Yo, para recorrer África, quiero un camión
Una experiencia que permite conocer el continente a un ritmo más lento y fijarse más en los detalles
Madrid
El norte de Chad en camión. KUMAKONDA
“Por la mañana se parte temprano. Nos levantamos antes de que amanezca, desayunamos y recogemos el campamento, que nos lleva casi hora y media, y nos ponemos en ruta. Los kilómetros que recorremos cada día los marca el viaje, pero en África nunca hacemos más de 300 en una misma jornada. Hay que ir despacio, contemplar los paisajes, las gentes que te cruzas. Por la tarde se llega al nuevo destino dos horas antes de que se ponga el sol para poder montar el campamento o ir al hotel, depende del lugar donde se duerma esa noche. Así hay tiempo para, charlar, tomar unas cervezas, preparar la cena…", comenta Austerio Alonso, que junto a Mónica Martínez han montado Kumakonda, una compañía que ofrece viajes en camión por África, ya sean organizados o a medida del viajero.
“Son viajes en los que todo el mundo participa, todos tenemos que ayudar a bajar las tiendas, la comida, montar el campamento, las mesas, las sillas, desmontarlo… Viajar por África en camión es una experiencia totalmente distinta. La parte trasera esta arreglada como si fuera un autobús. Lleva asientos enfrentados con una mesa en el centro donde se puede comer cuando hace frío, viento o llueve fuera. Hay, también, una cocina grande. Y abajo están todos los maleteros donde se guarda la comida, las herramientas, las tiendas, las mochilas…” añade Mónica Martínez. La pareja se conoció en Malaui, en un barco, en 2013, y juntos proponen una forma distinta de conocer el continente. Él acaba de regresar de Chad donde durante 20 día han recorrido los desiertos del norte del país. “Espacios abiertos y paisajes impresionantes”, explica.
“Es verdad que un viaje como ese se puede hacer en vehículos 4x4. Se va más rápido, pero lo que puedes cargar con un camión no se carga en un 4x4. Como todo en la vida esta forma de viajar tiene sus ventajas y sus desventajas. Una de estas es que se va más despacio, pero a cambio tiene más autonomía y posibilidades como zona de carga de aparatos eléctricos, se pueden cargar colchonetas más gordas, por lo que se duerme mejor, o como en este último viaje, que llevábamos 16 cajas de cervezas, que, por cierto, se acabaron a los 10 días y hubo que ir a comprar más”, recuerda Alonso. “Además, en este último viaje tuvimos una tormenta de arena y era imposible estar fuera, pero pudimos hacer vida en el camión. Si hubiéramos ido en 4x4 nos hubiéramos tenido que quedar allí dentro sentados”.
Después de poner a punto el camión comenzaron a organizar los viajes, principalmente por África occidental
Alonso es camionero. Empezó a trabajar en Mercamadrid con 16 años y en cuanto tuvo edad se sacó todos los carnés que necesitaba. Un trabajo que le permite cogerse excedencias y viajar por otros continentes. Después de recorrer Asía hizo un viaje a Etiopía y desde allí pasó a Zambia “para entrar un poco en el mundo de los grandes animales, de los safaris”. Tanto le gustó África que tras trabajar algún tiempo inició un nuevo viaje de 14 meses por el continente. “Fui con un amigo. Empezamos el viaje en Madrid, con un coche viejo que arreglamos un poquito. Hicimos el viaje hasta Malí donde vendimos el coche. Él se volvió y yo continué con mi mochila viajando en moto, en transporte público, en camiones…”
Fue en Sierra Leona donde se cuajó el cambio que daría a su vida: “En la isla de Tiwai me encontré con un camión del que bajaron 14 ingleses con cervezas frías. Me encontré con este camión en una zona tan remota y me dije que eso era lo que quería hacer, recorrer África en camión”.
Tras aquella revelación y un poco cansado de África occidental, dio el salto a Kenia y empezó a recorrer el este del continente. Así llegó hasta Malaui donde en aquel barco conoció a la que hoy es su pareja. Martínez es fisioterapeuta y al terminar sus estudios se fue a trabajar a Francia. “Estaba en París y allí me enteré de que podía trabajar igualmente en zonas más agradables y con menos frío. De todas las islas francesas me planteé la de Reunión porque está más cerca de África. Después de cuatro años allí decidí hacer un viaje de mochilera por Malaui, Mozambique, Sudáfrica y Namibia”. Cuando se encontraron le propuso a Alonso alquilar un coche y recorrer juntos Namibia. Se citaron para tres semanas después en Johannesburgo desde donde iniciaron la ruta. Después de dos semanas, “él se volvió a Madrid y yo continué el viaje hasta que regresé. Él me fue a recoger al aeropuerto y desde un primer momento me dijo que quería comprar un camión y montar una empresa para organizar viajes por África. Me lo pensé un poco y decidí tirar para adelante. Así fue como comenzamos”.
Después de poner a punto el camión comenzaron a organizar los viajes, principalmente por África occidental. Aseguran que nunca han tenido problemas técnicos ni con los pasajeros. Solo, alguna vez con la burocracia, especialmente al cruzar fronteras. “Hay países como Chad, Benín, Senegal o Ghana en los que nunca hay problema, pero en otros la cosa es más complicada como en Nigeria, Guinea Conakry, Sierra Leona… Es cuestión de armarse de paciencia y tiempo para sortear los obstáculos”, explica Alonso.
Ahora los viajes de Kumakonda en camión se centra en África central. “Ahí hay destinos muy atractivos, como Chad que es un país único por el desierto, por los grupos étnicos o por el parque nacional de Zakouma. También merecen mucho la pena República Centroafricana, República del Congo, Gabón y Camerún si la situación política de este último se tranquiliza un poco. Y desde estos países se pueden hace combinaciones como Chad y Sudán”.
Aseguran que nunca han tenido problemas técnicos ni con los pasajeros. Solo, alguna vez con la burocracia, especialmente al cruzar fronteras
En el próximo viaje organizado Alonso regresa a Chad en septiembre donde los que le acompañen podrán conocer a los nómadas wodaabe, que se reúnen en Dourbali para comenzar su viaje hacia el sur y organizar la ceremonia de gerewol, y luego visitar la meseta de Ennedi con sus caprichosas formaciones geológicas.
Alonso y Martínez compaginan sus trabajos de camionero y fisio con los viajes a África, aunque ella tendrá que evitarlos durante algún tiempo, al menos hasta que dentro de unos meses nazca el primer hijo de la pareja. Tras el regreso de Chad, él ha cambiado las carreteras africanas por las europeas y, en estos momentos, conduce un camión camino de Ucrania. “Hay que mantener los dos trabajos hasta que podemos vivir solo de lo que realmente nos gusta. No cabe duda de que esto lo hacemos porque nos encanta”, concluye Alonso.
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