Hoy hace 70 años de la
muerte de Saint-Exupéry
. La desaparición del escritor en un vuelo de
/
reconocimiento en el Mediterráneo estuvo rodeada de misterio.
Hoy hace 70 años de la muerte de Antoine de Saint-Exupéry
Día 31/07/2014 - 13.47h
La desaparición del escritor en un vuelo de
reconocimiento en el Mediterráneo estuvo
rodeada de misterio. Su célebre obra
«El Principito» ha sido traducida a más de
250 idiomas
ABC
Hoy se cumplen 70 años de la muerte de Antoine de Saint-Exupéry. Ocurrió el 31 de julio de 1944, cuando se perdió la pista del autor de «El principito» por el Mediterráneo. El escritor, que era además un piloto experimentado,realizaba un vuelo de reconocimiento a bordo de un Lockheed Lightsning P-38 en la recta final de la Segunda Guerra Mundial.
Su cuerpo, perdido en la inmensidad del mar, cerca de las costas de Marsella, nunca se encontró. A lo largo de los años, se ha especulado mucho en torno a su misteriosa desaparición. Algunos incluso se atrevieron a aventurar un suicidio del escritor, pero con el tiempo fueron descubriéndose los detalles. En 1998, un pescador encontró entre sus redes una pulsera de oro con el nombre de Antoine de Saint-Exupéry y unos años después, un submarino rescató del fondo del mar los restos del avión que él pilotaba (restos que pueden verse en el Museo del Aire de Le Bourget, cercano a París).
Pero no sería hasta 2008 cuando se conseguiría cerrar el capítulo sobre la muerte del escritor. El piloto alemán Horst Rippert declaró ese año a un periódico francés que era el autor de los disparos que derribaron el avión. Él mismo había visto caer la aeronave al agua, aunque no sabía que habría pasado con quien iba dentro y aseguró que «de haber sabido que era Saint-Exupéry, no habría derribado ese avión».
Escritor en tiempos de guerra
Las experiencias como piloto fueron en la mayoría de las ocasiones la fuente de inspiración de Saint-Exupéry para sus obras. Nació en 1900 y su afición por la aviación ya se mostraba desde pequeño. Estudió Bellas Artes y aprendió el oficio de piloto durante su servicio militar en la aviación, aunque se dedicó a diversos oficios, entre ellos el de escritor.
En 1926 publicó su primera novela breve «El aviador» y consiguió un contrato como piloto de línea para una sociedad de aviación. Desde ese momento, cada una de sus experiencias se verían reflejadas en sus obras, como el accidente aéreo en el desierto del Sáhara que inspiró su obra «Tierra de hombres» y ganó numerosos premios en Francia y Estados Unidos. También escribió «Piloto de guerra» (1942) o «Carta a un rehén», entre otras obras. En Nueva York dedicó parte de su vida a un retiro literario en el que escribió «El Principito», en 1943.
Ese mismo año se incorporó a las fuerzas francesas en África del Norte y retomó las misiones desde Cerdeña y Córcega. Fue entonces cuando se encauzó en la que sería su última misión...
Las adaptaciones del «Principito»
La fábula infantil ilustrada por él mismo fue la que le dio la fama mundial a Antoine de Saint- Exupéry. Inspirado en su accidente en el desierto, su propia experiencia le llevó a crear el argumento de «El Principito».
La fama del libro aumentó tras su muerte y hoy en día es el libro en francés más leído y traducido. Son más de 250 los idiomas en los que es posible leer la obra, y también se encuentra en el sistema braille. El último idioma en sumarse a esta larga lista, coincidiendo con el aniversario de la muerte del autor, ha sido el otomí, una lengua indígena del Valle del Mezquital, en México.
A lo largo de estos últimos setenta años la historia del Principito se ha llevado al cine, a series animadas, obras de teatro, musicales; incluso el pasado mes de julio se ha inaugurado el primer parque temático sobre el personaje, «Le Parc du Petit Prince» en la región de Alsacia, en Francia.
El Principito, traducido del francés a 250 lenguas... es un libro "universal", que curiosamente, revela una cultura exquisita, una mística reveladora, y al mismo tiempo, una cosmogonía matemática que no pertenece ni encaja con nada que exista en la Tierra... indudablemente. Antoine de Saint-Exupéry, si bien tenía forma humana, trascendía largamente todos los humanismos...
aquel 31 de julio de 1944, era un día como cualquier otro... era un hoy para aquel piloto de zodíacos inexistentes... e iba a imponer un eterno ayer que envolvería, de allí en más, a cualquier lector de páginas sublimes... porque nadie puede despegarse de los sentimientos latentes de un autor, que aún no estando, permanece de cara a las eternidades planetarias...
ése 31 de julio de 1944... comenzó a tejerse el ayer de la vida de Antoine de Saint-Exupéry... un ayer que permanece atado a todas y cada una de las almas que han recorrido sus letras, sus obras, sus páginas, sus sentimientos llovidos sobre renglones... a pura mano... sin teclas... sin pantallas... sin recortar y sin pegar... o lo que es lo mismo, pura esencia nacida de un pensamiento sutil y pura fuente nacida de un alma "más que profunda"... un oasis de los desiertos del pensamiento humano...
fue piloto, pero podría haber sido buzo de profundidades abisales... ya que sabía cómo sumergirse dentro de sí mismo, cruzando los umbrales, para regresar con esferas ideales... mensajes para el alma humana... mensajes velados para ciencias extraviadas... alquimia de letras y números, haciendo químicas solares de elementos que permanecen sin ser descubiertos... portador del don de ver detrás de cualquier horizonte... portador del don de volar sin necesidad de las alas y los motores a explosión...
aquel hoy... 31 de julio de 1944, comenzó a escribirse una historia con nombre, letra y música celestial... un artilugio de los hados... sosteniendo el ayer de alguien para ser presente en todos los posteriores... un presente que se replica a sí mismo sin que nadie logre desentrañar qué es lo que sucede en cada espíritu luego de darse un baño de letras de Antoine de Saint-Exupéry... ¿francés?... universal y eterno... ya que será leído aún cuando la humanidad se extinga. AGOSTO 01, 2014.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario