domingo, 10 de agosto de 2014

DIARIO DE MATE Y GALLETA DE CAMPO ► “Hay que ir a un capitalismo que priorice el bien común” | Actualidad | EL PAÍS

“Hay que ir a un capitalismo que priorice el bien común” | Actualidad | EL PAÍS

CONVERSACIONES CON FUTURO | VICTORIA CAMPS

“Hay que ir a un capitalismo que priorice el bien común”

La filósofa reivindica "más pensamiento" en un mundo acelerado por las tecnologías



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Victoria Camps, en su despacho, en su casa de Sant Cugat, Barcelona. / VICENS GIMÉNEZ


Victoria Camps es una mujer que reivindica la calma, la lectura, la reflexión, el pensamiento. “Yo creo que la gente echa de menos el silencio”, dice en la silenciosa sala de estar de su silenciosa casa de Sant Cugat, a las afueras de Barcelona, rodeada de cuadros y libros, muchos libros. La filósofa barcelonesa participó en junio en unas jornadas en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) en las que se analizaba el impacto de Internet en nuestras vidas. Reivindicó la pausa, el silencio y la soledad. “Necesitamos más pensamiento”, sostiene. “Vamos tan acelerados en todo que lo difícil es tomarnos un tiempo para reflexionar, discutir, escuchar a los demás y contrastar las opiniones antes de tomar una decisión”.
La autora de El gobierno de las emociones (Herder), obra con la que en 2012 consiguió el Premio Nacional de Ensayo, observa la realidad desde su multidisciplinar trayectoria profesional. Profesora emérita de Filosofía Moral y Política de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha hecho incursiones en la política —fue senadora del Partido Socialista de Cataluña de 1993 a 1996—, los medios de comunicación —consejera del Consell Audiovisual de Catalunya de 2002 a 2008— y la bioética —es miembro del Comité de Bioética de Cataluña—. Discípula de José Luis Aranguren, su última obra es Breve historia de la ética (RBA). La ética, uno de sus grandes caballos de batalla.
Pregunta. ¿Andamos cortos de ética para hacer frente al mundo que viene?
Respuesta. Tenemos más principios éticos de los que somos capaces de cumplir. Lo que nos falta es voluntad y valentía para actuar en consecuencia con lo que decimos que creemos. Por eso yo abogo por la ética de las virtudes, porque pienso que el problema está en las personas, no en la falta de discurso.
P. Los avances que se están produciendo en campos como el de la genética nos van a situar ante importantes dilemas éticos. ¿A qué retos nos vamos a enfrentar?
R. En el campo de la genética lo más importante es poder manipular los genes con fines terapéuticos. Los límites son imprecisos. Los padres que quieren tener un niño porque solo han tenido niñas, ¿qué hacen?, ¿dónde colocamos el límite?
P. ¿Dónde lo colocamos?
R. Yo no puedo decir aquí, depende de los casos. Pero el límite está en el sentido común. Hay que poner límites.
P. Tras participar en las jornadas del CCCB, ¿a qué conclusión llegó? ¿Adónde nos conduce esta nueva era digital que lo está cambiando todo?

