sábado, 21 de noviembre de 2015

EL DESIERTO SERÁ MAR ▲ #SOSSAHARA Crónica de las graves inundaciones (III) >> Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

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1000 VOCES PARA UN POEMA

Lapices
En el Sahara, desde hace mucho tiempo, hay grandes poetas que lanzan al mundo un par de versos con la intención de que otro gran poeta los continúe. Hasta que no aparece alguien a la altura de la calidad de los primeros versos, el poema queda incompleto. Y así, poco a poco, se va construyendo un poema con muchas voces. De manera paradójica, comenzamos con una Despedida, el título del poema que inaugura la sección de la mano del poeta Larosi Haidar. Dice así…

Cuán dulce es amar
y sentirse a la vez amado
pero amargo es el dejar
a quien tanto se ha esperado.

¡Poetas! os animamos a participar y así completar, esperamos, un gran poema coral.
Intentar mostrar la riqueza de la cultura saharaui. Ese es el objetivo de este espacio. Una cultura nacida de la narración oral, de los bellos paisajes del desierto, de las vidas nómadas y el apego a la tierra, de su origen árabe, bereber y musulmán, de sus costumbres únicas y de la relación con España que se remonta a más de un siglo. Una cultura vitalista, condicionada por una historia en pelea por la supervivencia desde 1975. Coordina Sukeina Aali Taleb




SOBRE LOS AUTORES

Sukina Aali-TalebHija del exilio, Sukina Aali-Taleb nació en Madrid por casualidad, de padre saharaui y madre gallega. Es miembro del grupo de escritores La Generación de la Amistad Saharaui y coautora del libro "La primavera saharaui, los escritores saharauis con Gdeim Izik", tras los acontecimientos de El Aaiún, en 2010. Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura en institutos públicos de Madrid. Como no puede ser de otra manera, apoya al Frente POLISARIO en proyectos de ayuda a su pueblo, refugiado y abandonado a su suerte en Tinduf (Argelia), desde hace cuatro décadas.
Roberto MajánRoberto Maján, ilustrador. Le gusta decir que fue el último humano nacido en su pueblo; piensa que eso lo hace especial. Y que su abuela se empeñó en llamarle Roberto en memoria de Robert Kennedy asesinado cuatro días antes. En la época en que nació y se bautizó, el Sahara era español, en el mal sentido de la palabra. El lo sabía por las cartas que recibía de su tío Ramón, destinado allí en su servicio militar. Los sellos que las franqueaban prefiguraron el universo imaginario que tratará de recrear en las imágenes de este blog.
Bahia Mahmud AwahBahia Mahmud Awah. Escritor, poeta y profesor honorario de Antropología Social en la Universidad Autónoma de Madrid, natural de la República del Sahara Occidental. Nacido en los sesenta en la región sur del Sahara, Tiris, la patria del verso y los eruditos. Cursó estudios superiores entre La Habana y Madrid, donde reside. Pertenece al grupo de Escritores Saharauis en lengua castellana.
Willy VeletaWilly Veleta. Willy Veleta consiguió su licenciatura de periodismo de una universidad estadounidense (ahí queda eso) y ha trabajado en todos los canales privados de TV en España… de los que huyó cuando se dio cuenta de que querían becarios guapos. Ahora es profesor de periodismo en inglés y prepara su tercer libro, una novela sobre los medios.
Liman BoichaLiman Boicha. Se licenció en Periodismo en la Universidad de Oriente en Cuba. Después de una larga ausencia regresó a los campamentos de refugiados saharauis y durante cuatro años trabajó en la Radio Nacional Saharaui. Actualmente reside en Madrid. Ha publicado Los versos de la madera y ha participado en varias antologías de poesía saharaui: Añoranza, Um Draiga, Aaiún, gritando lo que se siente, entre otras. Forma parte del grupo poético Generación de la Amistad Saharaui y es miembro de la Asociación de Escritores por el Sahara-Bubisher.
Larosi HaidarLarosi Haidar. Tras el alto el fuego, se instaló en Granada, donde se licenció y doctoró en Traducción e Interpretación. Actualmente es profesor de esta misma disciplina en la Universidad de Granada y ha publicado varios trabajos relacionados con la cultura saharaui. También ha participado en varias antologías de poesía saharaui.



#SOSSAHARA Crónica de las graves inundaciones (III)

Por:  17 de noviembre de 2015
Ilustración_Roberto Maján_Inundaciones
Ilustración de Roberto Maján
Desde los campamentos de refugiados saharauis, Mohamidi Fakal-la, miembro de laGeneración de la Amistad Saharaui, nos ofrece su crónica de las inundaciones.
Desde que abandonaron sus ciudades, los saharauis les ha sido encomendada una doble tarea: primero, enfrentarse al enemigo que se apoderó de la tierra; segundo, proteger a la población civil que huía de la ocupación militar, así como de las inclemencias naturales.
En los primeros momentos del desplazamiento poblacional y por temor a las incursiones de la aviación marroquí, se abrieron trincheras y refugios subterráneos. Más adelante se levantaron chabolas rudimentarias, que quedaron desperdigadas en los ríos secos y en los páramos del desierto.

Con el de curso de años y favorecidos por una estabilidad relativa en territorio argelino, los saharauis, a mediados de la década de los años ochenta, ya tenían sus campamentos organizados y bien administrados en comparación con los primeros años. Entonces se mejoraron las condiciones de vida sustancialmente y, a la par, fueron sorprendidos por la “fiebre” del barro como materia esencial en la construcción. A pico y pala levantaron sus casas de adobe, lejos de la tierra de origen. Pero los nuevos hogares no han solventado la solución esperada, eran frágiles e inseguros.
Las pasadas lluvias han despertado de nuevo la preocupación de la gente en aras de un hogar más fiable ante los imprevistos del tiempo.
Mohamed, hombre mayor que vivió los desafíos del refugio desde finales de 1975 hasta la actualidad, defendió entre familiares y amigos a raíz de las inundaciones de la primavera del 2006, la idea de que es hora ya de comenzar a buscar soluciones factibles en materia de construcción. Después de las lluvias, el mencionado señor se muestra tranquilo al no haber perdido sus bienes, gracias al barracón de zinc y madera que había diseñado con la ayuda de un sobrino suyo, formado en La Habana.
El barro ha resistido por largo rato el embate de viento y de lluvias. Sin embargo, el cambio climatológico operado en toda la palestra universal es motivo de reflexión tanto aquí como allá.
El enojo fehaciente de la naturaleza es más que evidente: rayos de sol candentes tanto en otoño como en invierno, terremotos devastadores y frecuentes; ciclones e inundaciones en desiertos descampados.
Cabe recordar que es la menos diez en la hora universal. Pero en esos diez podrán ocurrir tantos cambios indeseables para el ser y la naturaleza. Y en esos diez cabe igualmente la posibilidad de que el pueblo esquimal cambie sus iglúes por unas jaimas beduinas.

el dispensador dice:
ayer,
alguna vez,
fue fondo,
profundidad,
para luego ser arena,
duna e inmensidad...
pero la creación es sabia,
y las cosas regresan a su lugar,
entonces habrá aguas,
corriendo hacia un nuevo mar,
fuentes de aguas dulces renacerán,
convergiendo hacia un reverdecer de la piedad...
la realidad es sólo un momento,
luego llega la verdad,
y ésta es inapelable,
para cualquier humanidad...
agradece entonces la lluvia,
la bendición está al llegar.
NOVIEMBRE 21, 2015.-


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