Hoy se celebra a
San Nicolás,
patrono de los niños, marineros y viajeros
ROMA, 06 Dic. 14 / 12:01 am (ACI).- “Sería un
pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos da tanto”,
solía decir San Nicolás, patrono de los niños, los marineros,
los viajeros y de Rusia, Grecia y Turquía. Un aceite milagroso
brota de sus restos, que ha servido para la curación de los
enfermos. Su fiesta se celebra cada 6 de diciembre.
Al tratarse de un santo de los primeros siglos, poco se sabe
con certeza de él, salvo que nació en Licia (actual Turquía),
y en una familia muy rica. Tenía un tío Obispo que lo
ordenó sacerdote.
Sus padres murieron atendiendo a los enfermos de
una epidemia y dejaron a San Nicolás una fortuna,
sin embargo, el joven decidió repartirla entre los pobres
e ingresar a un monasterio como monje. Más adelante
peregrinó a Egipto y Palestina, donde conoció
A su regreso, llegó a la ciudad de Mira, en Turquía,
donde los obispos y sacerdotes discutían en el templo
sobre quién debía ser elegido como nuevo Obispo de
la ciudad. Al final decidieron que sería el próximo
sacerdote que ingresara al recinto. En ese momento
entró San Nicolás y fue elegido como Prelado por
aclamación de todos.
Sin embargo, se desató una persecución contra los
cristianos y es encerrado en una prisión, de la que
es liberado por el emperador Constantino, cuando
éste subió al trono.
"Gracias a las enseñanzas de Nicolás, la metrópolis
de Mira fue la única que no se contaminó con la herejía
arriana la cual rechazó firmemente, como si fuese
un veneno mortal", decía San Metodio. El arrianismo
negaba la divinidad de Jesucristo. Así mismo San Nicolás
combatió incansablemente el paganismo.
Defensor de la justicia, salvó a tres jóvenes de ser
ejecutados, víctimas de un soborno del gobernador
Eustacio, quien luego se arrepintió al ser reprendido
por San Nicolás.
Tres oficiales fueron testigos de estos hechos y
posteriormente, cuando estaban en peligro de muerte,
rezaron a San Nicolás. El Santo se le apareció en
sueños a Constantino y le ordenó que los liberase
porque eran inocentes.
El emperador, luego de que los soldados le dijeran
que ellos habían invocado a San Nicolás, los envió
libres y con una carta al Santo Obispo, en la que le
pedía que orase por la paz en el mundo.
Es patrono de los marineros porque en medio de
una tempestad unos marineros empezaron a clamar:
“Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen Obispo
Nicolás, sálvanos”. En ese momento, se cuenta, apareció
San Nicolás sobre el barco, bendijo el mar y este se
calmó. Luego el Obispo desapareció.
Según la costumbre de oriente, los marineros del
mar Egeo y del Jónico tienen una “estrella de San
Nicolás” y se desean buen viaje diciendo: “Que San
Nicolás lleve tu timón”.
Se narra también que tres niños fueron asesinados y
arrojados en un barril de sal. Sin embargo, por la oración
de San Nicolás los infantes volvieron a la vida. Por ello
es patrono de los niños y se le suele representar con
tres pequeños a su costado.
Otra leyenda narra que en la Diócesis de Mira había
un vecino en extrema pobreza que decidió exponer
a sus tres hijas vírgenes a la prostitución para que
todos ellos puedan subsistir.
San Nicolás, buscando evitar que esto sucediera y
en la oscuridad de la noche, arrojó por la chimenea
de la casa de aquel hombre una bolsa con monedas
de oro. Con el dinero se casó la hija mayor.
Quiso el Santo hacer lo mismo en bien de las otras
dos, pero en la segunda ocasión, después de tirar
la bolsa sobre la pared del patio de la casa, San
Nicolás se enredó con la ropa que estaba tendida
para secar y el padre descubrió a su bienhechor y
le agradeció su caridad.
San Nicolás partió a la Casa del Padre un 6 de
diciembre, pero no sabe con exactitud si fue en
el año 345 o en el 352. Más adelante su devoción
aumentó y se reportaron numerosos milagros.
En el S. VI, el emperador Justiniano construyó
una Iglesia en Constantinopla (hoy Estambul)
en su honor, y se hizo popular en todo el cristianismo.
San Nicolás es patrono de Rusia, Grecia y Turquía.
Además es honrado en ciudades de Italia, Holanda,
Suiza, Alemania, Austria y Bélgica.
En 1087 sus huesos fueron rescatados de Mira, que
había caído bajo invasión musulmana, y se llevaron a
Bari, en la costa adriática de Italia. Por esto es llamado
San Nicolás de Mira o San Nicolás de Bari. Sus reliquias
reposan en la Iglesia de “San Nicola de Bari”.
De sus restos brota un aceite conocido como el
“Manna di S. Nicola”. En Mira, se decía que "el
venerable cuerpo del obispo, embalsamado en el
aceite de la virtud, sudaba una suave mirra que
le preservaba de la corrupción y curaba a los
enfermos, para gloria de aquél que había glorificado
a Jesucristo, nuestro verdadero Dios".
Más información en el especial de San Nicolás.el dispensador dice: hoy, tal vez ayer, quizás
un poco antes, comenzó un viaje que va
desde el cuerpo hasta el alma, del pensamiento
a la palabra, del sentimiento a la mirada, del
viento a la estampa... y éste, el viaje, no será
para nada igual con cualquier parecido sucedido
antes... ya que esta Navidad será diferente a
todas las conocidas, a todas las recordadas, a
todas las atesoradas, e incluso a todas las
omitidas y a todas las olvidadas... esta vez,
la humanidad verá que la "inocencia" guarda
su importancia, en el momento justo, cuando
la luz y el tiempo se separan, para demostrarle
al ser humano, hombre o mujer, mujer u
hombre, que hay un puente que conduce el
espíritu hacia algo que no se ve, pero supera
la dimensión temporal de lo que existe y de lo
que más allá de los ojos, pareciera ser nada...
un viaje entre el acá y el allá, mediante un
portal que vibra haciendo de la luz una
geometría ininteligible para la razón humana...
en la Navidad hay una constancia espacial
del triángulo incluyendo al menos una esfera,
más de una, muchas... las suficientes como
para cambiar la dirección del pensamiento y
de las mentes... este triángulo toma todo lo
visible, así como todo lo invisible, toma esta
dimensión y al menos tres de las contiguas,
haciendo de ello una armonía, donde sucumben
los abismos, los infiernos y sus cinismos, los
purgatorios y sus hipocresías... para revertir
las noches y hacer lo propio con los días...
haciendo de la Tierra un lugar donde sea posible
la vida, el descenso de los espíritus, el destino
y la gracia concedida...
hoy, justo hoy, comienza a sembrarse en
algún lugar de dicho triángulo, una esperanza
mayúscula...
superadora de cualquier otra posible en el
plano humano... una esperanza universal de
concertación y entendimiento...
una vibración que comprende a
sentidos y a sentimientos, algo semejante a
un portal que se abre de vez en cuando,
justo cuando se da el "tiempo"...
y nadie escapa al doblez de su destino, como
tampoco lo hace el paralelo de su tiempo, el
presente y el ya consumido...
el viaje tiene su guía... de San Nicolás es la
estrella, ¿estás tu en ella?... hay ángeles
sellando frentes... sólo donde reside y se
escucha a la consciencia.
DICIEMBRE 06, 2014.-
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