el dispensador dice: ¿ves bien la pintura?, no sólo los colores... las formas, digo... ¿se asemeja en tu pensamiento a la Tierra que te contiene?... pues bien, puede que sea, también puede que no... ¿sabes?... siempre he pensado que es una pena que a nadie se le haya ocurrido otorgar un Nobel a la música... que a nadie se le haya ocurrido otorgar un Nobel al pensamiento filosófico... a la geometría del pensamiento... a la matemática del pensamiento... que a nadie se le haya ocurrido otorgar un Nobel a aquel que descubre el valor de las esencias "esenciales"... o bien, que a nadie se le haya ocurrido otorgar un Nobel a aquel que ensaya la búsqueda de las fuentes genuinas del espíritu en el pensamiento social... eso sí que sería un verdadero hallazgo... porque al fin y al cabo, el Nobel proviene de un hallazgo nefasto que, transformado en negocio, sirvió (y sigue sirviendo) para destruir el "humanismo necesario" que se vincula directamente con el futuro de la raza humana... y el premio como tal, se provee a cultores de la investigación que mueve el negocio que favorece a pocos para luego vender (y someter) a muchos necesitados de soluciones que rara vez llegan con "entidad social"...
léase, alguien se favorece mucho... al tiempo que los demás se ven atados a seguir favoreciendo a esos mismos pocos...
la luz existe desde y hacia la eternidad, sin embargo para el ser humano es un negocio monumental que habilita a que el poder se erija como propietario e "inventor" de ella, desconociendo que ha existido desde siempre y para siempre, desde que la creación separó la luz de las tinieblas...
el dolor y el sufrimiento humanos están naturalizados como parte de otro negocio monumental, y algo que debería ser social, sirve para que pocos acumulen fortunas a cambio de los padeceres de los otros que intentan recuperar salud a cambio de pagar por ello... y encima las soluciones se premian porque contribuyen a agigantar el negocio que exacerbará las inequidades...
más allá, no se premia la escultura... no se premia la letra sino el negocio literario, dejándose de costado los profundos valores de la lengua, no sólo la española o la anglosajona, sino la lengua como expresión moral y corporal... el Nobel captura el negocio literario y lo enaltece para que sigue creciendo como tal, no más que eso... recordándole a quien quiera o a quien sea, que la pólvora bien vale una vida, más de una vida, muchas vidas... justamente, porque en la muerte reside el negocio...
no es lo único... no hay un Nobel para ningún valor que no se traduzca en negocio... entonces llegas a la conclusión de que el premio en sí mismo carece de valor, y al hacerlo, también desprecia a los humanismos que enaltecen al ser humano en el ejercicio del pensamiento social...
¿sabes?...
el Sol libera energías temibles que a su vez generan vientos cósmicos... diariamente la Tierra se ve envuelta por dichos vientos, que además de cósmicos, son magnéticos, y que además de magnéticos producen cambios invisibles en la química terrestre... el hombre es incapaz de lidiar con semejantes fuerzas... pero hay más...
cada estrella en cada galaxia hace lo propio, generando remolinos que circulan dentro de una misma galaxia, alterando el "todo" para sostener un "orden" que se organiza más allá del "ser humano propietario", ése que se asume como dueño pero que no tiene capacidad para tenderle la mano a su prójimo, en su condición de "tan efímero como él"... pero hay más...
todas las estrellas en todo el universo visible hacen lo propio, generando torbellinos de los que los seres humanos son inconscientes... las energías fluyen al modo de mareas, pero nadie sabe de dónde provienen y hacia dónde van... qué implican ni qué significan... sin embargo, todo sigue en armonía y el humano duerme y despierta creyendo que se trata de su día, único, justificado en la intencionalidad que lo viste y lo desviste... ¿viste?...
las mareas cósmicas van de un lado al otro del universo, donde nadie sabe dónde quedan las orillas (márgenes)... y dicho pensamiento supremo se extravía una y otra vez sin recibir premio alguno, porque no hay tiempo para considerarlo... ya que no se traduce en negocio... entonces la luz universal se factura... tanto como el agua... el aire o el suelo... no así el fuego, porque en el fondo, el hombre no puede dominarlo... como domina ninguna de las fuerzas magnéticas del propio planeta que lo contiene...
la vegetación global siempre fue global... y nunca necesitó del ser humano para ser selva o bosque... por el contrario, el ser humano ha sido capaz de arrasar tanto con la selva como con el bosque, que existieron desde... que la propia humanidad fuera traída a la Tierra en total estado de indefensión...
el Nobel necesario al humanismo en estado puro (¿elemental?) no se entrega... ya que el humano se cree propietario del pensamiento tanto como de la palabra... pero en la creación, libre y gratuita, nada pertenece a nadie, o si quiere el inverso, nadie es dueño de nada, ya que apenas si te lo prestan por un rato...
¿pretendes pertenecer a una humanidad más justa?... seguramente sí...
no cultives la vida propia a partir del negocio... porque justamente el negocio es lo que consume lo esencial de la vida... y lo que para tí puede representar años terrestres de vida (50, 60, 70, 80, 90 años)... en el cosmos no es más que un destello imperceptible... ¿entonces?, dado lo imperceptible de tu condición, no alientes ni te sustentes en el valor de la moneda... porque cuando te vayas, sólo serás valorado por la calidad de tu espíritu, por la condición de tu consciencia, y por el peso de tu alma... OCTUBRE 03, 2018.-
en el espacio sideral... valen los silencios, no la venta de las palabras...
No hay comentarios:
Publicar un comentario