el dispensador dice: la oración flota en el aire, y así como el viento transporta la arena de los desiertos, también eleva y dispersa los sentimientos finos, los puros, los mismos que prendieron el ruego por una gracia del Dios que da forma a tu propio altar... la oración vibra al tiempo que late... la oración late al tiempo que vibra... tiene el mismo efecto que un diapasón... tiene el mismo efecto de un sagrado escrito en un pergamino... tiene el mismo efecto que la percusión sobre un parche... y la oración emerge del alma, evitando ser pronunciada, porque para que tenga efecto y se traduzca en milagro debe mantener su calidad de esencia espiritual... sin convertirse en palabra, ya que ésta se agota y se evapora mientras pierde entidad...
sólo el silencio hace de la oración un estandarte... NOVIEMBRE 26, 2017.-
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