viernes, 31 de enero de 2014

PERLAS ► Joyería y fisiología | Opinión | EL PAÍS

Joyería y fisiología | Opinión | EL PAÍS



L&L (LENGUA Y LITERATURA)

Joyería y fisiología

Hoy: Lengua (modalidad buscadores de perlas)









Según Rafael Lapesa (Historia de la lengua española, Escelicer, Madrid, 1942, p. 213), el verbo perlar es un neologismo de Rubén Darío. En su célebre poema “Era un aire suave”, de Prosas profanas y otros poemas(1896-1901), encontramos precisamente la primera documentación:
La orquesta perlaba sus mágicas notas;
un coro de sones alados se oía…
(Castalia, Madrid, 1993, p. 90)
Debido a nuestros fallos de imaginación poética, no sabemos muy bien lo que significa perlaba en estos versos: aventuramos que la orquestaenhebraba o ensartaba una nota mágica tras otra, pero una metáfora explicada con otra metáfora es un desastre de explicación. Nos parece, en cualquier caso, que aquí el significado de perlar no es el que elDiccionario de la Real Academia Española consigna en su definición: “tr. poét. Cubrir o salpicar algo de gotas de agua, lágrimas, etc. U. t. c. prnl.” (una definición, por cierto, que no respeta el principio de equivalencia sintáctica, pero en esto mejor no entramos hoy). El poeta creó el verbo pero, al parecer, nunca más volvió nadie a utilizarlo en el mismo sentido que él le dio. Después de él, todos los testimonios encontrados ejemplifican, de un modo u otro, la acepción del DRAE (que ya no se puede aplicar a una orquesta y a sus notas). Y así es ya en las documentaciones inmediatamente posteriores a Darío:
 “… en los claros ojos diáfanos que las lágrimas perlaban” (Felipe Trigo,Los abismos, 1913, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes).
 “… águila refulgente, con las poderosas alas perladas de rocío” (Miguel de Unamuno, Niebla (1914), Castalia, Madrid, 1995, p. 104).
 “Se limpió con el dorso del puño el sudor que perlaba su frente” (Mariano Azuela, Los de abajo (1916), Arturo Azuela, Ayacucho, Caracas, 1991, p. 10).
 Es digno de reseñar que autores tan distintos, y de tan distinta posición en el canon hispánico, fueran de los primeros en reproducir –tal vez sin saberlo– el invento modernista y en darle el significado que recoge elDRAE, que sería el que realmente se impondría. Digamos, simplificando, que perlar, con su nuevo significado pero sin dejar nunca de ser “poét.”, encontró rápidamente acomodo tanto en el género popular como en el culto, y que esta adaptabilidad se ha mantenido hasta hoy. Lo veremos dentro de nada.

Los personajes y el escenario de este verbo han sido diversos, pero no infinitos
Los personajes y el escenario de este verbo han sido diversos, pero no infinitos. Estos tres ejemplos fijaron la senda que recorrerían en el futuro los agentes perladores y los objetos perlados. Las derivaciones creativas de las lágrimas, el rocío y el sudor pueden haber perdido su componente húmedo pero en general han seguido en la lista de sospechosos habituales:
 “… la concavidad azul e infinita del cielo perlado de estrellas” (Francisco Villaespesa, Las palmeras del oasis (1914), en Novelas completas, Aguilar, Madrid, 1952, p. 372).
 “… el silencio misterioso de los bosques perlados de luciérnagas” (Pedro Aplicano Mendieta, Leyendas mayas, Impr. Calderón, Tegucigalpa, 1970, p. 38).
 “La luz tamizada por un manto perlado de nubes” (José Luis Corral Lafuente, El número de Dios, Edhasa, Barcelona, 2004, p. 144).
 “… un mar perlado de luna” (Francisco Javier Sánchez Gallardo, La mujer hermética, Club Universitario, San Vicente del Raspeig, 2008, p. 91).
Estrellas en el cielo, luciérnagas en los bosques, nubes en el manto (celeste), la luna en el mar: recordemos que estamos en el ámbito más socorrido de lo “poét.”, donde es frecuente perlar allí donde se habría podido salpicar, otra metáfora recurrente, pero sin duda menos enjoyada, para expresar la acción de esparcir o diseminar alguna cosa. El fenómeno se da tanto en textos originales como en traducciones:
“… recorriendo la hierba perlada de flores” (Florence Marryat, El mensaje del muerto (1894), Alba, Barcelona, 2012, trad. de Eugenia Vázquez Nacarino, p. 77).
“Menudas gotitas de lluvia perlaban el borde de su sombrero” (James Joyce, Gente de Dublín (1914), Andrés Bello, Santiago de Chile, 1988, trad. de L. A. Sánchez, p. 119).
La diferencia entre estas traducciones es que, en la primera, perladatraduce begemmed (de begem, ‘adornar con joyas’) y, en la segunda,perlaban traduce hung (de hang, ‘colgar, estar suspendido’). Es decir, una reproduce el gusto por la joyería del original, y la otra sencillamente lo aporta. En español, la atracción de la perla parece irresistible.
Esta afición tan extendida lo cierto es que, en los testimonios encontrados, no depara grandes sorpresas. Las cosas que se perlan y las cosas que producen el perlado suelen repetirse. Algunos usos, quizá, nos han parecido algo extremos:

