domingo, 20 de julio de 2014

los senderos de CHINGUILA



el dispensador dice: estaba a menos de un metro, él trataba de mirarme pero le brotaban las lágrimas y las palabras no acudían a él... yo le sostenía la mirada pero las lágrimas me desdibujaban su rostro a contraluz... quedábamos pocos viendo el cortometraje y el quería explicar lo obvio... la amistad que había encontrado en el desaparecido padre Chifri... dado que estaba quebrado por la emoción del momento, dejaba que él encontrara los sentidos de aquello que quería expresar... a veces, la amistad se estrella contra el destino y te duele tanto como te pesa... contaba en su dolor... que se había querido ir de Capillas, de su lugar en el mundo, un lugar lleno de carencias y durezas propios del clima de alta montaña, ése que no conocen ni siquiera los escaladores, mucho menos los visitantes ocasionales, ni qué hablar de los turistas que andan mirando apurados todo aquello que les queda en la máquina de fotos, en los celulares y en las tablets, pero que no encuentran lugar ni en su memoria ni en su alma... pero su amigo, el reverendo padre Chifri (nombrado por Bergoglio cuando todavía no era Papa Francisco) le había explicado la necesidad de permanecer unido a la tierra, al suelo y al aire donde fuimos paridos... porque la tierra no nos pertenece, sino que nosotros, cada uno de nosotros, le pertenecemos a ella... y estamos aquí por un motivo que sintoniza con nuestra gracia y ésta con el destino que traemos a cuestas y ambos con la memoria de nuestro karma, todo ello traducido en el aura que nos revela aquello que traemos como consigna para transitar los tiempos respirables...

estuve dos veces en Capillas... un lugar de muy difícil acceso... con vehículo, así es que imaginate lo que es transitarlo por los senderos a lomo de mula o caballo... en el cortometraje decía que eran ocho horas de caballo desde Capillas hasta Alfarcito, pero me parece que es más ya que ello depende de la hora, de los vientos, de los calores o de los fríos, de las nubes o de los cielos despejados, de... qué se yo, depende de tantas cosas... los he andado también a pié... y ahora ya con los años encima se me hace imposible, porque quebrado como estoy no resisto el esfuerzo, así es que me imaginaba con presición los contenidos del relato de la película, y los propios de él mismo, relatando que después de la muerte de Chifri, este mismo 20 de febrero, andando por uno de esos senderos de altísima montaña, un rayo le había matado una mula y le había perdonado la vida a él mismo, por bendición del propio Chifri, que lo quería dejar aquí abajo por un rato más... dicho sea de paso, no tenés idea lo que son los rayos a esa altura (3.500 msnm) donde los ves pasar por delante tuyo sin poder hacer nada de nada... debe ser por eso que la gente de ciudad nunca se aparece por allí...

indudablemente Chinguila es un "personaje" común a los paisajes de cordillera... pero antes que "personaje", puedo asegurarte que es una persona con mayúsculas, consubstanciado con su suelo, con sus ovejas y sus cabras, con sus papas andinas... con... las gentes de ciudad no resistirían vivir allí, sin comodidades ni bienestares, a piel y viento, a piel y Sol, a piel y cielo electrificado como nadie lo puede imaginar... sin agua... sin baño... sin la más mínima posibilidad de pegarse una ducha caliente... pero Chinguila encontró en Chifri los motivos que no había logrado encontrar por él mismo... y Chifri se fue y le encomendó su obra... y ahora hay muchos buitres revoloteando su obra, porque las corrupciones políticas y las falsas solidaridades siempren están buscando qué depredar, qué robarse, qué asaltarse... para dejar a los pobres más pobres... para ellos ser más ricos de bolsillos llenos, aún cuando sus almas estén vacías... como sea, hay mucho cristiano oportunista, que se arrodilla en la iglesia para luego asaltar la inocencia del primero que se le cruza al salir del templo... hartante sí, pero demasiado común... 

