el dispensador dice: había gentes corriendo tras una tropilla de éxitos, cada uno quería al menos uno para sí... pero los éxitos eran en verdad fracasos disfrazados para tomar por sorpresa a los desprevenidos y también a los desesperados... cuando alguien creía alcanzar algo, esto se le esfumaba, y la desesperanza capturaba al espíritu, mientras el ángel intentaba enseñarles "algo"... los éxitos nunca son causa... siempre son consecuencia de la voluntad como energía que viene remando... si no hay esfuerzo de consciencia... cualquier cosa que parezca éxito, terminará siendo un fracaso... y la consciencia no es un recitado, sino un estado que implica haber entendido, que los huecos que no se completan, que las cuerdas que no se han tensado, terminarán siendo una frustración, propia de almas que no han comprendido de qué se trata el tiempo, y de qué se trata el espacio... entonces, a cada persona su causa... y a cada esfuerzo su consecuencia... lo que se roba, termina consumiendo la paciencia, y cuando la ansiedad se oxida, lo que se pierde es la consciencia...
había gentes persiguiendo cosas buenas... que corrían mucho más que las malas... pero el movimiento creaba brumas, y las confusiones las mezclaban... lo bueno y lo malo son consecuencia de la consciencia o de la inconsciencia... lo que se haga en la consciencia aún siendo malo será bueno... lo que se haga en la inconsciencia, aún pareciendo bueno terminará siendo malo... he allí los ángulos de las causas y las consecuencias... las causas son siempre esferas, y las consecuentes geometrías son sólo consecuencias... si no sabes tomar las esferas, las formas siguientes pueden ser sólo condenas... si no optas por aprender las diferencias, terminas teniendo ángulos, pero vivirás carente de esferas...
aprender... significa que debes ser consciente de tu propia calificación... independiente de la interpretación de los terceros que participen, o puedan hacerlo, en tus circunstancias... tú eres responsable de tí mismo, y respondes por ello, y no más que eso... no puedes ser responsable por la consciencia de los otros... porque ello hace a la entidad y a la identidad de cada quién...
cuando naces, eres tú el que nace...
cuando mueres, eres tú el que muere...
pero mientras vives, eres tú el que vive su propia vida, su propia gracia y su propio destino... y así como nadie puede estar en tus zapatos, nadie podrá estar más que en los suyos... y eso, es una gran diferencia... ningún abrigo hace al capullo. FEBRERO 15, 2017.-
el árbol que plantas, la semilla que plantas, no te pertenece... estás sólo contribuyendo a que la vida se expanda... y en ello hay una armonía que te sostiene...
si no plantas un árbol... si no construyes tu propio huerto... creerás que todo lo que te rodea te pertenece, cuando en verdad tú perteneces a un tiempo y un espacio únicos, donde si no haces lo que debes... revelarás que has venido vacío a la vida, confundiendo causas con consecuencias... con un espíritu repleto de huecos, pero carente de cuerdas...
Carmen Sedemiuqse Esquimedes
premisa: eres lo que haces... no más que eso... pero no eres lo que dices, ni tampoco lo que recitas...
el amor es un acto de consciencia... la sabiduría es un acto de consciencia... la justicia es un acto de consciencia... por ende, si careces de consciencia... tu amor será un hueco... tu sabiduría será un oportunismo... y tu justicia será el acomodar la conveniencia de aquello que te haya favorecido... inapelable, aún cuando duela haberlo leído...
observa que hay tres lunas surcando el espacio contiguo... observa que hay rostros en el huerto donde las semillas han prendido... lo que pretendes ver con tus ojos, no es algo que esté en tu propio camino... hay una significativa diferencia entre sensibilidad y sentidos...
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