domingo, 27 de julio de 2014

EL EXILIO DE LOS SABIOS ▼ Algo huele a podrido en China | Actualidad | EL PAÍS

Algo huele a podrido en China | Actualidad | EL PAÍS

El cine chino ya no quiere callar

  • La censura a ‘Un toque de violencia’, la última película de Jia Zhang-ke, levanta a directores locales contra el Gobierno
El jurado de los premios del Sindicato de Directores chinos decidió declarar desiertos los galardones como protesta a la censura
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Una estatua de Mao Zedong en un fotograma de 'Un toque de violencia'.


CRÍTICA| 'UN TOQUE DE VIOLENCIA'

Algo huele a podrido en China

El cine de Jia Zhang-Ke posee acreditado vigor y su visión es cercana a la desolación



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Fotograma de la película 'Un toque de violencia'.
Los festivales de cine acostumbran a crear modas, duraderas o fugaces en función de la solidez o la perseverancia de lo que se intenta vender, restringidas generalmente a encontrarse con un público minoritario en el caso de que encuentren distribución comercial. Y en el caso de que esas películas festivaleras que la crítica ha decretado que son de imprescindible visión no se estrenen en las salas adquirirán condición de sagrado malditismo. Y a ver quien discute calificación tan prestigiosa entre el profano público si nunca van a tener la oportunidad de ver y juzgar esas presuntas obras de arte.
Estoy ligeramente despistado sobre la identidad nacional del cine que ahora destacan como ineludible, heterodoxo y enriquecedor. Creo que ya pasó la moda del cine iraní, al coreano y al japonés le queda poco, intuyo que actualmente los que molan son el rumano y el filipino. Sin embargo, el esplendor festivalero del cine chino ha durado bastante tiempo. La culpa es de Zhang Yimou. No he vuelto a ver sus películas, recuerdo haberme aburrido notablemente con algunas de ellas y disfrutado con otras como “Semilla de crisantemo”, “La linterna roja” y “Ni uno menos”. Independientemente de su calidad artistica, al cine de Yimou siempre le benefició su fama de contestatario, la censura velada o explícita que aseguraban le vigilaba continuamente, su presunto sentido crítico a través de metáforas y simbolismo que volcaba sobre los desmanes del régimen de su país, la presunción de que su cine incomodaba y podía ser marginado. Todo ese conveniente bagaje de rebeldía se vino abajo al constatar que el gobierno de su país le había encargado que dirigiera la ceremonia de inauguración en los Juegos Olimpicos de Pekín.
Si la fuerza expresiva de Yimou no atraviesa sus mejores momentos y su labor de Pepito Grillo ya pertenece al pasado, el cine de un director como Jia Zhang-Ke, que podría ser considerado en cuanto al prestigio como el sucesor de YImou, posee acreditado vigor y su visión de los infinitos progresos y del bienestar colectivo que trata de vender el gobierno de su país es cercana a la desolación. Recibe reconocimiento y premios en Occidente, pero en China le vigilan con cien ojos y han prohibido la exhibición de “Un toque de violencia”, su última y perturbadora película.
Y es repugnante esa censura, pero tiene su lógica. La sensación del espectador de que algo huele a podrido en el país que perpetró la sangrienta y terrorífica Revolución Cultural con el supuesto propósito de crear el hombre nuevo, la igualdad, la justicia y demás peregrinos conceptos es absoluta después de ser testigo de cuatro historias tremebundas que adaptan hechos reales. No hay un toque de violencia, sino que esta late en dosis abrumadoras en todas las situaciones que malviven los personajes y acaban utilizándola contra gente por la que se sienten agredidos y menospreciados o contra sí mismos.
Si en tres de esas historias los nuevos mandarines podrían aducir que sus protagonistas son unos tarados perseguidos por la desdicha, en otra que nos cuenta como un perdedor que maldice en plan kamikaze contra la corrupción total del sistema, la división de clases, la rapiña bendecida por el poder, y perpetra la matanza de sus envilecidos jefes, es normal que el régimen se sienta identificado con el siniestro estado de las cosas que retrata el director.
Es una película densa, amarga, imprevisible dura e inquietante, que desmonta cualquier idealización del nuevo mundo que han creado los pragmáticos herederos de Mao. Su atmósfera es malsana y sofocante. El cine de Jia Zhang- Ke puede tener una carrera accidentada en China si se empeña en seguir siendo realista.

