¿Es usted lector de novela negra?
Toma de otros formatos literarios y crea uno nuevo con rigor
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Uno de los tantos libreros instalados en el espacio de unos antiguos astilleros de Gijón hace esa pregunta a uno de los cientos de visitantes que, muy temprano, se han acercado hastala edición 27 de la Semana Negra. En pocas horas más serán miles, repartidos en la gran carpa de los encuentros o en las otras que también albergan conferencias, debates, presentaciones de libros, antes o luego de haber probado el pulpo de Mario o las costillas asadas de otro chiringuito. Este es un festival cultural me temo que más conocido en el resto del mundo que en España y, aunque a algunos les pese, parte de la identidad cultural de esta ciudad asturiana.
El visitante consultado responde que sí, y agrega que es fan de Paco González Ledesma, y lo dice así, Paco y no Francisco, porque entre los grandes autores de novela negra y sus lectores se establecen complicidades, vínculos que superan los idiomas, las distancias y las realidades. Muy cerca, un grupo de lectoras jóvenes rodean al británico Craig Russell, una de ellas hace espontáneamente de intérprete para las que no saben inglés, y entre preguntas sobre sus personajes le recomiendan un libro del italiano Pino Cacucci presentado el día anterior. Complicidades que se dan en torno a este género que goza de millones de lectores.
Hace muy poco, en una ciudad Italiana charlaba con el mexicano Paco Ignacio Taibo II, fundador de la Semana Negra, buscando un porqué cartesiano para la popularidad del género. No llegamos a más que una conclusión y es que la novela negra ha incorporado a la literatura el amplio territorio de la ucronía, ese “¿y si las cosas fueran o hubieran sido de otra manera?”.
El inolvidable e imprescindible Manuel Vázquez Montalbán, al que se ha rendido homenaje en esta Semana Negra, solía decir que la novela negra retiraba el manto de secretismo del poder y lo dejaba desnudo, expuesto a la vista de los lectores, en una suerte de dulce venganza literaria, y vaya qué grandes desquites ha ofrecido la novela negra.
Hace treinta años el argentino Rolo Diez publicó Vladimir Ilich contra los uniformados, una novela pletórica de fuerza y de ternura en dosis perfectamente equilibradas y que se transformó en un libro referencial y reverencial de la generación latinoamericana que padeció las dictaduras del cono sur, y unos pocos años más tarde el chileno Ramón Díaz Eterovic con La ciudad está triste, una novela muy negra que desnudaba la presencia omnipresente de la dictadura en todos los rincones de la capital chilena, y casi al mismo tiempo el uruguayo Mario Delgado Aparaín, con La Balada de Johny Sosa, alegraba la vida de sus paisanos con una victoria mínima, casi imperceptible, la de un hombre ingenuo enfrentado al poder dictatorial.
Juan Madrid fundó con sus obras la ética de la derrota, porque los personajes de la novela negra suelen ser grandes perdedores, ilustres perdedores en un mundo de “emprendedores” o de cualquier eufemismo con que se quiera llamar a los que dispuestos a pisotear la dignidad humana enarbolan las banderas del triunfo social.
Jean-Patrick Manchette, indiscutible inaugurador del noir francés, señaló que escribía inventando reglas para violarlas porque así era la vida en Marsella y no quería salir de ella. Y esta es otra de las características de la novela negra, que toma de otros géneros como la literatura de viajes, de aventuras, costumbrista o el policiaco-deductivo clásico, y con rigor crea un género nuevo y en constante transformación. Sin ánimo de excluir a nadie, se puede afirmar que la novela negra es un género ágil para lectores de mentes ágiles.
Una demostración de lo anterior es la obra del sueco Henning Mankelque, mucho antes de la irrupción del llamado boom escandinavo, tenía miles de lectores en el mundo hispanohablante. En La leona blanca el pretexto de un caso criminal que debe solucionar el comisario Kurt Wallender lleva al autor, a través de sus personajes, hacia la descripción más descarnada del odioso régimen del apartheid.
