sábado, 9 de agosto de 2014

HILOS DE PLATA ► Del falso amor y sus salvadores | Actualidad | EL PAÍS

Del falso amor y sus salvadores | Actualidad | EL PAÍS





Del falso amor y sus salvadores

Oteen a su alrededor: ¿Cuántas parejas hastiadas, cuántos veranos de aburrimiento bajo la sombrilla?"



El amor no es lo que era. Permítanme una cursilería al año, que no hace daño. El amor, hoy, casi ni es. Hay líos, rollos, flechazos, convivencias en pisos diminutos, algunas bodas-fiestón, rutinas de falsa sonrisa, bebés llorones y noches de insomnio, cuernos, malos rollos, whatsappsa escondidas, separaciones, pequeños triunfos de la reconciliación, batallas que gana la rutina y el tiempo. Pero amor, amor, amor, que decía el perfume... de eso hay bien poquito.
No es invención. No es despecho (ni va por ti, listillo). Oteen a su alrededor. ¿Cuánto amor ven? ¿Cuántas parejas hastiadas, cuántos veranos de aburrimiento bajo la sombrilla? Bueno, quizá sea el sopor pos-siesta, pero no se ve demasiado buen rollo, seamos sinceros. Se acabó el cuento, princesas Disney.
Al final tendrán razón Manuel Alejandro y, como siempre, la Jurado. ¿Se nos rompió el amor de tanto usarlo? ¿No nos estaremos pasando? Las pelis son románticas. Todos los destinos, los lugares, las ciudades, te enamoran. El chocolate es pura pasión y las piruletas más ricas tienen forma de corazón (¿siguen existiendo las redondas?) ¡Pero si hasta los osos son amorosos! Vivir así es morir de amor, pero por empacho.
Eso es abusar. Ni Hello Kitty sobrevive rodeada, ahogada, por tanto amor. Y por si para buscarlo no nos valía con todas las webs de ligoteo, ahora hasta Alonso Aznar Botella (por sus apellidos le conoceréis) va a lanzar al mercado una aplicación para ligar. Estos chiquillos ya no saben de qué montarse la start-up y juegan con nuestros quebradizos corazones.
Sólo hay unos que se están salvando de la quema. Que nos hacen creer un poco, un poquito. Unos por los que nadie daba un duro hace una década hoy nos asombran. Resulta que ahora Brad Pitt y Angelina Jolie son la más pura representación del más puro amor. ¿Alucinando? Pues sí, ellos han venido a demostrarle al mundo —o a intentarlo— que son el romanticismo en persona.
No es por su media docena de chiquillos ni por esa boda eterna que siempre posponen. No. Es que ahora se escriben cartas. De amor. A mano. Por favor, ¿qué decir? Si es que deja boquiabierto. En esta era, en la que hasta enviar un ramo de flores está a tres clics —tipo de flor, código postal, número de tarjeta—, lo de las cartas manuscritas es conmovedor. La máxima expresión del género epistolar en 2014 eran los mensajes de Facebook, cuatro o cinco párrafos, algunos hasta con tildes y mayúsculas. Y los Brangelina presumen de que entre rodaje y papilla, si están lejos, se escriben. Para mantener la llama (¿tan difícil será mantenerla con Brad Pitt a tu vera?).
Cartas. Letras a mano. Ni teclas, ni papeleras de reciclaje ni control+alt+supr. Simplemente lápiz y papel, todo viejuno, sin mánagers ni asistentes —bueno, quizá alguien les pegue el sello y se las eche al correo, pero de eso Angelina no ha dicho ni pío—.
Claro, que todo puede ser marketing. Más cerca de la auténtica estrategia que del amor verdadero.
el dispensador dice: en el Tibet les llaman hilos de plata, pero en verdad son hilos de un tejido invisible... un tejido que une a las personas mediante la química de sus afectos... algo que se siente y que nadie sabe cómo definir, porque en verdad no hay palabras para hacerlo... tratándose de un "sentimiento" que excede el ámbito de las palabras... un puente que se cruza bidireccionalmente, mediante hechos, no necesariamente con palabras sino mejor aún... mediante el ejercicio de los silencios, que dan forma a un pentagrama celestial que explica tanto los encuentros como las circunstancias que reúnen a las partes para un concurso singular que se traduce como "vivir", reuniendo afinidades polares...

el mundo actual anda urgenciado, apurado, condicionado por los medios y sus mediatismos tergiversadores de valores... entonces, el mundo de las gentes se nutre de todo aquello que aturde y confunde...

entonces el afecto genuino, que alguna vez se tradujo como "amor"... hoy lo hace como "sexo"... como "oportunismo" que quiebra los fundamentos de la amistad y sus vínculos, ocupándolos con vínculos que padecen arritmias, y que están muy expuestos a sufrir todo tipo de afecciones que los convierten en demasiado efímeros, demasiado cortos, justamente porque las urgencias atropellan a las personas dando vuelta el sentido de las cosas que la vida impone como momentos, instantes y circunstancias, oportunidades que se hilvanan y se deshilvanan de un momento para el siguiente, sin que los actores atinen a comprender qué los unió y qué los desunió, aceptando que todo se evapora delante de las miradas...

es como si los hechos estuvieran asumiendo vida propia... despojándose de sus actores que se tornan descartables, desechables de sí mismos... algo semejante al agua en ebullición... algo semejante a la leche en su punto de hervor...

el amor verdadero ha pasado a ser cuestión de cuentos... de poemas... de escritos perdidos y otros extraviados... relatos de fantasías vinculantes... dejando lugar al lado oscuro de Montescos y Capuletos combatiendo por sus soberbias vanidosas, mientras el amor legítimo de sus hijos sucumbe ante las miserias de los "miserables" que teniendo ojos no ven, teniendo oídos no oyen, teniendo consciencia la desconocen, teniendo alma la niegan... cuestión de monedas... traducido, mucho marketing que no deja nada, que siembra conflictos, que confunde a los actores trastocándoles los roles... pretendiendo que la mujer sea varón y que el varón sea mujer, sin asumir que ambos tienen un rol bien definido en el hecho humano, cada vez más disperso y desintegrado...

mucho mensaje rápido... que evita que se escriban cartas de amores nacidos en el alma...

mucho apuro por ser más que el otro...

la competencia no es buena... no suma... siempre resta... y deja a los actores sin sus respectivos mañanas... disminuyendo la envergadura de sus futuros, desdibujando el sentido de las gracias dentro de los destinos...

como sea, como se lo interprete, donde no hay hilos de plata genuinos... los humanos se tornan en dinosaurios depredadores versus los dinosaurios herbívoros, comiéndose unos a otros para luego ir tras la próxima víctima... más allá, donde los afectos no son legítimos, todo se vuelve una cuestión de hormonas agitadas que dan o quitan vida al rol de penes inquietos o vaginas alteradas, caducando tan rápido como se habían atraído... sexo sin capacidad de convivencia da lugar a las intolerancias...

donde el amor es falso... no hay salvación ni tampoco salvadores... porque los hilos de plata, cuando se cortan... no se pueden anudar, ni siquiera empatillar... AGOSTO 09, 2014.-

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