La afición tan extendida al uso poético del término no depara grandes sorpresas
“Diole el señor del Busto unas palmadas cariñosa en las ancas perladasde sudor” (Fernando Vizcaíno Casas, Isabel, camisa vieja (1987), Planeta, 1992, p. 15).
“Sus micropuntos oculares se perlaban de luces violeta” (Jordi Sierra i Fabra, Crónica de Tierra 2, Minotauro, Barcelona, 2002, p. 33).
 Y otros pocos, francamente, nos han dado un poco de repelús:
 “… era guapo, pese a los granos que perlaban sus labios” (José María Gironella, Un millón de muertos (1961), Planeta, Barcelona, 1989, p. 585).
“… con el bigote perlado de espuma cervecera” (Alicia Giménez Barlett,Serpientes en el paraíso, Planeta, Barcelona, 2002, p. 306).
Pero, en la inmensa mayoría, como digo, no ha habido sorpresas. Ni siquiera nos ha extrañado el paso, muy previsible, al género erótico, abonado instintivamente a la cursilería:
“Nikki también tiene un orgasmo y su agua perla el pubis de Krys como una bella telaraña engalanada de rocío” (Alexánder Obando Bolaños, El más violento paraíso, Perro Azul, San José de Costa Rica, 2001, p. 78).
“… pequeñas gotas de semen perlaron la excitada cabeza de su pene” (Dolores Domínguez, “Mi marca en tu piel”, Wattpad).
En cualquier caso, la asociación que ha hecho carrera, dilatadísima ya, ha sido la del sudor y la frente. Vincular una reacción fisiológica u orgánica a un esfuerzo o emoción es una constante en la descripción de los personajes de las novelas en los momentos de dramatismo: los ojos se les llenan o empañan de lágrimas (las cuales saltan, o brotan, omanan, a veces a raudales o copiosamente, y ruedan por las mejillas); ellos se ponen o tornan lívidos, o palidecen, o –más a la italiana–empalidecen; los pelos o vellos se les erizan, o ponen de punta (a vecescomo escarpias); la carne, de gallina; un escalofrío recorre, o atraviesa,cruza, su columna vertebral, o todo su cuerpo, de arriba abajo y de la cabeza a los piesse estremecen, muchas veces también de arriba abajo y de la cabeza a los pies; los músculos se les agarrotan; las mandíbulas también, pero igualmente se les desencajan; los dientes lesrechinan y castañetean; las piernas se les entumecen o desentumecen;se les hace un nudo en el estómago o en la garganta; el corazón se lesdesboca, o encoge, o desgarra, o lo tienen en un puño; se quedan sin aliento, se les corta la respiración, o respiran entrecortada opesadamente; también prorrumpen en llanto, o en carcajadas, o bien, más comedidos, ahogan o sofocan un sollozo, o una risa (con una risita ahogada es de mis favoritas).