Me precio de ser lector y también autor del género, y no puedo dejar de mencionar una pequeña joya responsable de mi adicción a la novela negra. Hace más de treinta años que el mexicano Paco Taibo II publicóHéroes convocados, novela en la que un sobreviviente de la masacre de la Plaza de las Tres Culturas, inmovilizado en un hospital, en la fiebre real de la derrota y huesos fracturados, convoca a sus héroes literarios, a Sandokán, al conde de Montecristo, al Guerrero del Antifaz, para vengar a las víctimas de la represión. Y la verosimilitud de su ficción hace que el lector se sienta parte de esas huestes vengadoras.
Bienvenidos a la fiera ucronía, dicen los autores de novela negra, a ese territorio en que el griego Petros Márkaris, en su última novela, Pan, educación libertad, mueve al siempre desencantado comisario Jaritos por una Europa del sur hastiada de las troikas, y que regresa a sus viejas monedas nacionales en un salto atrás porque delante sólo está el abismo.
Aunque amenace lluvia, el público no deja de llegar a la Semana Negra. Siempre hay un espacio protegido que compartir con el español Juan Bolea, el argentino Juan Gasparini, la búlgara Boriana Dukova, la uruguaya Mercedes Rosende, entre tantas y tantos invitados. Y se habla de literatura, asunto algo inusual en los festivales literarios más formales, no en vano la Semana Negra empieza en el Tren Negro, y durante el viaje desde Madrid a Gijón los autores y autoras invitadas confiesan qué están escribiendo y hasta por qué están escribiendo.
Pero tal vez lo más significativo de la Semana Negra es que no solamente los escritores presentes hablan de libros y de autores. Entre un público de lectores activos hay quien pregunta si este año viene Fred Vargas, porque la autora francesa tiene seguidores fieles, otros mantienen la polémica que suscitó la publicación de la trilogía Millenniumdel sueco Stieg Larsson, cuya evidente calidad hizo ganar lectores a todos, y esa misma virtud lo exime de ser el responsable de la ola de autores escandinavos que, para bien y para mal, cautivaron a muchas editoriales españolas. Alguien dice que el islandés Arnaldur Indridason y el noruego Jo Nesbo deberían estar aquí, y un poco más allá otro asistente indica que a su juicio la mejor novela negra escandinava que ha leído la escribió un francés, Olivier Truc y recomienda con pasión la lectura de El último lapón. En la Semana Negra el intercambio de títulos y sugerencias es parte de la dinámica del festival.
El martes recién pasado, luego de la presentación de En cualquier caso, ningún remordimiento, última novela traducida al español del italiano Pino Cacucci, un lector comentó que para él era fundamental que se escribieran obras así, porque su percepción de la sociedad contemporánea le venía de leer novela negra, y agregó que de no haber leído a tiempo Sangre vagabunda, de James Ellroy, no habría conocido jamás la cara oculta de los Estados Unidos y la soledad del hombre frente al poder.
El cielo amenaza lluvia pero a nadie le importa y además en las carpas de los encuentros y las librerías la gente pregunta por los ausentes; ¿este año no viene Leonardo Padura? ¿Y Víctor Andresco no está en alguna mesa? Son lectoras y lectores fieles que acuden de manera informal a un encuentro libre de ceremonias excluyentes.
Cuando cae la noche y los autores que acuden por primera vez se quedan estupefactos ante el ritual del escanciador de sidra, comparten con los que recuerdan esa copas que bebieron junto a Donald Westlake, Andreu Martín, Alicia Giménez Bartlett y Jean-Claude Izzo. No falta el que alza una copa y bebe a la salud de Daniel Chavarría, Raúl Argemí, Laura Grimaldi y de todos los que han pasado por este festival que no tiene más norte que acercar libros y lectores.
Hace pocas horas dos estudiantes me preguntaron si podía presentarles a algunos de los autores que deambulaban entre el público. Así que busqué y les señalé a un hombre vestido de pirata y a otro con aspecto de inventor de máquinas del tiempo; ahí tienen a Carlos Salem, el de La maldición del tigre blanco, y a Alfonso-Mateo Sagasta, el autor de El reino de los hombres sin amor, les dije, y las vi dirigirse a ellos con entusiasmo de lectoras.
Curiosa semana es esta que se da frente al Cantábrico, porque tiene más días de los acostumbrados, y porque deja cada año un rastro de lecturas de las que siempre se sale mejor.
