POESÍA
La cicatriz interior
María Alcantarilla certifica su singular territorio creativo en su poemario 'Introducción al límite'
En María Alcantarilla (1983) coinciden dos vocaciones: la escritura y el trabajo como artista visual. Ambas facetas se dan en Introducción al límite, una exploración en las costuras de la identidad que certifica el singular territorio creativo de la autora y confirma la plenitud de un estilo que había alcanzado su madurez con La edad de la ignorancia (2017). Entre la seducción de la alteridad y los indicios autobiográficos (“Veintinueve de junio, / llego al mundo con todo por decir”), Alcantarilla le presta su voz a un sujeto que trasciende las coordenadas espaciotemporales y las marcas de género. Esta ambigüedad se transfiere a la estructura del libro, en cuyas secciones alternan los poemas numerados y los fragmentos en prosa que funcionan como notas, divagaciones o acotaciones.
En cualquier caso, a la poeta no le interesan tanto las páginas del libro de familia como la resonancia de una realidad fracturada que se expone a menudo mediante parejas de oposiciones: salud y enfermedad, sueño y vigilia, nacimiento y muerte, alma y carne. Se diría que el principal tema de Introducción al límite es la tensión entre el dolor y las palabras que intentan atraparlo. He aquí el ejemplo de una imaginación en carne viva que no pretende hacerse el harakiri, sino reflexionar sobre la capacidad redentora del lenguaje: “No es ciego aquel milagro que sucede: / también el corazón cierra los ojos”.
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