Ni siquiera nos ha extrañado el paso al género erótico, abonado instintivamente a la cursilería
Pero ninguna de estas fórmulas tan conocidas –entre tantas otras– ha conseguido superar a la del sudor que perla la frente. No es posible describir mejor ese efecto del cansancio o la ansiedad. Más de un siglo ha pasado desde que el mexicano Mariano Azuela la descubriera, pero sigue siendo tan bonita, goza de una salud tan excelente y es tan prodigiosamente democrática en su poesía que reina por igual en el centro de la prosa laureada y en los márgenes del escabroso pulp.
Se podría entonar con este triunfo una hermosa letanía:
“Unas gotitas de sudor le perlaban la frente” (Torcuato Luca de Tena,Los renglones torcidos de Dios (1979), División, México D. F., 1987, p. 228).
“Unas gotitas de sudor le perlaban la frente” (Luis Landero, Juegos de la edad tardía (1989), Tusquets, Barcelona, 1993, p. 177).
“Unas gotitas de sudor le perlaban la frente” (LucyCullenBB, «Construyendo fantasías», FanFiction31/III/2011).
Combinada con esta otra, ciertamente muy distinta:
“Gotas de sudor perlaban su frente” (Corín Tellado, Orgullo sin venganza (1983), MTC, Pamplona, 2011, Google Libros).
“Unas gotas de sudor perlaban su frente” (Soledad Puértolas, Todos mienten (1988), Anagrama, Barcelona, 1993, p. 78).
“Gotas de sudor perlaban su frente” (Santiago Roncagliolo, Tan cerca de la vida, Alfaguara, Madrid, 2010, Google Libros).
“Grandes gotas de sudor perlaban su frente” (Bram Stoker, Drácula[1897] anotado, Akal, Madrid, 2012, trad. de Julio Rodríguez Puértolas, p. 332).
Una vez más nos vemos abocados a preguntarnos en qué consiste el estilo, y qué es la novela. Y, ante tan angustiosa incógnita, digámoslo groseramente, empezamos a sudar.




el dispensador dice:
perlas ciertas,
perlas inciertas,
ostras con nácar,
ostras expertas,
hacen de las lágrimas,
un llamado a los sueños,
arrecifes profundos,
arrecifes ligeros,
islas de coral,
en mares serenos,
si sabes apreciar,
custodios eternos,
todos están expectativa,
del inocente viajero,
que sólo contempla,
el valor de lo hecho...

esferas en perlas,
lágrimas en esferas,
mejillas saladas,
en rostros olvidados,
estamos expuestos,
a nidos quebrados,
a puentes rotos,
a sentimientos burlados,
porque hay motivos,
omitidos pasados,
caminos salteados,
sendas de errados,
siempre hay quien niega,
lo concedido y lo dado,
para luego hacer culto,
al desprecio escondido detrás de un reclamo,
siempre hay quien empuja,
a aquel que lo ha amado,
insultando inocencias,
desprevenidos desconcertados...

hay perlas que se secan,
sin haber lucido,
en ningún espacio,
siendo testigos,
de lo que se ha negado...

vuelves al arrecife,
corales en espera,
sostener la esperanza,
no es para cualquiera,
si no sabes de mares,
tampoco de mareas,
cuando encallas en la vida,
lo único que quiebras,
es tu propia quilla...
tal vez no te hundes,
pero te oxidas,
y todo sucede,
mientras te olvidan.
ENERO 31, 2014.-

perlas sueltas,
perlas perdidas,
si no reconoces los collares,
mucho menos las gracias que concede la vida.

CAERÉ ► Muere Félix Grande: Adiós a Félix Grande: Caeré diciendo que era buena la vida | Cultura | EL PAÍS

Muere Félix Grande: Adiós a Félix Grande: Caeré diciendo que era buena la vida | Cultura | EL PAÍS



Caeré diciendo que era buena la vida

Félix Grande, voz imprescindible de la poesía española del último medio siglo, muere a los 76 años. Sus versos mezclaron lo lírico y lo descarnado

Intimidad, grieta, amenaza

Con Félix Grande desaparece uno de los grandes poetas en castellano del último medio siglo

El flamenco más lorquiano

Sus ensayo Memoria del flamenco le valió el Premio Nacional de Flamencología. Ligó lo poético con el flamenco



Adiós a Félix Grande: Caeré diciendo que era buena la vida

Voz imprescindible de la poesía española del último medio siglo, el poeta muere a los 76 años