Un género que dejó de ser una moda
Con la locura nórdica en remisión y a pesar de la crisis, la novela negra sigue fuerte en España
Es el género más leído y triunfa con un variopinto conjunto de editoriales y autores
La novela negra en España vive una extraña situación. En medio de una caída generalizada de las ventas de libros que ha llevado al sector editorial a cifras de 1994, cada vez se publican más títulos, se estrenan más colecciones y se inauguran nuevos festivales alrededor de la ficción criminal. La novela negra nota la crisis y la caída de la venta de literatura un 17% pero no deja de ser el género más leído por encima de la novela histórica.
Los expertos coinciden en algo: esto no son los años ochenta, cuando la proliferación de títulos acabó por saturar el mercado
“En los últimos años ha multiplicado su presencia en las librerías españolas. La edición empieza a parecerse a la de otros países europeos, aunque aún estamos muy lejos de la diversidad y la cantidad que se publica por ejemplo, en Francia, los países escandinavos, Italia o el Reino Unido. El fenómeno no ha hecho más que empezar”, avisa Anik Lapointe, durante años responsable de la extensa colección Serie Negra de RBA, clave en España por el conjunto de autores publicados (Jo Nesbo, Denis Lehane, Ian Rankin o Philip Kerr) y la cantidad de clásicos reivindicados, y en la actualidad a punto de lanzar Salamandra Black para el sello con sede en Barcelona. Estas son dos de las grandes referencias, una por clásica otra por novedosa, de un género al que nadie da la espalda. Con la locura nórdica en remisión, cada editorial, por tamaño, gusto o necesidad, ha apostado por un modelo y el resultado es un panorama de autores de todo el mundo, de estilos variopintos y cantidad inabarcable.
Siruela destaca con su apuesta bandera por Fred Vargas y un fenómeno nacional como Domingo Villar. Tusquets edita al popular y reivindicativo Petros Márkaris, al siniestro John Connolly, al original mexicano Elmer Mendoza o al chino Qiu Xiaolong en una buena prueba de la globalización del género. La apuesta fuerte de Destino por Dolores Redondo, un gran éxito de ventas con sus dos primeras entregas de la Trilogía del Baztan, y de Maeva por Camilla Lackberg (que convierte cada entrega de su escritora Erika Falck en un líder en ventas) demuestran dos cosas: que el género tiene una fuerte influencia entre las mujeres, da igual lectoras o escritoras, y que el fenómeno best-seller no le es ajeno. Alicia Giménez Bartlett (Destino) y Assa Larson o Donna Leon (Seix Barral) son tres buenas muestras. La verdad sobre el caso Harry Quebert, (Jöel Dicker, Alfaguara, líder en ventas en 2013) o los libros de Lorenzo Silva protagonizados por Chamorro y Belilacqua son otros dos casos de éxito.
La elección de Roja y Negra por elthriller psicológico y lo anglosajón (Perdida, de Gillian Flynn como mejor ejemplo de todo lo hablado), Alianza Negra por valores sólidos (Adrian McKinty o Ben Pastor) y Alfagura por Jonh Banville cierran un panorama entre los grandes que se completa impecablemente con la constancia deRoca (Craig Russell o Elisabeth George), Navona y Ediciones B y los esfuerzos puntuales de Libros del Asteroide, Alba, Alrevés, Sajalin, Es Pop y otros. Todo esto sin olvidar a clásicos contemporáneos españoles (Juan Madrid, Andreu Martín, González Ledesma o Vázquez Montalbán) y extranjeros (Michael Connelly o Andrea Camilleri) que cuentan sus seguidores por decenas de miles y cada reedición como un éxito y a las nuevas voces (Carlos Zanón, Alexis Ravelo, reciente premio Hammett en Gijón, o Víctor del Árbol, entre otros) que tratan de ir más allá del género.
Los expertos coinciden en algo: esto no son los años ochenta, cuando la proliferación de títulos acabó por saturar el mercado. Ahora se ha creado una afición, que acude en masa a los grandes festivales como laSemana Negra, clausurada el pasado domingo, BCNegra o Getafe Negro y a otros más pequeños pero muy solicitados.
