sábado, 3 de noviembre de 2012

VOLVIERON LAS GRULLAS || El sonido de la naturaleza | elmundo.es

El sonido de la naturaleza | elmundo.es

PRIMERAS NIEVES, PRIMERAS GRULLAS


Carlos de Hita


Por los Santos, nieve en los altos.

Dos acontecimientos del otoño anticipan cada año por estas fechas la proximidad del invierno. Uno es la nieve en los altos, las primeras nevadas que aparecen en las montañas coincidiendo con la entrada de noviembre.

En la meseta castellana el blanco de los altos contrasta con el pardo de las llanuras. El silencio, la soledad sonora se extiende por unos campos que empiezan a verdear. Se escucha poca cosa; suena algún triguero, reclaman algunas cogujadas. Como siempre, cuando la atmósfera calla los graznidos de los córvidos destacan contra el fondo vacío. Bandadas de aves negras, cuervos y cornejas, revuelan bajo el cielo frío de la tarde en torno a sus dormideros.

Y a la misma hora, muy altas, muy lejos, se oyen unas voces inconfundibles, esperadas desde que marcharon hacia el norte el pasado mes de marzo. Vuelven las grullas. Vienen huyendo del frío y a su estela se va instalando, como un rastro, la mala estación

Foto
Pico de Peñalara visto desde la llanura segoviana. | Carlos de Hita

Por el momento son pocas grullas. Tampoco ha habido grandes nevadas; aún habrán de pasar varias semanas para que los temporales lleven la nieve a los valles. Pero ese fino manto blanco es la base fría sobre la que se asentará el invierno.


el dispensador dice:
grullas de papel,
sentimientos a granel,
que la PAZ sea cierta,
que las almas sean expertas,
en compartir los esfuerzos de las huertas,
para que las gracias no se vean desiertas...
 
grullas de papel,
silencios ante el hombre cruel,
hay quienes en sus almas anidan el Babel,
hay espíritus que sólo se cultivan en el desnivel,
de saberse superiores por lo infiel,
de reconocerse distintos por su hiel,
por creerse dueños del vergel...
 
grullas de papel,
plegar te hace enaltecer,
ante el observador que no has de ver,
ante el testigo que no has de conocer,
ante el abrigo que no has de tener,
ante el recuerdo que has de perder,
para finalmente saber,
una y otra vez,
que el secreto está en el reverdecer,
del tiempo que te ha de trascender.
Noviembre 03, 2012.-
 
 
 
 

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