cosas vuelven,
cuando se anda perdido,
entre sueños y pomelos naranjos...
sentí que no era pobre,
sino que la vejez me venía ganando,
te voy a entregar el cuerpo,
pero el alma me la voy reservando,
dije para mis adentros...
vine a vivir mi gracia,
porque el destino me lo han hipotecado,
nací en cuna vacía,
y hasta mi madre se llevaron...
como sea,
todo estaba ordenado,
demasiadas arrugas,
en un rostro detenido en el tiempo,
frío,
caliente,
congelado...
quieto,
ensimismado,
mirando hacia ninguna parte,
esperando,
¿quién se llevó el sueño?,
no vale la pena ni recordarlo...
los puntos suspensivos,
son lo único que tengo,
pero a pesar de todo,
sigo vibrando.
JULIO 24, 2015.-
no te creas que no te vi...
prefiero el silencio,
a andar suelto y hablando.
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