-.-.-.
el dispensador dice: hay gentes que necesitan leer, así como las hay que no quieren ver un libro, así como hay otros que los juntan en bibliotecas que lucen polvos acumulados, así como hay quienes consideran a ciertos libros como trofeos de guerra, así como hay quienes necesitan escribir para no ser leídos, como simple descarga de densidades rutinarias que van ahogando el ser hasta evaporarlo... pero hay quienes necesitan escribir para vivir... o para ser leídos... o para sentirse vivos... como sea, en este mundo demasiado globalizado, o lo que es lo mismo, demasiado empequeñecido... todo se ha vuelto una "urgencia" que ha ido envolviendo el planeta humano, apurando a los unos a que apuren a los otros, y así sucesivamente... indudablemente, no hace falta ser un genio para darse cuenta que a alguien le conviene que muchos anden por la vida aturdidos por los apuros, envueltos en urgencias que les exigen consumir lo que sea, antes que lo haga otro... raro este mundo humano... demasiadas pasiones mentidas y otras tantas no correspondidas... demasiadas traiciones regaladas entre palabras bonitas que encajan en los sentimientos de unos para ir en contra de los sentidos de los otros... demasiadas violencias alimentadas desde los medios editoriales, los televisivos, y ni qué hablar de la industria del cine que se ha quedado sin libreto, apelando a lo peor del ser humano para poder seguir vendiendo morbo sin agregar valor alguno... pero la humanidad de estas horas se ha acostumbrado a que le mientan, a que la atropellen, a la que asalten a la vuelta de la esquina, a que no le respeten los derechos ciudadanos ni tampoco los humanos, es decir ninguno de sus derechos, todos devorados por la sociedad constituida entre estados ausentes y corporaciones endiosadas, que ya sin fronteras ni banderas, se han ido comiendo los humanismos para reemplazarlos por apuros y otras urgencias...
el mundo humano, generaciones que se van acumulando y otras tantas que se van juntando, han ido aceptando, dando por bueno, que vivir de un modo "invivible" está bien, es bueno porque no queda más remedio que aceptar aquello que viene impuesto por reyes desquiciados, por democracias mentidas, por repúblicas atrevidas, por déspotas de conveniencias, por dictadores de conveniencias, que han creado un mundo tipo "hojaldre" donde las capas de abajo se van secando mientras que las de arriba permanecen húmedas, hasta que a alguien en el imperio se le ocurre un cambio de "masa", entonces se destruye el "hojaldre", reemplazándolo por otro, a efectos de evitar que las gentes se den cuenta que los están pasando por encima... mientras tanto el circo romano viste las rutinas que mantienen al mundo lo suficientemente aturdido como para evitar ser consciente de las aberraciones que les propinan desde el poder...
insisto con la figura del Alzheimer global de los poderes, incluyendo en ello los políticos, los militares, las inteligencias sin neuronas, las economías sostenidas en columnas de monedas quebradas (dólar y euro para que a nadie le queden dudas), los sacerdotes que se creen dioses porque no creen ni en Dios ni en ninguna de las escrituras, y desde luego, los representantes imperiales de las corporaciones que liberadas de los humanismos, mueven mercados impersonales que instalan zozobras sociales a cambio de precios de tapa... raro todo esto...
venía pensando en el tema de las novelas negras, que no es lo mismo que los negros en las novelas... sucede que la realidad actual supera cualquier ficción... y aquello que producía miedos debido a los terrores engendrados mediante pantallas de cines morbosos, ahora se ha traducido a las rutinas de las gentes, que asisten espantadas a humanos convertidos en dinosaurios carnívoros persiguiendo a otros dinosaurios herbívoros que no joden a nadie, pero sirven para saciar el hambre de los otros, enloquecidos, desesperados por envidias, soberbias, odios, y otras vanidades desquiciadas...
uno, como persona anónima, como ser humano que existe para pagarle los impuestos a los fabricantes de deudas, observa con estupor cómo las justicias se han vuelto tan injustas que salvan a los victimarios para inculpar a las víctimas por doble vía, como víctimas en su condición, y como víctimas de un sistema que termina de destruir al destruido, aduciendo razones de raros derechos humanos, donde lo malo es bueno y donde lo bueno es demasiado malo... extraño... real...
de allí que esté de moda que se mate a las gentes inocentes... de allí que se justifique que se asesine en masa a miles de inocentes mediante drones, misiles, bombardeos, o como sea... de allí que la juventud esté envuelta en drogas y alcoholes que les restan neuronas, dando lugar a un desprecio por la vida que asombra a cualquiera que aún conserve una pizca de sano juicio, una pizca menor de sentido común... todo ello mientras el poder político se lava las manos y justifica... todo ello mientras los jueces imparten injusticias aberrantes, pero universales... todo ello mientras las corporaciones se regocijan de haber construído un mundo humano totalmente descartable, a la medida de sus fines inescrupulosos...
