martes, 6 de noviembre de 2012

ANEGADOS ▲ Galerías de Nueva York, anegadas tras el paso de Sandy | Cultura | EL PAÍS

Galerías de Nueva York, anegadas tras el paso de Sandy | Cultura | EL PAÍS

Galerías de Nueva York, anegadas tras el paso de Sandy

El MoMA por publica un manual de urgencia en su web para dar instrucciones sobre cómo salvar las obras de arte amenazadas


Los efectos de 'Sandy' en una barriada de Nueva York. / MARIO TAMA (AFP)

Una fila de sillas de diseño cubiertas de barro en la calzada, flanqueadas por cajas de madera rotas y contenedores de obras atestados. Esta era la escena el jueves por la mañana a las puertas de Eyebeam en la calle 21 entre la avenida 10 y el río Hudson, con un atronador ruido de fondo provocado por los generadores eléctricos apostados en las acera. Si se hubiera tratado de una instalación, la insólita pieza vendría firmada por Sandy, la tormenta tropical que cargó contra Nueva York el pasado lunes y que ha destrozado los almacenes, oficinas y espacios de exposición de un buen número de galerías en el exclusivo distrito de Chelsea. “Llevamos desde el martes limpiando y aún nos queda. No sabemos cuando podremos abrir de nuevo”, explicaba Jim O’Shea, uno de los afectados.

En el preludio de la tormenta, las calles de Chelsea próximas al río fueron declaradas zona de evacuación por las autoridades. Como ya ocurrió el año pasado cuando el huracán Irene amenazó la ciudad, las galerías tomaron medidas, pero claramente nadie esperaba lo que llegó. Los sacos de arena que la galería de David Zwiner o Paola Cooper, entre muchas otras, colocaron a las puertas de sus locales, no lograron contener la crecida de las aguas ­cuyas marcas, aún visibles en las paredes cuatro días después, superaban el metro y medio. Zwiner que tenía prevista la inauguración de una exposición de Luc Tuymans y Francis Alÿs esta semana, no sólo ha tenido que cancelar, sino que sus empleados, aún se afanaban por limpiar el destrozo el sábado, seis después de la tormenta, y trasladar en algunos casos las piezas que han podido ser rescatadas a los propios autores. Aún les queda tarea.

De las tres galerías que tiene en Manhattan –dos de ellas en Chelsea– el poderoso Larry Gagosian declaró el miércoles que su local de la calle 21 sí estaba inundado, mientras que el de la calle 23 apenas había un par de dedos de agua. Nadie ajeno al equipo de Gagosian entró para comprobarlo. “Gracias a dios que nos previnieron, porque colgamos los cuadros mucho más arriba en la pared”, declaró el galerista a The New York Times el martes.

El corte de electricidad, bloqueó las cortinas metálicas herméticas lo que complicó el acceso algunos de los modernos espacios de Chelsea. Sin electricidad desde el lunes por la noche hasta el viernes, las labores de limpieza y evaluación de los daños ha habido que hacerlas aprovechando la luz del día y en plena calle, con todos los empleados de las galerías calzados con botas de aguas y guantes, intentando mantener una actitud discreta y a la prensa alejada.

A medida que se achicó el agua y llegaron los generadores, el interior de las galerías se fue llenando de improvisadas mesas de secado donde se colocaron las obras de papel, tras sacarlas de sus marcos. En la calle 22 el jueves aún se iban sacando piezas de la galería Andrew Kreps, CRG y Matthew Marks para ser fotografiadas y tres grandes camiones de Cadogan Tate, empresa de transporte de arte, aguardaban aparcados.

Nadie ha querido dar muchos detalles sobre el destrozo sufrido, porque además de las obras, (muchas de ellas almacenadas en los sótanos inundados, algunas expuestas y otras pendientes de ser recogidas por los compradores), están los archivos de clientes y artistas, libros y papeles administrativos, vitales en el negocio. Los trámites con las aseguradoras serán complicados y todos guardan silencio. En un negocio basado en buena medida en el caché y la apariencia, el agua parece haber actuado como un corrosivo disolvente.

En el Lower East Side (una de las zonas afectadas por las inundaciones pero en menor medida que Chelsea) las galerías han permanecido a oscuras toda la semana pasada y no han abierto sus puertas. Otro de los puntos negros en el mapa de catástrofes artísticas resultado de Sandy son los estudios de artistas y espacios de Red Hook en Brooklyn, una zona pegada al río que ha quedado devastada tras la tormenta. Los antiguos edificios industriales y portuarios transformados en la última década en impresionantes espacios de trabajo y exposición para artistas han quedado totalmente inundados.