Sus versos mezclaron lo lírico con la visión descarnada de las cosas


El poeta Félix Grande, en Madrid en 2011. / ULY MARTÍN

Félix Grande, que escribió en dos versos que sólo son verdaderas / las palabras irreparables, murió ayer en Madrid víctima de un cáncer. El martes que viene hubiera cumplido 77 años. Por si en sus ocho libros de poemas quedaba alguna duda sobre la relación entre literatura y vida él llamóBiografía a su poesía reunida y Libro de familia a su último poemario. En él habla de los suyos, es decir, de Vallejo y Machado, del flamenco, de su mujer y su hija (Francisca Aguirre y Guadalupe Grande, también poetas). Y de su madre, una mujer que amenazaba con suicidarse porque, contaba su hijo, llevaba dentro el “espanto” de la Guerra Civil: Oh madre alucinada, o madre medio loca, princesilla / del martirio, emperatriz del pánico, sacerdotisa / de la calamidad, hormiguita cargada con la piedra / del miedo universal del mundo.
Aquella madre trabajaba en el hospital de Mérida mientras el padre combatía en el bando republicano y por eso Félix Grande nació el 4 de febrero de 1937 en la capital extremeña, concretamente, donde se juntan, otra vez las palabras, la calle Concordia y la calle del Calvario, no lejos del Guadiana. Niño de la guerra, la contienda marcó al muchacho como alguien que siempre estuvo entre dos calles: fue extremeño de Tomelloso (Ciudad Real) —donde pasó su infancia y donde será enterrado—, guitarrista flamenco consagrado a la poesía y poeta a caballo entre la generación de los cincuenta y la de los novísimos. Tenía tres años menos que Claudio Rodríguez pero se estrenó como escritor uno más tarde que Pere Gimferrer. Fue en 1964, con Las piedras, ganador del premio Adonais, el libro que inauguraba públicamente —Taranto (Homenaje a César Vallejo) seguía inédito— una obra expresionista y existencial que combina el compromiso cívico del medio siglo con la ruptura formal que explotó en el 68. Publicado un año antes, en 1967, el torrencial Blanco spirituals llevó el nombre de Félix Grande a las historias de la literatura.
Cuando obtuvo el galardón más importante de la poesía española de la época, Grande llevaba siete años viviendo en Madrid. Aunque había empezado vendiendo de puerta en puerta pomadas contra los sabañones, trabajaba desde 1961 con Luis Rosales en Cuadernos Hispanoamericanos, convertida en caja de resonancia de una literatura muy ignorada hasta la ruidosa eclosión del boom. En sus páginas encontraron cobijo tanto autores consagrados como Cortázar u Onetti como exiliados que no disfrutaban de tanto reconocimiento como Antonio di Benedetto o Daniel Moyano. El propio Grande llegaría a dirigir la revista entre 1983 y 1996, año en el que fue destituido por el Gobierno del PP, un gesto que el poeta vivió como un desgarro.
En los remotos días del pueblo Félix Grande había acumulado un variado curriculum como vendedor ambulante, vinatero, oficinista en un almacén, recitador de casino y cabrero como su abuelo, su padre y su hermano. Por eso solía decir que había sido “más pastor” que Miguel Hernández aunque “menos poeta”. También decía que la figura arrolladora de Paco de Lucía le hizo entender que nunca sería un guitarrista de los grandes. Fue entonces cuando combinó tablaos y bibliotecas para escribir Memoria del flamenco, un clásico del género y Premio Nacional de Flamencología en 1978. Ese mismo año publicó otro de sus libros fundamentales, Las rubáiyátas de Horacio Martín, que obtuvo otro premio nacional, esta vez de poesía. A partir de ahí, el silencio. Si acaso, los versos rescatados para cada nueva edición deBiografía. Y la prosa: ensayos como La calumnia (1987), una defensa de Rosales frente a la acusación de delatar a Lorca o La balada del abuelo Palancas (2003), una novela, cómo no, autobiográfica.
Cuando en el invierno de 2004 le concedieron el Premio Nacional de las Letras Españolas, la obra poética de Félix Grande parecía cerrada. “Cuando no llegan las palabras es tal vez porque uno no se lo merece”, decía sobre un silencio de más de 30 años. Fue la impresión causada por una visita al campo de exterminio de Auschwitz lo que le devolvió a la poesía, para él, una mezcla de inocencia y coraje, “un estado de gracia, no un género literario”. Así nació La cabellera de la Shoah, el poema-libro de mil versos con el que se cerraba en 2010 su poesía reunida, aquella Biografía a la que siguió, pocos meses más tarde, Libro de familia. Y ayer, la muerte, esa enorme palabra irreparable. Pero caeré diciendo / que era buena la vida / y que valía la pena / vivir y reventar,escribió Félix Grande en unos versos que quiso titular, secamente,Poética.