No hay trabajo para todos, hay que reorganizarse: quizá, trabajando menos y ganando menos
R. Yo creo que es muy positiva. La comodidad de tener un teléfono a mano, de obtener información de cualquier cosa o de comprar por Internet no tiene por qué llevarnos a una forma de vida muy diferente si sabemos añadir ese modo de comunicarnos a formas de vivir que siempre tuvimos.
P. En su libro Virtudes públicas, que publicó en 1996, reflexionaba usted acerca de una cierta indiferencia ante la vida en común y la política que se produce en la sociedad cuando hay libertades y bienestar.
R. La indiferencia hacia el bien común es un defecto tanto de la política como de la sociedad civil. La formación que tenemos dentro de una economía que fomenta el egoísmo, la competitividad y los beneficios materiales hace personas muy individualistas que ponen por delante el interés privado, el interés corporativo; y aquí también pienso en el interés partidista de los partidos políticos. Ese interés privado elimina casi totalmente el bien común, que en política es absolutamente fundamental. Uno de los defectos de nuestra democracia, que es muy partidista, es no pensar en el bien común, no pensar más allá de las próximas elecciones, de modo que los proyectos siempre son a corto plazo. Y, en general, la ciudadanía actúa poco como ciudadanía.
P. En los últimos años sí que parece que una parte de la ciudadanía se ha movilizado. ¿Hacia dónde cree que caminamos, hacia un mayor individualismo o todo lo contrario?
R. La indiferencia o apatía hacia lo común es muy habitual en épocas de bienestar o de bonanza. La crisis económica pone de manifiesto mucha miseria, mucha desigualdad, y eso ha llevado a las personas a unirse. Ha sido el rasgo más positivo de la crisis, han proliferado los movimientos sociales, la gente se ha asociado. Ha habido asociaciones muy altruistas, como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, o la de los afectados por las preferentes; pero la pregunta es: ¿eso se perderá en el momento en que se supere la crisis?

Queremos que todo sea gratuito de la mejor calidad, pero eso es imposible: hay que racionar las prestaciones
P. Usted ha escrito mucho sobre el descontento ciudadano, los recortes, la connivencia de política y mercado, la lejanía de los partidos políticos. En ese contexto, ¿hacia dónde cree que camina la izquierda?
R. La izquierda es la que más desorientada está en estos momentos: tiene que luchar por la igualdad. Lo que se ha producido desde los años ochenta en el mundo occidental ha sido el crecimiento exponencial de las desigualdades. Los más ricos cada vez son menos y acumulan más riqueza y el resto cada vez se empobrece más. Es verdad que se ha mantenido un modelo social en Europa, el Estado de bienestar, defendido por la izquierda. Pero una vez conseguido, hay que sostenerlo, y la izquierda no sabe cómo hacerlo.
P. ¿El Estado de bienestar corre el riesgo de acabar siendo un mito perteneciente al siglo XX?
R. No lo creo. Eso diría muy poco de nuestra lucidez mental. No podemos prescindir de una sanidad y una educación públicas; los desempleados deben recibir una compensación. No vamos a dejar que nos arrebaten eso. Otra cosa es de qué manera se mantiene. En sanidad, las nuevas tecnologías permiten hacer cada vez más cosas y nosotros queremos que todo sea gratuito y de la mejor calidad, pero eso es imposible: hay que racionar las prestaciones, establecer prioridades, y eso es duro, y poco popular. Ningún político lo quiere hacer.
P. ¿Y qué habría que hacer?
R. Afrontarlo con valentía y determinar qué es lo imprescindible y qué no. Y educar a la gente a que aquello que no es imprescindible, que se lo sufrague cada cual.
 Victoria Camps estima que la desigualdad es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. Reclama medidas ante el desempleo: “No hay trabajo para todos, hay que reorganizarse: quizá, trabajando menos y ganando menos”. Asegura que la tesis liberal de que, cuando la riqueza crece, en general, todos ganan, ha sido desmontada. “No ganamos todos; unos ganan mucho más y los demás perdemos”.
P. ¿Considera que está en cuestión el sistema capitalista?
R. Yo creo que no. Hay alternativas que habría que considerar. A mí la que más me convence hasta ahora es la llamada economía del bien común que promueve Christian Felber. Es una forma moderada de corregir los despropósitos del capitalismo e ir hacia un capitalismo de más cooperación que ponga por delante el bien común. No todos los beneficios de las empresas tienen que revertir en el interés corporativo, sino que hay que pensar en el bien de todos y establecerlo por ley.
P. Usted ha escrito sobre esa imparable necesidad de satisfacer deseos que tenemos en este mundo en que vivimos...
R. Eso es algo que el mercado inculca: satisfacer los deseos más inmediatos y lo más rápidamente posible. Y nosotros, con nuestra forma de maleducar a nuestros hijos, lo fomentamos: piden una cosa y se la damos enseguida. 
P. Parece que esa necesidad condujera a una sociedad de seres ansiosos.
R. Recuerdo a un sociólogo, Robert Bellah, que decía: hoy, la división de las clases sociales no es entre clase baja y clase alta; en medio está la clase ansiosa, angustiada; creo que la clase angustiada cada vez crece más. No sólo por cómo llegar a fin de mes, sino por estar instalados en una vida de precariedad total que es algo muy propio de las generaciones más jóvenes, que no saben si el empleo les va a durar y tienen que posponer sus planes de futuro, los hijos, la compra de una casa. Es algo sobre lo que hay que reflexionar.

