el dispensador dice: ¿cuánto cuesta alzar la cabeza?... ¿cuánto cuesta mirar el cielo nocturno?... ¿cuánto cuesta alzar la vista hacia el cielo taciturno?... ¿cuánto cuesta discernir que el cielo es más que profundo?... ¿cuánta cuesta diferenciar lo eterno de lo rotundo?... ¿cuánto cuesta separar la verdad de las excusas que envuelven el mundo?... ¿cuánto cuesta tomar consciencia de que el amor genuino hace la diferencia?... ¿eres tú?... ¿eres paciencia?... ¿eres resignación o eres clemencia?... ¿eres oportunismo o eres sapiencia?... finalmente, ¿dónde está tu esencia?... ¿has encontrado lo que buscabas o estás presente en ausencia?... ¿te han defraudado otras consciencias?... ¿te han decepcionado otras impaciencias?... hay demasiadas ansiedades que cubren los ojos y restan sapiencia... cuando desesperas, observas el cielo pero no distingues los azules de la distancia que te carcome mientras te alejas... luego el apuro... más tarde la urgencia... y transitas la vida apagando incendios cuyos fuegos son cenizas de briznas que arden mientras te queman, pero no es la piel, es la consciencia atrapada en una larga emergencia, donde nadie acompaña, donde la palabra es hueca, donde lo solidario anida detrás de la reja, y donde la compasión huele a queja, entonces es la misericordia la que se esfuma detrás de cada sombra y de cada huella...
hay un sentido en cada paso como lo hay en cada estrella, pero si no haces lo que debes, tú no estarás en ellas... y te buscarás adherido a algún tiempo, sin comprender que lo que pasa, simplemente no regresa... ¿y la estrella?... sigue esperando que la admires y la tomes para el siguiente ocaso que permanece latente, hasta que tu llegas... y luego pasas, así no más, sin siquiera verla... y ella aguarda que despiertes acercándose a tu espíritu, golpeando tu propia puerta, y sigues ensimismado, respirando una sopa de letras...
¿dónde estaba la constelación de la que hablaba la abuela?... ¿de dónde era la luz de la galaxia que marcaba el norte mientras acunaban la niñez que parecía bella?... de pronto un remolino llamado vida, se llevó todo lo que había en el sueño, y también la necesidad de verla... y ya no hay cielo porque hay cinismos que de tanto arreciar... atropellan... los ancestros se han ido y sólo los vacíos dominan la escena... son demasiadas las cosas que nadie cuenta... y a medida que te sumerges en el tiempo, avanza la soledad que parece quitarte el aliento, pero es prudente seguir, porque el devenir trae su desconcierto, y tu andas con tu violín a cuestas, sin música y a puro silencio... como haciendo que piensas la incertidumbre que no te deja... ¿dónde está la duda?... flotando mientras la oración busca cielo para que vuelva alguna respuesta... pero esta está en tu interior, ése que no visitas por temor a enfrentar sus puertas... pasan los días, pero el espejo ni siquiera te muestra... aquello que ves no es lo que se refleja, y te sientes espejismo de tu propia aberración en un desierto que carece de arenas...
¿ves?... la vida es una ecuación que demanda tus respuestas... te equivocas si no las piensas... te equivocas si sólo apuestas... debes "sensibilizar" tus sentidos y aprender a ver las finuras de las señales que se desgranan mientras caminas sin ver la estrella... FEBRERO 13, 2017.-
hay un cielo para todos, pero hay un cielo que es sólo tuyo... si no lo distingues y no aprendes de él, pasas inadvertido ante tus sueños y sus rugidos...
Carmen Sedemiuqse Esquimedes
si no despiertas, permanecerás herido, y si no estás lastimado, quizás estés resentido... sólo andando el motivo curarás eso que se llama destino...
hay mucha gente que compra y vende problemas... pero carece de soluciones tanto como de respuestas... y a cada uno de ellos, la vida les pesa... y buscan culpables aduciendo que se trata de almas gemelas... pero llega un momento en que el giro hace que te des cuenta, y cuando ello sucede, comprendes que la vida pasa sin que tú estés en ella... sin mediar palabra... simplemente te apiadas de ti mismo, te rescatas de la impaciencia, y ante la emergencia, desapareces... mientras ves cómo es que te alejas...
no hay suelo firme en esta tierra...
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