"Jerusalén es un ejemplo de tolerancia”
Simon Montefiore presenta su nuevo libro sobre esta ciudad en Washington
Carolina García Washington 27 OCT 2012 - 02:15 CET3
"He escrito el libro sobre Jerusalén que me gustaría leer", con estas palabras definió Simon Sebag Montefiore (27 de junio de 1965) su nueva obra Jerusalén: La Biografía durante una entrevista esta semana en el Banco Interamericano de Desarrollo en Washington, donde arrancó una gira literaria por Estados Unidos. "Es el proyecto más ambicioso en el que me he embarcado nunca", añadió.
El autor ha visitado Jerusalén en muchas ocasiones desde niño, y siempre le ha impresionado el concepto de familia que existe allí. "Mi intención era personificar a una ciudad en la que conviven distintas religiones y culturas y en la que cada uno intenta construir su propia visión de ese lugar santo. Cada capítulo de la novela describe a alguien o algo que ha ayudado a crear el Jerusalén actual desde la época de David. Todo dentro del marco de que además la novela sea amena para el lector".
Un ejemplo mencionado por el autor durante la entrevista con Cathleen Farrell, jefa de comunicaciones del BID, son las cruzadas. "Unas 80.000 personas salieron de Europa hacia la ciudad santa. Tan sólo unos 12.000 llegaron con vida, los demás murieron durante el viaje, y todos llevaban su propia idea de Jerusalén. Gente que realmente no diferenciaba entre ilusión y realidad. Era un periodo en el que la misticidad del lugar era lo fundamental", añadió Montefiore.
Cada capítulo de la novela describe a alguien o algo que ha ayudado a crear el Jerusalén actual desde la época de David"
Simon Sebag Montefiore, escritor
"Cuando le dije a mi padre que iba a escribir este libro, me dijo que estaba loco", continuó el escritor. "Jerusalén es un lugar en la que si una de las culturas o religiones que conviven allí no se queda contento con la obra, me pueden matar".
"El desafío era escribir un libro que narrará la historia de esta ciudad desde un punto de vista neutral, y más cuando estoy tan vinculado, por familia, a una fuerte visión judía de la ciudad. Ya existen muchos libros que son propalestinos, procristianos o proisrealíes. Yo no quería escribir ninguna de esas novelas. Y además quería complacer a las personas correctas para que se vendiera", prosiguió Montefiore.
Muchos de los libros escritos por este autor han llegado a ser bestsellers a nivel mundial, publicados en 33 idiomas. Este último está traducido, por el momento a 14, incluido el hebreo.
Entre sus obras, cabe destacar Llamadme Stalin: La historia secreta de un revolucionario, novela con la que ganó el premio a la mejor biografía otorgado por el diario Los Ángeles Times entre otros galardones y de la cual se está rodando una película en la actualidad. Su primera obra, King's Parade, fue de ficción y la escribió en 1992.
"Jerusalén es un ejemplo de que la coexistencia más o menos pacifica de distintas religiones y culturas es posible, y eso se narra en el libro. Este hecho incluye por supuesto la convivencia entre israelíes y palestinos". Para él, "esta ciudad es un ejemplo de tolerancia". "No sé cuál será su futuro dentro de cinco o diez años, pero lo que es seguro, es que no se producirán grandes cambios y, quiero resaltar, que aunque sus habitantes no sean conscientes, deberían estar orgullosos de vivir como viven en Jerusalén", reiteró Montefiore.
En la actualidad, este famoso escritor vive en Londres con su mujer, la también novelista, Santa Montefiore, y sus dos hijos. Gran conocedor de Rusia, su próximo proyecto es un libro histórico sobre la dinastía de los Romanov, que abarcará 300 años de historia.
el dispensador dice:
el mundo humano tiene sus paradores,
lugares donde convergen personas,
sentidos y sentimientos,
intenciones y algunos lamentos,
dónde no importa de donde vienes,
de dónde eres, ni de dónde provienes,
podrás sentirte apabullado,
de estar en un hogar que no tiene parangón,
como en ningún otro lado,
curiosamente,
donde ninguna religión divide por pasados,
a pesar de los desencuentros y sus desencontrados,
descubrirás que en cada piedra,
hay un ancestro esperando,
podrás creer que es casualidad,
que en verdad nada ha pasado,
que allí no has estado,
que ningún otro ha andado,
llevando un pensamiento,
ni siquiera un recado,
sin embargo sentirás,
inapelablemente,
que allí has estado alguna otra vez,
y no sólo con la mente,
la imaginación o medios corrientes,
allí has estado presente,
de alguna otra forma, pero seguramente...
en ese mismo parador,
convergencia de tantas gentes,
podrás verte reflejado,
en otros rostros y en distintas frentes,
podrás ver que lo singular,
lo sencillo y lo prudente,
suele conducir a las fuentes,
un lugar donde no se bebe,
sino se impregna de intangibles tangentes,
que conducen a un paraíso,
donde ninguna religión es cuna,
de sentimientos vehementes...
de hecho, Dios no tiene,
ningún culto preferente,
y de ello dan testimonio,
ángeles y consciencias,
que van diseminando mensajes,
sin que nadie los atienda...
puedo asegurarte entonces,
que Jerusalem es uno de esos paradores,
a veces envuelta en temores,
otras tantas donde suenan voces tenores,
a veces testigo de los atroces,
donde nadie atina a comprender,
por qué allí la gente se detiene,
se emociona, siente que "algo" la retiene,
para más tarde descubrir,
que has tenido la gracia de pasar por allí,
de haberte sentido parte,
de algún lejano pasado,
diseñador de huellas en artes,
donde bueno es estamparte,
para nunca más escaparte,
de la gracia que expresaste.
Noviembre 09, 2012.-
Curiosamente, los paradores son lugares donde los cultos confluyen de modo intangible, por alguna razón etérea y superior, bien alejada de las rondas mundanas y de las otras humanas... allí se produce algo semejante a un nudo donde las diferencias se consumen en sí mismas, y donde se puede apreciar que cada ser humano contiene una pizca de la entidad divina, revelada en su propio destino... seguramente, el mayor parador de occidente se ubica allí, intentando extender una mano de concordia hacia el mundo humano, recordándole que de nada sirven las divisiones, los intereses, las conveniencias, ni siquiera las intenciones, y que sí es importante ser inocente y humilde ante todas las vertientes, porque la sangre que se contiene, apenas por un lapso limitado, tiene un profundo significado, en cada gracia revelado, según el destino escrito y mucho más en el otro trazado.
Si has tenido la gracia, y te ha sido revelado, que al pasar por "el parador", tu estrella has encontrado, libérate de las cargas de cualquier confusión del pasado, cuando llegues a tu cielo, ubicando tu propia estrella, verás que Dios recibe por igual a todos y cada uno de los que hubieran negado a sus prójimos, por el sólo hecho de estar al lado... allí, no hay ni negros ni blancos... tampoco hay judíos, musulmanes ni cristianos, ya que todos proceden de la misma fuente, y de la misma mano.
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