ESPACIOS PÉTREOS

el dispensador dice:
rostros de roca eterna,
sus silencios se sienten,
hablando en tu voz interna,
dando forma a los elegidos,
que andan en búsqueda de consciencias...
aún cuando parezcan piedras,
en ellos la vida se manifiesta,
y hacen que te estremezcas,
hasta el pasado de tus propias huellas,
sombras que vagan como estrellas,
entre nirvanas y arenas...
geometrías de viejas ideas,
que a cada momento regresan,
atendiendo al que sigue la senda buena,
pidiendo que se toque su aura,
mientras sus espíritus entran y salen de ellas...
ensoñación... de sellos en las frentes...
que permanecen mientras te alejas,
haciendo que nunca te vayas,
que siempre permanezcas,
porque las almas se unen,
mediante el sentido de la pertenencia,
una sintonía extraña,
que hace de lo invisible,
un árbol de raíces que cuentan...

verticales que suman y restan,
dependiendo de la perspectiva,
de la ubicación donde permanece la huella,
donde nada es imposible,
siempre que el alma esté dispuesta,
a ascender empinadas cuestas,
a descender hacia la esperanza que espera,
no sólo es cuestión de ideas,
sino de sumarse a las quimeras,
de soltar el alma libre,
a que vuele según lo sienta...

y de repente un jardín se abre,
con estatuas que a tí te esperan,
hablando de otros tiempos,
hablando de auras y huellas,
aún cuando el tiempo se escurre,
el agua permanece unida,
sonando en una misma mezcla,
notas que suenan en vibratos,
de coros que están allí,
sin que nadie lo sepa,
cantando amaneceres,
coreando atardeceres,
mientras la humanidad anda vestida de urgencias...

y así como así te alejas,
y sientes que no te has ido,
que permaneces allí,
donde se ha marcado tu huella...
sombra que late lenta,
mientras lo que respiras cuenta,
mientras tus alas crecen,
mientras el espíritu, espera.
JULIO 24, 2014.-

Asia mezcla el espíritu con las densidades, combinando el alma con las temporalidades... invitando a desentrañar las esencias... de todo aquello que aparece como respirable.