«Rezo día y noche por que estéis bien»: así es la carta hallada del legionario romano
Día 22/08/2014 - 14.17h
Hace 1.800 años, Aurelio Polión estaba
desesperado por saber, desde la actual
Hungría, cómo estaba su familia en Egipto
UNIVERSITY OF CALIFORNIA, BERKLEY'S BANCROFT LIBRARY
Podemos atisbar el corazón de un soldado de la legión romana. Mientras Virgilio muere en Bríndisi, el poeta Antonio Colinas hacía escribir al moribundo legionario romano de su poema: «No quiero que me entierren bajo un cielo de lodo, /que estas sierras tan hoscas calcinen mi memoria. / Oh dioses, cómo odio la guerra mientras siento / gotear en la nieve mi sangre enamorada». Ahora, un suceso real, acontecido hace más de 1.800 años a un soldado romano, viene a ilustrar los sentimientos de aquellos reclutas que combatían a miles de kilómetros de su tierra natal con sus propias palabras.
El soldado que protagonizó este suceso era de origen egipcio y se llamaba Aurelio Polión. Servía en Europa en la legión romana en los albores del sigloo III y conocemos su historia porque escribió a casa, desesperado, y esa carta que fue hallada hecha trizas en una excavación cerca del Nilo acaba de ser descifrada por un estudioso,Grant Adamson. En la misiva Polión se muestra muy preocupado -y probablemente está herido- porque no tiene noticias de su familia en Egipto desde hace bastante tiempo. Ha escrito seis cartas antes y no ha recibido respuesta. Ansía volver a su patria. Envía esta no ya por el correo militar romano, si no que se la confía a un ex militar, Acutius León, y en el reverso escribe instrucciones de entrega.
Emociones de un soldado
La carta, escrita en griego, que apareció en un templo de época romana junto al Nilo en 1899, muestra de forma muy gráfica las emociones del legionario romano como una carta hoy mostraría a cualquier soldado de nuestro tiempo desplazado en cualquier país extraño para combatir, como un ser humano en medio de un mundo en guerra, cuyas preocupaciones no se limitan a su situación personal sino que también se centran en sus seres queridos.
Polion escribe a su hermano, su hermana y a su madre, una panadera. Si lo hace en griego es, probablemente, porque ellos no sabrían mucho latín y porque escribir en egipcio sería menos práctico o seguro. Lo que sus palabras revelan es que está desesperado por volver a abrazarlos. Redacta en estos términos:
«De Aurelio Polión, soldado de la legio II Adiutrix, para Heron su hermano y Ploutou su hermana y su madre Seinouphis la panadera y señora (?) muchos saludos. Rezo día y noche para que estéis bien de salud y siempre imploro a los dioses por vuestro bienestar. No he dejado de escribiros pero vosotros no me tenéis presente. Yo cumplo con mi parte escribiendo siempre y no dejo de pensar en vosotros y os llevo en mi corazón. Vosotros no me escribís ni me contáis cómo estáis, o qué tal vuestra salud. Mi preocupación es tanta porque aunque no habéis dejado de recibir mis cartas con frecuencia, no me habéis escrito para que yo sepa cómo...»
«Me tratáis como a un extraño»
«... mientras estoy lejos en Pannonia os he mandado [cartas] pero me tratáis como a un extraño. Yo me fui ... y estáis contentos... Os he mandado seis cartas. En el momento en que me tengáis (?) pensamiento, obtendré permiso del consular [el comandante] y podré volver con vosotros para que sepáis que soy vuestro hermano. Porque yo no pedí (?) nada vuestro para el ejército, pero yo os culpo porque aunque yo os he escrito ninguno de vosotros (?)... tiene consideración. Mirad, vuestro (?) vecino ... Soy vuestro hermano. Escribidme también. Cualquiera de vosotros... mandadme su... a mí.Saludad a mi padre Aphrodisios y a Atesio, mi tío... su hija... y su marido Orsinouphis y los hijos de la hermana de su madre, Xenophon y Ouenophis alias Portas»
Polión, destinado a la provincia de Pannonia Inferior, en Aquincun (Hoy Budapest)debió de ser trasladado, ya que su unidad estuvo activa entre su cuartel general y Bizancio. El investigador Adamson afirma en la página web del Rice Institute, en una información deDavid Ruth que «Polión estaba alfabetizado, sabía escribir y eso resultaba raro en aquel entonces, pero su ortografía y su gramática griega eran irregulares, lo que hizo su transcripción mucho más difícil», ya que el papiro tiene muchas partes perdidas. Seguramente sería políglota, capaz de hablar en egipcio y griego con su familia antes de alistarse y después de dominar el latin para cumplir su trabajo en la legión romana.
Grant Adamson la descifró en el verano de 2011 y no ha sido hasta ahora cuando ha terminado de editar y publicar su trabajo. El investigador es un graduado del Rice Religious Studies. La carta estaba catalogada brevemente pero sin estudiar a fondo. Se encuentra en la Universidad de California, en la Berkley’s Bancroft Library.
«Fue uno de los muchos documentos que los responsables de la expedición de 1899 Grenfell y Hunt, excavaron», recuerda Adamson. «Pero su mal estado de conservación impidió que desde hace cien años nadie le dedicase un estudio como este», añade. Muchas de las partes perdidas hacen trozos del texto ininteligible y nunca podrán recuperarse.
La datación ha sido establecida gracias al tipo de letra y algunos rasgos específicos. «La datación de los antiguos papiros es especialmente difícil salvo que la fecha esté mencionada en el texto, aunque se puede realizar una aproximación por el estilo de letra». Pero el investigador añade que otra pista es el mismo nombre de Aurelio, que el soldado podría haber adoptado en 212 como parte de una natulalización general de nuevos ciudadanos romanos. Además, la referencia al consular, al comandante de su unidad, es otra pista, porque sugiere una fecha posterior a 214, cuando la provincia de Pannonia Inferior empezó a estar bajo gobierno consular.
Papiros, momias y cocodrilos
el dispensador dice:
siempre hay una carta perdida,
que no alcanzó destino alguno,
a pesar de ser escrita,
entre lágrimas y sensaciones de lejanías,
distancias no queridas,
extravíos de mentes perdidas,
espadas que suenan,
mientras los escudos se agitan,
en batallas donde otros gritan,
donde todos pierden,
tantos dominados como los que creen que dominan,
porque ningún imperio piensa,
apenas si es oportunista...
y alguien encuentra,
entre las arenas dormidas,
entre momias que no se miran,
un sentimiento hecho letra,
un puente que se estira,
entre el tiempo que se dobla,
entre destinos que se evaporan,
entre extremos de distantes lejanías,
amores frustrados,
momentos desencontrados,
circunstancias que no hallaron sus días,
a las que se les fue la vida,
mediante un escrito que nadie leería...
¿dónde quedó el legionario?,
entre dunas jamás dormidas...
¿permanecen sus sentimientos?,
desde luego...
ningún amor se extravía,
cuando a pesar del horizonte lejano,
amanece conectado,
al otro extremo... que aún brilla.
AGOSTO 23, 2014.-
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