el dispensador dice: pareció que había alguien parado cerca del árbol... pero se trataba de un espejismo de un sueño olvidado... pareció haber una mujer con tinaja danzando, pero era una sombra de algún amor sediento de tiempo y pasado... pareció haber una casa con estirpe y leyenda de amplios espacios, pero sólo era un reflejo de un deseo extraviado... había cielo... pero el suelo estaba desolado... la pendiente conducía a un río negado... luego, el árbol seguía parado... varios humanos habían intentado cortarlo y hasta derribarlo, pero el resurgía cada vez que los mortales iban pasando, las raíces permanecen, cuando el sueño es motivo y los brotes aparecen andando... muchos creían que permanecía de pie mientras estaba parado, pero el no daba sombra, porque cuidaba su espacio, sabía de tiempos en que no había humanos, cuando la tierra era armónica y la sinfonía la ejercían los pájaros... se fueron los nidos... se fueron las aves... no se vieron libélulas... tampoco escarabajos... de pronto ganó el silencio de un tiempo hueco y un silencio de miedos tronando... algo se anunciaba pero ya no había humanos... había desiertos y océanos revolcándose en lo alto... ya no había polos, se habían apagado... los días pasaban sin ser notados... habían muerto los almanaques y las hipotecas de los techos robados... ya te he dicho que la extinción le había ganado a esos que se llamaban humanos... hablaron mucho, debatiendo fracasos, nadie quería ceder lo que se venía anunciando... mientras las aguas subían los buscadores de oro seguían tamizando... mientras las aguas subían los diamanteros seguían obligando a las espaldas que se sometían a puro latigazos... demasiada soberbia en este mundo humano, aguas en los pies, tormentas hablando... el árbol habló pero no fue escuchado, hablaron los cielos pero encontró a todos muy ocupados... aparecieron nubes refiriendo sucesos de profetas negados... el hombre estaba con la cabeza gacha y ensimismado, necesitaba monedas para seguir pagando, la vida no importaba si duraba al menos un rato... se habían sacrificado gracias y los destinos estaban atrapados, había algo semejante a un laberinto de muros y pasillos donde quedaban aquellos que se iban sacrificando... había violencia en el género humano... los valores habían caído porque la filosofía ya no era el sendero pensado... se habían robado la ética y la lógica de los cubos elevados, ya no había derivadas ni raíces cuadradas de geometrías sin lado... alguien pretendió explicarles que le habían errado, que iban mirando para el lado equivocado, pero nadie atendía lo que la pintura había pintado... cuando la paleta se seca, el alma se divide y estalla en pedazos... y así fue, tal te dije, como el mundo se quedó sin humanos... murió la cultura y el arte capturó a los artistas que en él se habían cobijado... llegaron entonces muchos no humanos... pero estos no hablaban porque con sus mentes permanecían comunicados... la Tierra quedó como desolada sin nadie caminando, sucedía que los nuevos ocupantes eran invisibles a los sentidos escasos, pedí permiso y me llevé el árbol... donde están las raíces hay un Verbo que se está pronunciando... no lo olvides nunca!, le dije en eco al cuadrado... me respondió el silencio que ya no había ni nidos ni pájaros. FEBRERO 21, 2017.-
no derrames el agua de tu propia fuente, el alma seca jamás encuentra vientre...
Carmen Sedemiuqse Esquimedes
pídele al árbol que te acompañe a tus sueños, necesitarás sombra cuando se oscurezca el cielo... y seas llamado...
cuando veas reflejos de sucesivos destellos, búscate en tu espíritu y asegúrate de estar dentro... cuando arrecie el fracaso... recuerda que el alma es todo cuando pierde el cuerpo... y la vida es testimonio del que no se escapa con ningún argumento... excusa... o palabras cosidas como si fuesen retazos...
me escurrí por la pintura camino al destierro, soy un refugiado sin espacio y sin tiempo... no camino, ahora sólo me pienso.
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