el dispensador dice:
caeré algún día,
alguna mañana,
alguna tarde,
me iré consciente,
de que no es bueno quedarme,
que pude irme ayer,
quizás antes,
pero me quedé,
necesitaba esperarme,
encontrarme conmigo mismo,
revisar las cimas cercanas,
tomar distancia de los desfiladeros,
tanto como de los abismos,
sabiendo que no hay distancias,
cuando sé es fiel a los principios,
que siempre se halla un camino,
para revelarse a los sentidos,
liberando el alma,
teniendo al ángel como testigo,
siendo consciencia,
de haber sido un elegido,
transitando aquel destino,
donde lo escrito se ha traducido,
en un tiempo digno,
por lo bien vivido...

caeré sin haberme quedado,
caeré sin haberme ido,
caeré sin pensarlo,
como si fuese yo mismo,
yéndome de mi cuerpo,
sin haberme perdido...
caeré sin haberme engañado,
sin traicionar los principios,
que me trajeron a este mundo,
para vivir lo vivido...
supe ser solidario,
dar todo de mi mismo,
supe andar con lo puesto,
de vanidades desprendido,
supe no ser soberbio,
haber sido por mi mismo,
supe esperar mis momentos,
mis circunstancias y sus ritmos,
y ahora que se cumplió el tiempo,
me sonriendo de mi mismo,
regresaré alguna vez,
pero me veré distinto,
sin embargo, a pesar de todo,
seguiré siendo el mismo.
ENERO 31, 2014.-



jueves, 30 de enero de 2014

ESPONTÁNEO ▲ ...Y la vida vino del polvo interplanetario - ABC.es

...Y la vida vino del polvo interplanetario - ABC.es



CIENCIA

...Y la vida vino del polvo interplanetario

Día 27/01/2014 - 10.30h

Investigadores creen que estas partículas pueden ser 

capaces de liberar agua y compuestos orgánicos tanto 

en la Tierra primitiva como en otros planetas



...Y la vida vino del polvo interplanetario

ABC


Un grupo de investigadores de los laboratorios Lawrence Livermore National, Lawrence Berkeley National y las universidades de Hawaii y California, acaban de darle todo un giro de tuerca a la teoría de la panspermia, esto es, a la idea de que la vida procede del espacio. Y es que a los cometas y asteroides, capaces de llevar las "semillas de la vida" por todo el Universo hay que añadir ahora las pequeñas partículas de polvo interplanetarias que flotan libremente en el espacio. Según el estudio, en efecto, también ellas serían perfectamente capaces de liberar agua y compuestos orgánicos, tanto en la Tierra primitiva como en otros planetas.
El polvo interplanetario también procede de cometas, asteroides y otros materiales "sobrantes" de la formación del Sistema Solar. Y resulta que ese polvo "llueve" continuamente tanto sobre la Tierra como sobre el resto de los mundos de nuestro sistema planetario. Esas partículas, además, sufren el bombardeo de la radiación solar, especialmente de iones de hidrógeno. Y ese bombardeo disgrega los átomos de esos granos de polvo, liberando el oxígeno, que queda así disponible para unirse al hidrógeno y formar diminutas moléculas de agua.
"Resulta intrigante la posibilidad de que esta continua aportación de polvo espacial haya actuado como una auténtica lluvia de pequeñas probetas -asegura Hope Ishii, coautor del estudio- cada una de las cuales llevaba en su interior tanto el agua como los componentes orgánicos necesarios para el origen de la vida en la Tierra y, posiblemente, en Marte". Un mecanismo análogo podría haber tenido lugar también en planetas en órbita alrededor de otros soles. Todo un regalo de las estrellas para los mundos que las orbitan y que podría haber desencadenado el proceso de la vida por todo el Universo.
Las implicaciones de este trabajo son enormes. Todo tipo de cuerpos espaciales en los que no hay aire, como asteroides y satélites, estarían, si la teoría es correcta, expuestos continuamente a una radiación solar capaz de generar agua. De hecho, este mecanismo podría ayudar a explicar la razón por la que hemos detectado grandes cantidades de agua en lugares tan inhóspitos como la Luna.
"Pero lo que resulta más excitante -añade Ishii- es que a los compuestos orgánicos que desde hace tiempo sabíamos que contiene el polvo interplanetario y que pueden sobrevivir a su entrada en la atmósfera terrestre, podemos añadir ahora también el agua generada por el viento solar. Hemos logrado demostrar por primera vez que agua y componentes orgánicos pueden ser suministrados (a los planetas) al mismo tiempo".