hoy mismo, 15 de julio de 2014, Israel está haciendo mierda a las gentes inocentes de la Franja de Gaza, asegurándose (dicho sea de paso) de dejar vivos a los supuestos enemigos, ya que ellos habilitan a seguir con el discurso de la mentida paz y dicho sea de paso (también), a sostener en alto el negocio de la guerra que alimenta a varias bocas y a no pocas mentes, cada vez menos inteligentes... extraño... real... asqueroso... si dicho paisaje no es una novela negra, ¿qué lo es?... y el mundo sigue girando... y el Sol sale para algunos y se pone para otros... al tiempo que la historia va colectando desaparecidos por doquier...
en el medio de todo esto, y contrariamente a lo esperado por las corporaciones, todos y cada uno de los negocios que ellas mismas inventaron, se están yendo a la mierda por carencia de capacidades para prever el temible efecto de las saturaciones... en un mundo, otra vez, donde la realidad se ha comido a la ficción... para siempre. JULIO 15, 2014.-
¿dígame una cosa?... ¿qué idea tiene Usted sobre los humanismos necesarios?... ¿esos humanismos imprescindibles (otrora) para darle sentido a las existencias?... si vivir, si respirar, si esta gracia se traduce en una persecución de los unos hacia los otros, al modo de lobos hambrientos, algo anda muy mal en el coco humano... y hay que rectificarlo, antes que sea demasiado tarde, por el bien de la creación y de todo lo creado, que funciona sin que el hombre haga nada para que ello suceda.
asomado a la ventana he creído ver pasar un tiranosaurio rex buscando una presa... pero sólo era un vecino... así es que estoy intranquilo, porque los humanos han demostrado ser peores que cualquier dinosaurio.
el dispensador dice: hay gentes que necesitan leer, así como las hay que no quieren ver un libro, así como hay otros que los juntan en bibliotecas que lucen polvos acumulados, así como hay quienes consideran a ciertos libros como trofeos de guerra, así como hay quienes necesitan escribir para no ser leídos, como simple descarga de densidades rutinarias que van ahogando el ser hasta evaporarlo... pero hay quienes necesitan escribir para vivir... o para ser leídos... o para sentirse vivos... como sea, en este mundo demasiado globalizado, o lo que es lo mismo, demasiado empequeñecido... todo se ha vuelto una "urgencia" que ha ido envolviendo el planeta humano, apurando a los unos a que apuren a los otros, y así sucesivamente... indudablemente, no hace falta ser un genio para darse cuenta que a alguien le conviene que muchos anden por la vida aturdidos por los apuros, envueltos en urgencias que les exigen consumir lo que sea, antes que lo haga otro... raro este mundo humano... demasiadas pasiones mentidas y otras tantas no correspondidas... demasiadas traiciones regaladas entre palabras bonitas que encajan en los sentimientos de unos para ir en contra de los sentidos de los otros... demasiadas violencias alimentadas desde los medios editoriales, los televisivos, y ni qué hablar de la industria del cine que se ha quedado sin libreto, apelando a lo peor del ser humano para poder seguir vendiendo morbo sin agregar valor alguno... pero la humanidad de estas horas se ha acostumbrado a que le mientan, a que la atropellen, a la que asalten a la vuelta de la esquina, a que no le respeten los derechos ciudadanos ni tampoco los humanos, es decir ninguno de sus derechos, todos devorados por la sociedad constituida entre estados ausentes y corporaciones endiosadas, que ya sin fronteras ni banderas, se han ido comiendo los humanismos para reemplazarlos por apuros y otras urgencias...
el mundo humano, generaciones que se van acumulando y otras tantas que se van juntando, han ido aceptando, dando por bueno, que vivir de un modo "invivible" está bien, es bueno porque no queda más remedio que aceptar aquello que viene impuesto por reyes desquiciados, por democracias mentidas, por repúblicas atrevidas, por déspotas de conveniencias, por dictadores de conveniencias, que han creado un mundo tipo "hojaldre" donde las capas de abajo se van secando mientras que las de arriba permanecen húmedas, hasta que a alguien en el imperio se le ocurre un cambio de "masa", entonces se destruye el "hojaldre", reemplazándolo por otro, a efectos de evitar que las gentes se den cuenta que los están pasando por encima... mientras tanto el circo romano viste las rutinas que mantienen al mundo lo suficientemente aturdido como para evitar ser consciente de las aberraciones que les propinan desde el poder...