mientras lo veía a él a menos de un metro mío... afuera, había bullicio... mucha gente que estaba para la foto... para el aplauso... el beso con o sin medalla... muchos de los que te escupen apenas les das la espalda, pero así es esta tierra de falsedades, cinismos, hipocresías, traiciones y otras mentiras mayores y menores... ninguno de ellos andaría por los senderos de Chinguila, porque para eso se hacen llamar doctores, sin darse cuenta que ningún título hace la calidad de las personas, como tampoco ningún titulo habilita a las ciencias que dicen contener... ellos son los que participan siempre en las ganancias, pero nunca en las pérdidas, mucho menos en las carencias... tampoco se han dado cuenta que de acá no te llevás nada... aunque la hayas juntado con pala (plata, dinero, moneda, propiedades, bienes)... y mucho menos se han dado cuenta que cuando cruzas el umbral y estás del otro lado, las cuentas pendientes que arrastras se tornan impagables... condenándote para toda la eternidad... pero en fin, en las alturas como en los llanos, no son pocos los que cuecen las habas y se las comen, mientras que muchos otros se ven despojados de las habas y de sus dignidades... 

afuera había gente pidiéndole a Chifri, yacente en su tumba, por un milagro, un milagrito aunque sea pequeño... otros sacaban fotos... otros daban vueltas para ver qué se podían saquear... algunos hablaban de misericordias... otros de compasiones... y algunos daban clases de moral y civismo solidario... desconociendo que las auras delatan las miserias humanas... muchas empanadas... mucho locro... mucha comida humeante... mucha papa andina y muchas manos arrugadas como pergamino al Sol...

lo más importante de ayer... lo más importante de este encuentro causal... ha sido el encuentro con Chinguila y su intensa búsqueda de respuestas, sobre preguntas que de por sí no las tienen, pero lo que él no sabe o aún no ha descubierto es que nadie las tiene, aún cuando crea tenerlas y hasta las recite como justificación... 

una docente me trató de explicar cosas que ya sabía... y no me atendió cuando le dije que conocía el paraje desde cuando no había camino pavimentado, desde cuando no había nada de nada de lo que hay ahora, desde cuando Chifri no había sido designado para terminar allí sus días... años en los que Elsa Verón hacía solidaridades a puro pulmón... ¿dónde habrá ido a parar Elsita Verón y sus pinturas?... ves lo que te digo... muchas preguntas, pocas respuestas... así es que imaginate el alma de Chinguila que ve que muchos hablan de esfuerzos y voluntades, pero no le meten mano a un arado ni por casualidad... pero eso sí, tutelan el "negocio" de la papa andina... y lo que a ellos les representan centavos, en un plato en "las cañitas" en Buenos Aires dará como consecuencia que te arranquen la cabeza... 

¿sabes?... cuando estás a más de tres mil metros de altura aprendes a tocar el cielo con las manos... lo tienes realmente ahí, al alcance de la mano... pero para ello hay que tener calidades humanas... ¿no sé si me entiendes?... Chinguila se me perdió entre tanta gente... no pude seguir hablando lo que en verdad sí quería consultarle... 

logré colocar los rosarios donde quería... tenían que ser tres y tres han sido... en lugares privilegiados... ¿sabes?, existen conexiones entre los humanos de este lado (los que respiran) y los del otro lado (los que no respiran)... y a veces las cosas se tejen de manera misteriosa, casi mágica, aunque en verdad, yo he aprendido desde niño a creer en los milagros... y cuando coloqué los rosarios donde se me había pedido, sentí que había cumplido con lo que se me había solicitado... tal vez ello sirva para ayudar a Chinguila y a muchos otros como él... salvándolo de los buitres y/o protegiéndolo en sus interminables soledades... sólo ellos tendrán sus propias respuestas... he sido el anónimo que cumplió con lo encomendado por... no importa... tú me entiendes...

me fui... sin querer irme... volveré, si Dios quiere... pero mi alma, anda por allí... no quiso regresar conmigo... JULIO 20, 2014.-


DEDICADO: a la amistad genuina... a los afectos genuinos... a los abrazos que enlazan las almas... a las manos que estrechan los mañanas que aún no han sido caminados... 

Chinguila, en Alfarcito, el 19 de julio de 2014
fotografía de la Fundación Alfarcito ►


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