Cuatro ideas

  •  ¿Un libro? Sobre la libertad, de John Stuart Mill. Creo que es una visión liberal de la libertad, que es la que hoy tenemos todos. Y es muy exigente con la libertad individual. 
  • ¿Una cita? “La persona ejemplar es aquella que sigue intentándolo aunque sabe que es en vano” (Confucio).
  • ¿Una voz que debería ser escuchada? La del papa Francisco. Está rompiendo con los esquemas vaticanos en sus gestos y en las reformas que está emprendiendo. Ha sido una sorpresa.
  • ¿Una idea o medida concreta para un mundo mejor? Intentar que las grandes desigualdades se corrijan.
...

el dispensador dice:
- te lo dije, este mundo se ha vuelto demasiado raro... muchos locos sueltos ejerciendo el poder en estados de demencia senil y de las otras, reprsentando una especie de Alzheimer del poder que se traduce en estados ausentes que atropellan a los ciudadanos, en sus derechos como tales, pero también en los otros, los derechos humanos...

pava a temperatura justa conservando agua caliente... mate preparado con yerba fina sin palo, mezclada con yuyos andinos... galletas de campo con buena sémola... crocantes... acompañando la reflexión...

- este mundo se ha vuelto invivible, demasiado nazi para mi gusto... y curiosamente, el nazismo ha avanzado sobre sociedades indefensas de cualquier índole o factor, viéndose atropelladas por aquellos que decían defender los principios de las democracias, las libertades, los derechos, la justicia, y otras yerbas sin mates... sí, los "aliados", que han resultado un montón de cínicos que han mentido la historia humana desde el segunda guerra para adelante, pero también para atrás, hasta llegar a esto...

mates que van y vienen... galletas que crujen entre dientes apenados... atribulados por realidades que contrarían cualquier sentido común...

- fijate que hasta le dan la derecha a los especuladores que se comieron las hipotecas de gentes indefensas nacidas en el seno del sueño americano, ahora convertido en pesadilla, disimulada por y desde las corporaciones de medios, que le venden al mundo irrealidades que sirven para confundir y aturdir... no más que eso, pero permitiéndole a los políticos ganar tiempo y patear los problemas hacia ninguna parte... para proporcionar siempre un más de lo mismo... muchas promesas... ningún hecho social genuino, mucho menos positivo...

- sí, pero tené en cuenta que dicha estrategia proviene del imperio que la ha impuesto como modelo para devorar a los inocentes, a los anónimos, a los mortales que se ven consumidos en sus voluntades a manos de unos pocos cínicos y perversos que juran por Dios y una patria que para los intereses no existe, ya que dicho juramente sucumbe ante un mundo donde no hay fronteras ni banderas, al menos no para las corporaciones y sus felpudos, los políticos y los obsecuentes del "sí, señor"... "lo que Usted mande señor"... sin desplegar convicción alguna, demostrando que la dignidad la tiraron por la ventana hasta que aparezca el próximo patrón de sus veredas...

mates que se van entibiando... galletas que se tragan, como para digerir lo que se conversa...

- decían que el comunismo no sirve... decían que el socialismo es una mentira... pero este capitalismo, en menos de dos décadas, se ha devorado el mundo humano, transformándolo en un campo de concentración globalizado... para ir por más... arrogándose el derecho de decirle a cada quien, qué es lo que deben creer, cómo deben pensar, con quien se pueden acostar, esclavizando y condicionando los derechos a la vida, elementales...

