Ciencia
Científicos crean un «agujero» en el espacio y el tiempo
Se trata de una sofisticada capa de invisiblidad capaz de esconder una escena durante menos de un segundo
Día 04/01/2012 - 18.59h
Varios equipos han presentado con anterioridad sus avances en las capas de invisibilidad -incluso existe una tridimensional y otra para grandes objetos- utilizando una óptica de transformación que manipula las ondas electromagnéticas y desvía la luz, y metamateriales, materiales que no existen en la naturaleza y que son fruto del desarrollo de la nanotecnología. Cuando la capa rodea el objeto, éste se volatiliza como si nunca hubiera estado ahí.
Una brecha en el tiempo
Estos dispositivos que recuerdan a la capa de Harry Potter tienen en la actualidad una funcionalidad limitada, pero los científicos han demostrado que se puede lograr la invisibilidad temporal creando un agujero en el tiempo de 40 picosegundos. No solo desaparece un objeto, sino una escena completa.
El sistema a base de fibra dirige la luz, acelerando y frenando sus diferentes partes, alrededor de un suceso de tal forma de que no existen evidencias del mismo. Ese efecto se consigue utilizando una lente que descompone la luz en sus componentes más rápidos (azul) y lentos (rojo), creando así una pequeña brecha temporal.
Los investigadores creen que este dispositivo puede ser útil en algunas aplicaciones, como la mejora de la seguridad de las comunicaciones en sistemas de fibra óptica. Además, en un futuro, esperan poder aumentar el tiempo de invisibilidad en el orden de microsegundos a milisegundos.
el dispensador dice: andando por el universo visible, alpargatas dependientes claro está, una va aprendiendo a que no todo lo que se ve, es tal como se lo ve... siendo que muchas cosas que no se ven, están ahí, delante de uno... y además, lo más importante no es lo que el ojo humano puede ver, sino por el contrario, reside en todo lo que hay más allá del sentido de la visión humana, esencialmente pobre que ofrece la conjunción del ojo y las respectivas neuronas, esas mismas que niegan antes de entender... por ello, andando por el universo, uno aprende a conferir justa importancia a aquello que es invisible al ojo, pero es esencial y hasta funcional para el alma, tema no menor a la hora de los viajes espaciales por las praderas del Señor. Allí uno toma consciencia que el hombre, al arrasar los saberes antiguos, aquellos que se disfrazaron de "ocultismos" para salvar las ignorancias de unos oportunistas temporales, favorecieron el desarrollo de los pesos, las masas, y con ellas las densidades, todos factores que contribuyen a la inmovilización de las ideas, justo donde los cerebros y sus mentes pierden versatilidad para dar lugar y entidad a las conveniencias, esas que dependen de inmensas inversiones, siempre inútiles, inservibles a los fines de los humanos y sus humanidades necesarias, la de la "condición" y la de la "calidad", dos ángulos de la piedra fundamental de la creación que se extraviaron en el desconcierto que nos ocupa, como cultura y como civilización... finalmente, atlantes, lemures, celtas, nubios, persas, indos, mayas, aztecas, eskeras, urus, muiscas, mochicas y karaives (entre otros) habían logrado avances científicos y del pensamiento social y comunitario, mucho más relevantes que los actuales, imbuidos de mucha tecnología, escasos sentimientos y con resultados que no pasan la calificación de "pobres"... ya que si bien son rimbombantes para el periodismo, no hacen a la existencia ni tampoco a la equidad necesarias para una vida digna. La exclusión es en sí misma "indigna", por lo tanto cualquier marginación, pobreza, ignorancia, indigencia, inducidas por las conveniencias de los pocos en el ejercicio del poder, revelan circunstancias que son indignantes, aún cuando ellas representen miles de millones de dólares de inversión destinadas a desmerecer al prójimo y enaltecer a las carencias del espíritu de seres con forma humana pero con espíritu endemoniado... de allí que el hombre, como raza, atrase aún en el avance... ir lejos no implica acertar el destino... intervenir en la privacidad de las personas no implica administrar justicia... espiar a los mundos para depredarlos es infrigir leyes elementales de los equilibrios universales, en primer término porque el hombre sólo pertenece a la Tierra, en segundo lugar porque la aparente deshabitabilidad de los mundos ajenos es una mera justificación de los oportunismos imperialistas que pretenden universalizar el desprecio y la soberbia para dar lugar, justamente, al oportunismo de la depredación más allá de las fronteras terrestres. Claro está, el hombre que no anda en alpargatas no logra descubrir las esencias que confieren los equilibrios consecuentes al verbo... y por ende, no se da cuenta que invadir ámbitos ajenos, conlleva el precio de reacciones en cadena intangibles por parte de aquellos factores o entidades invisibles al ojo humano... las que más allá de su invisibilidad, existen, a pesar de las ignorancias de los hombres y sus soberbias. A esta altura de la alpargateada, se aprecia que la "civilización" no ha logrado superar a la "comunidad" en lo que a tecnologías se refiere... y ello enaltece a la "tribu" como eje de los valores "nativos"... algo que el hombre actual ha cedido a cambio de la gracia de su propia vida, una gracia que suena más a "desgracia" por apuros de los otros. Es curioso ver cómo los dólares restan capacidad de observación... cosa que no sucede con las alpargatas... será porque ellas tienen una extraña conexión con el sentido de la comunión de suelo-cielo, permitiendo que el mundo de las ideas fluya. Enero 05, 2012.-
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