insisto con la figura del Alzheimer global de los poderes, incluyendo en ello los políticos, los militares, las inteligencias sin neuronas, las economías sostenidas en columnas de monedas quebradas (dólar y euro para que a nadie le queden dudas), los sacerdotes que se creen dioses porque no creen ni en Dios ni en ninguna de las escrituras, y desde luego, los representantes imperiales de las corporaciones que liberadas de los humanismos, mueven mercados impersonales que instalan zozobras sociales a cambio de precios de tapa... raro todo esto...
venía pensando en el tema de las novelas negras, que no es lo mismo que los negros en las novelas... sucede que la realidad actual supera cualquier ficción... y aquello que producía miedos debido a los terrores engendrados mediante pantallas de cines morbosos, ahora se ha traducido a las rutinas de las gentes, que asisten espantadas a humanos convertidos en dinosaurios carnívoros persiguiendo a otros dinosaurios herbívoros que no joden a nadie, pero sirven para saciar el hambre de los otros, enloquecidos, desesperados por envidias, soberbias, odios, y otras vanidades desquiciadas...
uno, como persona anónima, como ser humano que existe para pagarle los impuestos a los fabricantes de deudas, observa con estupor cómo las justicias se han vuelto tan injustas que salvan a los victimarios para inculpar a las víctimas por doble vía, como víctimas en su condición, y como víctimas de un sistema que termina de destruir al destruido, aduciendo razones de raros derechos humanos, donde lo malo es bueno y donde lo bueno es demasiado malo... extraño... real...
de allí que esté de moda que se mate a las gentes inocentes... de allí que se justifique que se asesine en masa a miles de inocentes mediante drones, misiles, bombardeos, o como sea... de allí que la juventud esté envuelta en drogas y alcoholes que les restan neuronas, dando lugar a un desprecio por la vida que asombra a cualquiera que aún conserve una pizca de sano juicio, una pizca menor de sentido común... todo ello mientras el poder político se lava las manos y justifica... todo ello mientras los jueces imparten injusticias aberrantes, pero universales... todo ello mientras las corporaciones se regocijan de haber construído un mundo humano totalmente descartable, a la medida de sus fines inescrupulosos...
hoy mismo, 15 de julio de 2014, Israel está haciendo mierda a las gentes inocentes de la Franja de Gaza, asegurándose (dicho sea de paso) de dejar vivos a los supuestos enemigos, ya que ellos habilitan a seguir con el discurso de la mentida paz y dicho sea de paso (también), a sostener en alto el negocio de la guerra que alimenta a varias bocas y a no pocas mentes, cada vez menos inteligentes... extraño... real... asqueroso... si dicho paisaje no es una novela negra, ¿qué lo es?... y el mundo sigue girando... y el Sol sale para algunos y se pone para otros... al tiempo que la historia va colectando desaparecidos por doquier...
en el medio de todo esto, y contrariamente a lo esperado por las corporaciones, todos y cada uno de los negocios que ellas mismas inventaron, se están yendo a la mierda por carencia de capacidades para prever el temible efecto de las saturaciones... en un mundo, otra vez, donde la realidad se ha comido a la ficción... para siempre. JULIO 15, 2014.-
¿dígame una cosa?... ¿qué idea tiene Usted sobre los humanismos necesarios?... ¿esos humanismos imprescindibles (otrora) para darle sentido a las existencias?... si vivir, si respirar, si esta gracia se traduce en una persecución de los unos hacia los otros, al modo de lobos hambrientos, algo anda muy mal en el coco humano... y hay que rectificarlo, antes que sea demasiado tarde, por el bien de la creación y de todo lo creado, que funciona sin que el hombre haga nada para que ello suceda.
asomado a la ventana he creído ver pasar un tiranosaurio rex buscando una presa... pero sólo era un vecino... así es que estoy intranquilo, porque los humanos han demostrado ser peores que cualquier dinosaurio.
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