- justamente, el imperio se precia por estar conducido por un demente que se erige como dueño del mundo, colocando bajo suyo a un montón de idiotas que hacen las veces de políticos, ejerciendo el rol del "malo" que representa a los intereses de un dinosaurio T.rex... que necesita matar para comer permanentemente... nada distinto al minotauro... exhibiendo una hipocresía que va en contra de la naturaleza, de la propia raza humana, de la propia creación y hasta de Dios...

- el imperio no tiene Dios, se escuda en él... y en las mentidas sagradas escrituras... pero no cree en nada más que aquello que lo alimenta... ¿no ves que sólo saben hablar de dólares, euros y libras?, dejando en claro que para ellos, lo que no se cotiza no sirve...?... ellos están acostumbrados a comprar y vender esclavos, por eso cultivan las redes de trata que luego niegan... y hasta dicen combatir... pero que alimentan las cajas negras de sus estados ausentes... ¿no ves que al dueño del imperio le llevan niños y niñas para que satisfaga sus bajos instintos?...

- triste verdad, peor realidad...

mate ya frío... migas de galletas...

- mirá, el imperio está al caer... lamentablemente se llevará puesto al planeta entero... replicando aquella figura de Hitler golpeándose el pecho... pero arrastrará a la humanidad a una tragedia mayúscula que nadie quiere, pero que tampoco se puede evitar, no a estas alturas donde cada uno sobrevive como puede y se defiende como puede... 

- Naciones Unidas es una mentira al igual que todos los organismos internacionales...

- hace falta un mundo sin monedas...

- hace falta un mundo donde los seres humanos prioricen y cultiven los humanismos, asumiendo que la humanidad es una sola, compuesta por hombres y mujeres que tienen derecho a creer en lo que se les antoja, siempre y cuando no vivan haciendo daños a terceros inocentes... donde los humanos reciban por derecho de nacimiento, acceso libre a la salud pública... a la educación pública... al techo propio, digno... a lo básico y fundamental para transitar la vida sin creerse lo que no es, o creerse mucho más de lo que es...

- todos van al baño caminando...

- tenés razón, el imperio está al caer... 

- sí, porque se olvidó del bien común... omitió la cultura y sus geometrías... las gracias que se reciben desde Dios para transitar los tiempos respirables...

- sí, este imperio cree que el mundo es una plantación de algodón llena de esclavos que se compran en cualquier lugar del mundo...

- por eso no puede durar mucho...

- ojalá...

- mirá, cuando los estados le dicen a la gente qué deben hacer, invadiendo sus consciencias, atropellando sus culturas... se terminan comiendo a sí mismos...

- mucha depredación de almas humanas...

- hay que hacer un mate nuevo... reforzando la dosis de galletas de campo... 

- mucha alambrada, mucha tranquera... ninguna dignidad...

- no se puede contener a la sociedad humana sumida en la frustración de saberse negada permanentemente...

- donde no hay valor... no hay ética... no hay fuente... no hay esencia... no hay reconocimiento legítimo del valor intrínseco del prójimo, del otro, de cada uno...

- es que para ellos lo único que vale son las monedas que sostienen sus economías quebradas, igual que sucedía con los reinos europeos durante los tiempos de la conquista...

- todo muy medieval y oscurantista... inquisidor...

- mirá que curioso... el imperio no cree en el futuro de sus propios hijos... 

- es que no le importan ni sus hijos ni los ajenos... porque el dinosaurio T.rex necesita comer hoy... ya que carece de neuronas para dimensionar la importancia de un meteorito imprevisto haciendo impacto en la Tierra, hasta darla vuelta...

- eso va a suceder con el SOL y los polos invertidos, prontito...

- Dios te oiga...

- este mundo necesita ser refundado por seres humanos que tengan como altar... los valores del espíritu de las cosas...

- me voy para la cocina...

... mate nuevo. AGOSTO 10, 2014.-

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