el dispensador dice:
caen gotas del glaciar derretido,
el glaciar observa,
quiénes se acercan a admirarlo,
quiénes oran parados sobre sus gotas heladas,
bajo el espíritu de los fríos...
quiénes quiebran sus cristales,
quiénes viven riéndose de sus ángeles,
de aquellos otros que son sus testigos...
nada es como parece,
las fuentes están ocultas al desatino,
y todo se transforma,
en células según el sentido,
que porta cada destino...
creando una química para la convicción,
y otra distinta para el voluntarismo,
cuando en la vida no hay camino,
cuando se reparten culpas y reclamos,
sin haber hecho nada por nadie,
sin haber sembrado afectos y amigos,
lo que bebes es denso y oxidado,
porque el glaciar reconoce,
la calidad del aura,
del que se acerca habiendo robado su abrigo.
FEBRERO 02, 2015.-
la vida no es cuestión de tiempo,
es cuestión de honrarla en cada momento.
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