Suficiente para formar océanos

Desde la época de las misiones Apolo, cuando los astronautas trajeron a la Tierra muestras de polvo y rocas lunares, sabíamos que el viento solar actúa como un "maquillaje químico" que altera la superficie de ese polvo. Por lo tanto, la idea de que la radiación del viento solar puede producir agua nos ronda desde entonces, aunque se trataba de una cuestión muy debatida. Las razones para esa incertidumbre eran que la cantidad de agua que se producía de esa forma es muy pequeña y está localizada en áreas diminutas de la superficie de los granos de polvo, tanto que ese agua no podía ser detectada con las técnicas de la época.
La cosa, sin embargo, ha cambiado mucho con las actuales técnicas de microscopía electrónica. "De ninguna forma -aclara Ishii- sugerimos que de esta forma se pueda producir agua suficiente como para llenar los océanos. Pero la relevancia de nuestro trabajo no se centra en la formación de los océanos, sino en el hecho de que la Tierra ha sufrido, y sufre, un contínuo bombardeo de partículas que contienen, al mismo tiempo, tanto agua como elementos orgánicos".
En el futuro, los investigadores tratarán de estimar la cantidad de agua que el polvo interplanetario ha aportado a la Tierra. Y, aún más allá, intentarán conocer con más detalle qué clases de material orgánico están presentes en esas minúsculas gotas de agua formadas en el espacio.


el dispensador dice:
agua en los mares,
agua en los espacios,
aguas silenciosas,
produciendo chispazos,
combinando elementos,
vestigios y trazos,
generando vida,
entrelazando abrazos,
para que inmediatamente,
no queden rastros,
sólo vapores,
la nada flotando,
llevando el verbo,
tal como va sonando,
energías mediante,
según se van acomodando,
de aquí para allá,
conduciendo hacia algún lado,
no siempre vivir,
es andar respirando,
son muchas las formas,
en que se van expresando,
todo es espontáneo,
convergencia que se va pronunciando...

del polvo vienes,
viajero sin tiempo,
en el espacio hay sonidos,
que se llevan los vientos,
se tensan las cuerdas,
mediante silencios,
se afinan las notas,
en el diapazón del universo,
no sabes dónde queda,
ni quien templa el texto,
pero alguien escribe,
sabiduría de experto,
la vida viaja,
según su designio,
la vida desciende,
según su destino,
sembrando seres, 
que dan sentidos,
a todo lo creado,
que aún no se ha visto...

todo está allí, 
aunque no lo aprecies,
la vida espera,
su momento preciso,
es un proceso de genios,
también de equilibrios,
todo es espontáneo,
porque la inocencia lo quiso...
no puedes quebrar,
el puente geométrico,
cada ángulo guarda su tino,
si intervienes allí,
sin razón alguna,
se caen los mundos,
también sus lunas,
todo está en suspenso,
sutil armonía,
en el espacio no hay noches,
ni siquiera días,
todo existe según la consigna,
de sostener lo eterno... más allá de un día...

recuerda siempre,
lo que la esfera recita,
todo existe desde antes que la vida...
ENERO 30, 2014.-