El Upper East Side, otro núcleo de potentes galerías en Nueva York, no ha sufrido ningún daño, ni siquiera cortes de luz. A pesar de ello Southeby’s cuyas oficinas se encuentran allí, decidió la semana pasada retrasar dos días, hasta este jueves, la subasta de arte moderno e impresionista. El MoMA por su parte ha publicado un manual de urgencia en su web [ver en PDF] para dar instrucciones sobre cómo salvar y recuperar dentro de lo posible piezas que han quedado dañadas por el agua y también tenía previsto celebrar el domingo un coloquio de acceso gratuito, para abordar este mismo asunto.


el dispensador dice:
espíritus negados,
artes anegados,
galerías inundadas,
culturas ahogadas,
¿dónde se gestó la estafa?,
¿en no atender lo que pasa?,
¿en no querer ver aquello por lo que las gentes claman?,
¿quién reclama?,
la naturaleza se expresa con propio arte,
aquello que dice... 
puede que no te de el alma para escucharle...
pero no necesita palabras para hablarte,
ya que opera a través de mensajes,
a veces te habla por sus paisajes,
otras tantas mediante sus aires,
acaso, ¿sabes reconocer las diferencias,
entre las fragancias y sus consciencias?,
acaso, ¿sabes comprender la importancia de la paciencia,
ante la necesaria toma de consciencia,
en aquello que se cierne justo detrás de las tendencias?...
seguramente no fue visto,
ni tampoco fue reparado,
que algo en el tiempo ha cambiado,
y que además del clima,
están regresando los pasados,
a pedir por sus espacios,
aquellos que fueron borrados,
por artilugios de miserables y disfrazados,
ya que todo los que ha sucedido,
tanto como todo lo que ha pasado,
permanece en su propio espacio,
esperando, esperando...

los espíritus están anegados,
rodeados por invisibles barros,
nadie sabe quién los trajo,
si fue una rara tormenta,
o sucedió cuando se golpeó el badajo,
la campana sonó hacia abajo,
convocando las atenciones,
al estar vacíos los corazones,
andan confundidas las estaciones,
trenes andan sin vagones,
músicas suenan sin canciones,
las voces se elevan,
pero el mundo está hecho girones,
y donde se quiebran los jarrones,
ya no se pegan las razones,
más allá de las cuestiones,
los argumentos y sus soluciones,
la creación está indicando,
que ha llegado el fin...
de los empecinamientos,
de los antojos,
de los caprichos,
de las negaciones.

los lodos tangibles no son necesarios,
ya que es el concierto de almas lo que está anegado...
prudente sería entonces,
que se revieran los pasos...
si se insiste en el fracaso,
en empujar al prójimo hacia el ocaso,
desconociendo el atraso,
que acarrean ausencias de estados,
la naturaleza seguirá hablando,
y desde luego, nadie estará escuchando,
porque la soberbia los está ahogando,
porque los desprecios están cultivando,
y entonces la creación se está cobrando,
por sus derechos y sus legados,
ya que nadie puede haber pagado,
por aquello concedido,
por el simple hecho de haber llegado,
ocupar un espacio que no es escaso,
ya que contiene signo divino,
ya que es señal de eterno abrazo,
entre el creador y lo creado...
Noviembre 06, 2012.-

es evidente que la naturaleza de la madre Tierra...
es evidente que la naturaleza de la "nave" Tierra...
está enviando mensajes de diverso tono.

es evidente que la naturaleza humana en la madre Tierra...
es evidente que la naturaleza humana en la "nave" Tierra...
está desatendiendo las señales.

es evidente que la naturaleza enviará señales mayores...
es evidente que la naturaleza alzará sus voces...
y cuando ello no alcance, no sea suficiente,
acudirá a otros recursos para reclamar sus legítimos derechos...

todo lo humano es un hecho,
que peligra al no tener techo,
al negar la evidencia,
al exhibir sus despechos,
pero el punto está llegando,
donde no habrá más espacios,
y aquello que no se haya hecho,
o lo que no se haya logrado,
no servirá para reclamar tiempo,
ni para justificar lo negado,
ve hombre con cuidado,
tu tiempo está sonando,
y cuando ello sucede,
de nada servirá estar arrodillado,
mucho menos pedir clemencia,
enseñando un rostro "llorado".
Noviembre 06, 2012.- 



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