DEMASIADO
el dispensador dice:
demasiado inmensidad para tanto apuro,
demasiada distancia,
poca alma para tanto susurro,
tierras desprendidas haciendo lo suyo,
ojos urgenciados por tanto estornudo...
no se puede andar rápido en la cima del mundo,
te comen los dioses...
cuando descubren que se exudan cianuros,
pretenden la paz,
quietud de xilofón de piedra...
miradas que parten pero que nunca llegan,
permanecen flotando como aquel que se entrega,
buscando con ansias el abrazo del que no regresa...
olores que se apiadan,
fragancias que se plasman sin que haya consciencia,
silencios propios de enseñanzas de abuela...
demasiada soledad,
demasiada tierra,
así es la vida... cuando el hombre descubre...
su verdadera pertenencia.
AGOSTO 12, 2014.-
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