miércoles, 29 de enero de 2014

NUBES SOBRE EL SAHARA ► Cloud Bands Over the Western Sahara Desert, Mauritania

Cloud Bands Over the Western Sahara Desert, Mauritania

01/27/2014 11:00 AM EST
This photograph of cloud bands over southern Mauritania was taken from 
the International Space Station with an oblique angle such that the cloud 
shadows are a prominent part of the view. Beneath the clouds, the plateau 
of dark sedimentary rocks appears as a ragged, near-vertical escarpment 
(image top right).
Isolated remnants of the plateau appear as dark mesas (flat-topped hills) 
across the top and near the center of the image. The escarpment is about 
250 meters high, with a field of orange-colored dunes at the base 
(image upper right). 
Prevailing winds in this part of the Sahara Desert blow from the northeast. 
(Note that north is to the right.) The wavy dunes are aligned transverse 
(roughly right angles) to these winds.
The sand that makes the dunes is blown in from a zone immediately 
upwind (just out of the bottom of the image), where dry river beds and 
dry lakes provide large quantities of mobile sand. This pattern is typical 
in the western Sahara Desert, where plateau surfaces are mostly dune 
free and dune fields are located in the surrounding lowlands. Larger rivers 
deposit sandy sediment on the few occasions when they flow, sometimes 
only once in decades. Astronaut photograph ISS038-E-26862 was acquired 
on Jan. 8, 2014, with a Nikon D3S digital camera using a 180 millimeter 
lens, and is provided by the ISS Crew Earth Observations experiment 
and Image Science & Analysis Laboratory, Johnson Space Center. 
The image was taken by the Expedition 38 crew. It has been cropped 
and enhanced to improve contrast, and lens artifacts have been removed. 
> View annotated image Image Credit: NASA Caption:
M. Justin Wilkinson, Jacobs at NASA-JSC


el dispensador dice:
nubes esperadas,
nubes inesperadas,
arenas abiertas,
arenas cerradas,
espejismos de oasis,
fuentes resguardadas,
si no sabes de almas,
tampoco de aguas,
andar sediento,
pierde las calmas...

¿hacia dónde vas,
si no conoces nada?,
¿sabes qué te espera,
detrás de las dunas?,
hay sombras cortas,
hay sombras largas,
hay huellas abandonadas,
por seres sin alma,
una paz olvidada,
otra negada,
quien deconoce las arenas,
no se adentra en el Sahara...

ven por aquí,
toma distancia,
observa lo que enseña,
el contemplar la nada,
por allí hay fuentes,
que no dicen nada,
sólo las piedras,
guían a las almas,
toma vuelo,
adquiere perspectiva,
verás qué diferente,
se ve desde arriba,
todo parece ordenado,
acomodado,
quien no sabe de ayeres,
tampoco reconoce los pasados...
no te aventures a futuros cercanos,
detrás de los horizontes,
emergen lejanos,
aún cuando estén... al alcance de la mano.
ENERO 29, 2014.-



MÁSKARA ► Un nuevo imaginario en el regreso de Stanislaw Lem | Cultura | EL PAÍS

Un nuevo imaginario en el regreso de Stanislaw Lem | Cultura | EL PAÍS



Un nuevo imaginario en el regreso de Stanislaw Lem

Aparecen por primera vez en castellano 13 relatos del genio polaco de la ciencia-ficción nunca antes traducidos, y encabezados por ‘Máscara’, una singular pieza magistral







La reverenciada figura de Stalislaw Lem (Lvov, 1921 – Cracovia, 2006)está bien situada en un podio o parnaso del género de la ciencia ficción desde la que sigue desplegando su subyugante influencia, pero es cierto que es algo más que eso, como si aún no hubiera llegado todo su reconocimiento. Algunos estudiosos ven detrás del estilo la no tan remota ascendencia judía (nunca fue un religioso practicante) y es muy evidente que el período de la guerra lo marcó para siempre, aquellos años viviendo con identidad falsa, la lucha de la resistencia, y ya terminada la contienda mundial, muy pronto, los primeros encontronazos con los ideólogos comunistas, lo que lleva a un temprano enclaustramiento intelectual. Su primera novela, El hospital de la transfiguración, data de entre 1946 y 1948, pero no se publica en Polonia hasta 1955 por la censura de corte estalinista que irradiaba sobre toda la Europa del este; ya entonces le colgaron el sambenito de contrarrevolucionario; esta obra también editada en castellano por la editorial Impedimenta revela un Lem diferente, todavía no inmerso en los meandro del los mundos futuros e improbables.
En el estilo de Lem la dosis surrealista es parte fundamental al flujo narrativo, a veces poéticamente ligado al relato del inconsciente y sus complejas descripciones; así todos los argumentos se encadenan en rico poso lleno de imágenes (en eso, esta traducción es meticulosamente esmerada), siempre sorprendente al lector, le guste o no la ciencia ficción. Pero en todos está muy presente la que es sin duda su obra más famosa: Solaris (1961), llevada al cine magistralmente por Andrei Tarkovski en 1972 y que esta misma editorial vertió al castellano por primera vez directamente del polaco. En realidad Solarisposee tres versiones cinematográficas; una primera del también soviético Nikolai Nirenburg de 1968 que pasó sin pena ni gloria y una última del estadounidense Steven Soderbergh de 2002 que no logra sobreponerse a su predecesora inmediata. Solaris sigue siendo un enigma infinito de sugerencias y esa primera persona aparece también en estos cuentos de Máscara.