UN TOQUE DE VIOLENCIA
Dirección: Jia Zhang-ke.
Intérpretes: Jiang Wu, Meng Li, Wang Baoquiang, Luo Lanshan. 
Género: Drama. China-Japón-
Francia, 2013.
Duración: 130 minutos.
Un toque de censura | Actualidad | EL PAÍS

Un toque de censura

El veto abarca todas las áreas de la vida cultural del país





Fotograma de 'Un toque de violencia'.


La censura china es como el aire: no se ve, pero está en todas partes. La literatura, la prensa, el cine, la radio, la televisión, las artes plásticas, Internet. Todos deben someterse a unos dictados cuyas normas no se divulgan, pero que tienen efecto en cualquier área cultural. A escritores como Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz, o Liao Yiwu (El paseante de cadáveres) les ha costado la cárcel o el exilio. A otros, el que sus obras estén prohibidas en el país.
Organismos como el todopoderoso Departamento de Propaganda —tan secreto que ni siquiera cuenta con un cartel que identifique su sede enPekín—, la Administración del Estado para la Televisión, Radio y Cine —encargada de censurar la prensa y las artes audiovisuales— o la Administración General de la Imprenta y las Publicaciones —responsable de la censura de las obras escritas— tienen la última palabra sobre aquello a lo que los chinos pueden acceder y a lo que no.

Se decide caso por caso. Cada obra debe recibir su autorización
No hay un listado oficial y abierto sobre lo que está prohibido y lo que no, aunque las normas parecen haberse endurecido. Hay líneas maestras, que abarcan asuntos políticos —Mao Zedong, Tiananmen o el Tíbet son algunos de los tabúes—, cuestiones históricas, o temas considerados de mal gusto, en general relacionados con el sexo o la violencia. Pero se decide caso por caso. Cada libro, cada película, debe recibir su autorización.
No siempre es predecible el criterio: V de Vendetta se ha mostrado en la televisión oficial china sin cortes, y la serie House of cards ha recibido elogios del jefe de la Comisión de Disciplina del Partido Comunista, Wang Qishan. En cambio, series aparentemente inocuas como The Big Bang Theory quedaron vetadas.
Esta impredicibilidad es uno de los factores que más dificulta el trabajo de los creadores. Fomenta la autocensura, la forma más insidiosa de hacer callar. Yan Lianke, autor de libros como El sueño de la aldea Ding(publicada en España por Automática Editorial), ha hablado del “gran dolor de cabeza” de saber dónde está la línea entre lo aceptable para los censores y lo que no y hasta dónde se está dispuesto a negociar con uno mismo. Yan sabe de lo que habla. Novelas suyas como Wei Renmin Fuwu (Servir al pueblo) o Shouguo están prohibidas en China. Otras, como su último libro, Zhalie Zhi (La crónica explosiva) sí se han distribuido. Pero la censura ha dado órdenes a los medios de que no le den publicidad.
El que una obra esté censurada no quiere decir que no se pueda encontrar en China. Una censura activa genera una piratería floreciente. Se calcula que quizá la mitad de las ediciones de libros pueden ser pirateadas. Y las películas que no pasan la censura pueden encontrarse —y no necesariamente con menor calidad— en las tiendas de DVD. Un toque de violencia no se ha exhibido en China, y no está claro si lo hará. Pero el que quiera verla no tiene más que entrar en un establecimiento del ramo. Por una decena de yuanes (1,2 euros) podrá llevarse una copia.
...

el dispensador dice: tal vez el mundo no lo ha notado, tal vez los seres humanos andan demasiados ocupados, atrapados entre urgencias y apuros obligados por sus propias circunstancias... sucede que antes había sabios... personas "enviadas" para iluminar los tiempos de los otros... personas nacidas para contribuir a los humanismos... para sumar... para agregar valor a las consideraciones sociales... para nutrir las filosofías y las éticas... pero, sin duda alguna, algo quebró los tiempos... haciendo que los sabios no descendieran a la Tierra, o bien, haciendo que los que había se exiliaran en lugares inaccesibles... por un lado para salvaguardarse a sí mismos, e inmediatamente para salvar a sus convicciones y sus principios fundados en las "fuentes de la luz"... alguien podrá decirme que por algo se exilió el Da Lai Lama, huyendo de su Tibet amado... y en verdad ello no es casualidad porque se corresponde con las persecusiones chinas y los posteriores genocidios desconocidos y hasta omitidos en el occidente "urgenciado"... 

la realidad es que por aquellos lares de la muralla china y los comunismos para los pobres... desde hace tiempo suceden cosas que están reñidas con las sabidurías, los humanismos, la cultura y el socialismo necesario para habilitar a cada quien a "crecer" dentro de su propio destino... bien podría decirse que China cambió de emperador, pero los dramas de las gentes olvidadas (esas que las corporaciones de occidente nunca descubren y jamás ven, por ende nunca consideran) viene creciendo a pasos agigantados desde que el "partido" descubrió que los despotismos eran buenos y que las persecusiones eran mejores, ya que instalaban los miedos y por consiguiente diseminaban los silencios, entre los mortales claro está, habilitando a corrupciones para pocos (mucho para repartir)...

