Dibujar el surrealismo
Todo empezó con una nota a pie de página que, en opinión de Leslie Jones, comisaria del Los Angeles County Museum of Art (LACMA), la historia del arte ha ignorado durante demasiado tiempo.
En el primer Manifiesto Surrealista que André Breton escribió en 1924, el escritor francés incluyó una nota en la que animaba a otros artistas a que simplemente trazasen las imágenes que encontraban en sus sueños. El mensaje era que “el artista debía limitarse a plasmar esas imágenes, no a interpretarlas”, escribe Jones en el catálogo de la exposición Drawing Surrealism, que reivindica el papel del dibujo en un movimiento de orígenes literarios y, al menos hasta ahora, siempre asociado a la pintura y la escultura.
Según Jones, en esa nota a pie de página Breton reflexionó por primera vez sobre el potencial del dibujo para expresar las imágenes de los sueños y el inconsciente, y no es casual que los surrealistas fueran los primeros en plantarse y rechazar esa noción de "arte menor" del dibujo. Para artistas como Francis Picabia, Max Ernst, Joan Miró, Salvador Dalí, André Masson o Yves Tanguy los dibujos no eran meros estudios o bocetos, eran obras en sí mismas que valoraban por su inmediatez y espontaneidad y que desempeñaron un papel fundamental en su producción artística.
En sus obras, y en las de muchos otros artistas -la lista es larga: Jean Arp, Man Ray, César Moro...-, pueden encontrarse los orígenes del dibujo como lo entendemos en la actualidad, argumenta Jones. Es decir, como un espacio para "la experimentación y la innovación" que se resiste a una única definición.
La exposición Drawing Surrealism puede visitarse hasta el próximo 6 de enero en el Los Angeles County Museum of Art (LACMA). El catálogo de la exposición está editado por el museo y DelMonico Books/Prestel.
¿Una imagen vale más que mil palabras? Según investigadores de Harvard, no. Vale muchas más. Algunas hasta 500.000 millones. La cifra no importa: está claro que las imágenes son más poderosas que nunca, y este blog pretende ser un inventario visual de libros de fotografía, arte o diseño, ilustraciones, visualizaciones de datos, infografías…
Sobre la autora
Virginia Collera es periodista y traductora. Colabora intermitentemente con El País desde 2006 y es compradora confesa de libros por la cubierta y/o las fotografías interiores.
el dispensador dice:
prendes la vida con alfileres,
dibujas el destino con lo que eres,
puedes reir aún cuando mueres,
puedes llorar cuando te hieren,
puedes ser tu mismo si te adhieres,
puedes quedar atrapado de lo que creyeres...
creo en el dibujo de libertades,
las acuarelas perduran según las piedades,
entre los hombres hay falsedades,
no hay manos si no hay solidaridades,
cuando en el cultivo no hay hermandades,
lo que siguen son cegueras... sin cualidades...
simplifico los trazos según los abrazos,
pierdo la espalda cuando llega el fracaso,
se acercan mentiras dibujando lazos,
te roban las ganas, ilusiones de paso,
no dejan nada, pasan de largo,
sólo construyes con el esfuerzo sin plazos...
descubres más tarde un nuevo retrato,
eres tu mismo deambulando,
ya ni sabes qué andas buscando,
se perdió la paleta con óleos en vano,
sólo hay pinturas que se lavan a mano,
la hoja está en blanco, imaginas un trazo,
cuando decides plasmar, no quiere la mano...
hoy es ayer, no viene el mañana,
lo que elucubré no se ve plasmado,
la vida pasa y se torna anciana,
la hoja envejece, se amarillean las tramas,
no puedes volver, ya no tienes tu rama,
el recuerdo se pierde... mientras la tarde se aplana.
Noviembre 28, 2012.-
el dispensador dice:
prendes la vida con alfileres,
dibujas el destino con lo que eres,
puedes reir aún cuando mueres,
puedes llorar cuando te hieren,
puedes ser tu mismo si te adhieres,
puedes quedar atrapado de lo que creyeres...
creo en el dibujo de libertades,
las acuarelas perduran según las piedades,
entre los hombres hay falsedades,
no hay manos si no hay solidaridades,
cuando en el cultivo no hay hermandades,
lo que siguen son cegueras... sin cualidades...
simplifico los trazos según los abrazos,
pierdo la espalda cuando llega el fracaso,
se acercan mentiras dibujando lazos,
te roban las ganas, ilusiones de paso,
no dejan nada, pasan de largo,
sólo construyes con el esfuerzo sin plazos...
descubres más tarde un nuevo retrato,
eres tu mismo deambulando,
ya ni sabes qué andas buscando,
se perdió la paleta con óleos en vano,
sólo hay pinturas que se lavan a mano,
la hoja está en blanco, imaginas un trazo,
cuando decides plasmar, no quiere la mano...
hoy es ayer, no viene el mañana,
lo que elucubré no se ve plasmado,
la vida pasa y se torna anciana,
la hoja envejece, se amarillean las tramas,
no puedes volver, ya no tienes tu rama,
el recuerdo se pierde... mientras la tarde se aplana.
Noviembre 28, 2012.-
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