¿CÓMO EXPLICARLE?
el dispensador dice:
era tal como lo soñé,
azul intenso,
cielo inmenso,
plantas atentas,
como geranios en mis venas,
ecos de abuelas,
silencios y velas,
Marruecos, desiertos y estrellas,
galaxias sin huellas,
sin sombras ni penas,
alguien esperando verla,
alguien queriendo volver,
patios de soledades que rezan,
un Dios que observa,
un ángel que se esmera,
una consciencia que está más allá de las quimeras,
de la esquina y del grito que no suena,
palabras que no se dicen,
pronunciamientos que quedan en ideas...
¿cómo explicarle que no tomo café?,
apenas me cae bien el té,
el horizonte abierto,
y aquel que por distancias no se logra ver,
no tengo ojos para este mundo,
al que sólo vine por FE,
encontrándome que pocas cosas son como se ven,
que siempre hay un recodo que atrae como la miel,
que es agrio al vientre de aquel que lo prueba,
que luego como mochila con piedras...
¿cómo explicarle que soy alma de estrellas?,
¿cómo decirle que estoy de paso,
que debo regresar a ellas?,
¿cómo decirle que estos aires no me pertenecen?,
que prefiero el frío helado,
el calor que a cualquier espíritu estremece?...
me levanté del sueño y emitir palabra,
a veces el silencio me desborda el alma,
y simplemente me fui hacia aquel azul,
que me llamaba... como si fuese una llama...
allí entendí por qué la Tierra es plana,
porque en el paraíso,
sólo hay almas.
AGOSTO 28, 2014.-
DEDICADO A los 100 años de la aparición de la Virgen de Schöenstatt.
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