ASTRONOMÍA | Erupción de nuestra estrella
La tormenta solar obliga a desviar aviones que sobrevolaban los polos
La mayor tormenta solar que ha afectado a la Tierra en ocho años ha obligado a desviar la ruta de algunos aviones comerciales que sobrevolaban los polos. Compañías como Delta Air Lines tuvieron que desplazar varios vuelos entre Asia y Estados Unidos para evitar el impacto de la erupción solar.
"El impacto de la erupción solar puede provocar interferencias en las comunicaciones, así las rutas polares están desviándose hacia el sur", explicó a Reuters Anthony Black, portavoz de Delta Air Lines. La decisión prolongó unos 15 minutos la duración de varios vuelos, según la compañía aérea.
El portavoz de United Airlines, Mike Trevino, también reconoció que la compañía había decidido desviar uno de sus vuelos como medida de precaución, ante el riesgo que la tormenta solar pudiera provocar interferencias en las comunicaciones.
El Sol pasa por ciclos regulares de actividad y cada 11 años aproximadamente se produce un pico máximo en la actividad en el que suelen producirse tormentas que a veces deforman e incluso atraviesan el campo magnético de la Tierra.
"Ahora estamos saliendo de una fase de actividad mínima que fue atípica, muy larga y de poca variabilidad", explicó Eduardo Araújo Pradere, del Instituto Cooperativo para Investigación en Ciencia Ambiental.
Y precisamente porque "estábamos en la fase de actividad mínima de las manchas solares es que ahora cada 'tormenta' es más intensa, vamos camino al máximo", agregó el experto, cuya institución forma parte del Centro de Pronóstico Meteorológico Espacial (SWPC).
"Las partículas de energía arrastradas por el viento solar afectan los óvalos magnéticos polares, causan las auroras boreales, y afectan a la comunicación por alta frecuencia", explicó Araújo.
Esto implica además a las redes de transmisión de electricidad, las comunicaciones radiales y los sistemas de satélites, aunque la NASA ha asegurado que los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) no corren peligro.
"Ningún avión de pasajeros puede volar sin comunicaciones, y esa radiación hace que los sistemas de posicionamiento geográfico (GPS por su sigla en inglés) den datos falsos", dijo.
Araújo señaló que "todas las compañías aéreas con vuelos transpolares reciben puntualmente nuestros boletines y si, por ejemplo, les indicamos un alto nivel de actividad magnética más allá de la latitud 75 grados", no vuelan hacia esa dirección.
NOAA detectó un destello el jueves pasado y otro el domingo, seguidos por ondas expansivas de miles de millones de toneladas de plasma desplazándose a unos ocho millones de kilómetros por hora.
La onda causada por el segundo de los dos destellos alcanzó la Tierra unas 34 horas después, en lugar de los dos o más días que habitualmente demora ese desplazamiento, según científicos de NOAA.
Los científicos del Centro Meteorología Espacial Goddard de la NASA calcularon que la eyección de masa de la corona solar, se dirigía hacia la Tierra a una velocidad de más de 2.200 kilómetros por segundo y alcanzaría el campo magnético del planea este martes.
Entre los factores que intervienen en la geoefectividad de las tormentas solares sobre la Tierra están la velocidad del frente de choque, la densidad de partículas y la orientación del campo magnético.
Asimismo, el efecto que el torrente de partículas empujado por el viento solar tenga sobre la Tierra depende de qué manchas hacen erupción cuando están orientadas hacia el planeta: la rotación del Sol transcurre cada 27 días terrestres y una mancha que tuvo un destello con mucho efecto puede estar orientada hacia otro sitio en su próxima erupción
"El impacto de la erupción solar puede provocar interferencias en las comunicaciones, así las rutas polares están desviándose hacia el sur", explicó a Reuters Anthony Black, portavoz de Delta Air Lines. La decisión prolongó unos 15 minutos la duración de varios vuelos, según la compañía aérea.
El portavoz de United Airlines, Mike Trevino, también reconoció que la compañía había decidido desviar uno de sus vuelos como medida de precaución, ante el riesgo que la tormenta solar pudiera provocar interferencias en las comunicaciones.
El Sol pasa por ciclos regulares de actividad y cada 11 años aproximadamente se produce un pico máximo en la actividad en el que suelen producirse tormentas que a veces deforman e incluso atraviesan el campo magnético de la Tierra.
"Ahora estamos saliendo de una fase de actividad mínima que fue atípica, muy larga y de poca variabilidad", explicó Eduardo Araújo Pradere, del Instituto Cooperativo para Investigación en Ciencia Ambiental.
Y precisamente porque "estábamos en la fase de actividad mínima de las manchas solares es que ahora cada 'tormenta' es más intensa, vamos camino al máximo", agregó el experto, cuya institución forma parte del Centro de Pronóstico Meteorológico Espacial (SWPC).
Parículas de energías
Los expertos han indicado que la actual temporada de tormentas es la más intensa registrada desde septiembre de 2003 y, lo mismo que provocan efectos visuales únicos como las auroras boreales, también afectan a las comunicaciones y por tanto a los aviones."Las partículas de energía arrastradas por el viento solar afectan los óvalos magnéticos polares, causan las auroras boreales, y afectan a la comunicación por alta frecuencia", explicó Araújo.
Esto implica además a las redes de transmisión de electricidad, las comunicaciones radiales y los sistemas de satélites, aunque la NASA ha asegurado que los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) no corren peligro.
"Ningún avión de pasajeros puede volar sin comunicaciones, y esa radiación hace que los sistemas de posicionamiento geográfico (GPS por su sigla en inglés) den datos falsos", dijo.
Araújo señaló que "todas las compañías aéreas con vuelos transpolares reciben puntualmente nuestros boletines y si, por ejemplo, les indicamos un alto nivel de actividad magnética más allá de la latitud 75 grados", no vuelan hacia esa dirección.
Destellos espectaculares
El Centro de Predicciones Climatológicas Espaciales (SWPC), que es parte de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA), ha distribuido imágenes del Sol en las cuales se identifican varias de estas manchas con números, y una imagen en la cual se aprecia un destello enorme en el área de las manchas 1401 y 1402.NOAA detectó un destello el jueves pasado y otro el domingo, seguidos por ondas expansivas de miles de millones de toneladas de plasma desplazándose a unos ocho millones de kilómetros por hora.
La onda causada por el segundo de los dos destellos alcanzó la Tierra unas 34 horas después, en lugar de los dos o más días que habitualmente demora ese desplazamiento, según científicos de NOAA.
Los científicos del Centro Meteorología Espacial Goddard de la NASA calcularon que la eyección de masa de la corona solar, se dirigía hacia la Tierra a una velocidad de más de 2.200 kilómetros por segundo y alcanzaría el campo magnético del planea este martes.
Entre los factores que intervienen en la geoefectividad de las tormentas solares sobre la Tierra están la velocidad del frente de choque, la densidad de partículas y la orientación del campo magnético.
Asimismo, el efecto que el torrente de partículas empujado por el viento solar tenga sobre la Tierra depende de qué manchas hacen erupción cuando están orientadas hacia el planeta: la rotación del Sol transcurre cada 27 días terrestres y una mancha que tuvo un destello con mucho efecto puede estar orientada hacia otro sitio en su próxima erupción
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