China se ha caracterizado por los sabios... pero ello pertenece a otra etapa de la historia, donde los iluminados iban y venían atravesando los espacios... tiempos donde China se distinguía por construir sapiencias, culturas y genios... un aporte silencioso al occidente siempre negado de sí mismo... un aporte indescifrable para el oriente donde, en algún tiempo, los sabios competían para nacer y dejar enseñanzas humanistas, nutrientes de antropologías necesarias a la subsistencia y a la convivencia...

China se caracterizó por una ciencia libre de patentes... ángulo que la distinguía, colocándola varios peldaños por sobre las demás ciencias... algo que en otros tiempos también había sucedido en Egipto, en las Américas precolombinas, y hasta en la India de los "terceros ojos" consumidos luego de la aparición de los británicos y sus mezquindades miserables... por entonces, vaya a saber cuando, los chinos sabios habían enseñado al mundo humano que las ciencias no se patentan y que las propiedades intelectuales no se condicen con los aportes sociales que los individuos nacidos de madre deben realizar para cumplir con los signos de cada destino... ya que cada nacido de madre está obligado por gracia y por consciencia a aportar valor a través de sus huellas y sus sombras, tema no menor a la hora de las inmortalidades y los karmas in memoriam...

a decir verdad, el mundo humano actual, el de estas mismas horas, asiste un modelo cínico e hipócrita de políticos donde uno, cualquiera, al darles la mano, debe inmediatamente contarse los dedos, verificar que aún tiene los ojos puestos, y que nadie se robó sus orejas... y en dicho esquema de manos estrechadas y abrazos falsos, la política mundial atrapada por el Alzheimer reinante en las corporaciones, sólo esgrime traiciones y mentiras que se van juntando al modo de una masa de hojaldre, capa sobre capa... donde nada es creíble... donde cada quien está librado a su suerte... y donde el planeta humano se ha vuelto invivible de tanta trampa junta... afectando a cualquier cultura...

la última vez que anduve por los Himalayas, allá por los años... pude apreciar, no sin espanto, que los sabios de los "terceros ojos" se habían esfumado... y no estaban por ninguna parte, tal me lo había dicho uno de los sacerdotes del Stupa del Itey... que ello sucedería entre la última década del Siglo XX y la primera del XXI, asegurándome que ello alteraría no sólo los equilibrios de la Tierra, sino además los de los espacios contiguos y lejanos, incluyendo en ello un SOL inquieto y otras alteraciones tanto o más peligrosas que aquellas... traducido, quedaban los mortales con sus pensamientos... pero los iluminados se habían evaporado llevándose sus veladores a cuestas...

ahora que recuerdo, aquel mismo sacerdote supo decirme que de vez en cuando, los sabios no descienden, por ende sus sabidurías se apagan para preservarse de las miserias humanas crecientes... permitiendo ello a que los aires se vuelvan densos, casi irrespirables... permitiendo ello a que las fuentes y sus esencias desaparezcan de la faz de la Tierra... permitiendo que los suelos se intoxiquen con los desechos humanos de los mezquinos sueltos... pero en aquella misma oportunidad, el sacerdote tibetano me dijo que me quedase tranquilo... que luego del doblez de los tiempos... todo regresa lentamente a su orden natural... 

me fui sabiendo que no iba a ver la salida... pero andando suelto por la Cordillera de los Andes he escuchado un murmullo, algo así como un coro oratorio de sabios ocultos en algún lugar... por allí... pero mi ángel me dijo que siguiera caminando e hiciera de cuenta que no había oído nada... así es que aquí estoy... viendo cómo las censuras están atropellando a las culturas humanas... viendo cómo las ciencias esconden y cultivan conveniencias... viendo cómo las corrupciones atropellan a las consciencias... es verdad... el SOL está inquieto, y ello responde a un sentido universal que anuncia los cambios por venir. JULIO 27, 2014.-

si dices que "amas", "amas" y no reclamas... caso contrario, eres una paradoja de tus propias palabras...


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