La cronología de esta antología va desde 1957, en los albores de su carrera literaria (“La rata en el laberinto” fue publicado en la edición original de “Diario de las estrellas”), hasta llegar a mediados de los años noventa del siglo pasado



La cronología de esta antología va desde 1957, en los albores de su carrera literaria (“La rata en el laberinto” fue publicado en la edición original de “Diario de las estrellas”), hasta llegar a mediados de los años noventa del siglo pasado. Es verdad que la vasta y erudita obra de Lem (cuya edición de obras completas, sólo accesible en polaco, sobrepasa los 25 tomos) ha sufrido manipulaciones de todo tipo tanto por parte de los sucesivos editores (se evita hablar hoy abiertamente de censura) como el propio autor, que corregía y cambiaba infatigable en cada nueva impresión. Aunque los relatos no siguen una conducción orgánica precisa, sí es cierto, como apunta el prólogo de la edición española, que tanto temas como ideas filosóficas que han sido obsesión y constante en la obra de este prolífico y complejo escritor se repiten en el potente y hasta desbocado imaginario, una escena cambiante donde la visión de la naturaleza como potencia creadora de nuevos y diversos seres domina sobre cualquier otra consideración. La otra gran preocupación ética de Lem, la inteligencia artificial, sus impredecibles límites, su uso y su destino, o la bioingeniería, aparecen en un hechizo de ambientes donde no todo es tornillos, cristales que piensan y naves interestelares. Se trata también de una progresión interior de ese pensamiento visionario, una capacidad de duda y arrastre de las ideas hacia otras preguntas sobre las que siempre es aconsejable dudar antes de responder. Y si Mascara tiene algo de invención kafkiana, sobrevuela todos los escritos una creciente angustia de cerrazón y de verdadero corsé moral, metáfora elocuente donde las hubiera de los tiempos y el lugar que le tocó vivir. El inicio del relato “La verdad” es magistral en este sentido:
“Estoy sentado en una habitación cerrada, con la puerta desprovista de picaporte y cuya ventana tampoco puede abrirse. El cristal es irrompible. Lo he intentado. No porque tuviera ganas de fugarme, o por efecto de la rabia, tan solo quise comprobar si se podía. Escribo sobre una mesa de madera de nogal. Dispongo de suficiente cantidad de papel. Escribo lentamente. Escribo aunque nadie lo lea. No quiero estar a solas, pero no consigo leer. Lo que me traen para leer es todo mentira…”.
Máscara. Stanislaw Lem. Traducción de Joana Orzechowska. Editorial Impedimenta, Madrid, 2013. 417 páginas.


el dispensador dice:
no hay por qué asustarse... en la Tierra coexisten varios mundos simultáneos... a veces los portales se abren, pero la mayoría de las veces permanecen cerrados por el bien de todos... porque los de aquí no se caracterizan por sus capacidades comprensivas... y los de allá´s no tienen paciencia para andar comprendiendo humanos y sus debilidades...
no hay por qué asustarse... los universos paralelos coexisten... vibran en simultaneidades que no caben en la mente humana... pero contienen distintos rangos de vida, muchos de ellos compatibles, la mayoría incompatibles... y reconocerlos no es un tema simple, ya que los sentidos humanos no son suficientes para entender cómo es que esto funciona, cuáles son sus equilibrios, y qué es lo que no se debe hacer, nunca...
no hay por qué asustarse, hay duendes, hadas, gnomos, y muchos otros "elementales" diseminados en varios de las Tierras paralelas... ellos saben más de los humanos que los humanos de ellos... pero gracias a ello aún se sostiene la naturaleza... no obstante ello, no es bueno alcanzar el límite de las paciencias de estos mundos diminutos, porque les sobra capacidades como para dar vuelta las cosas, por consiguiente también los hechos...
no hay por qué asustarse, pero con los seres humanos conviven otros que no lo son... parecen humanos, tienen cuerpos, ojos, oídos, voz, piel, pero no lo son... se distinguen porque est{an despojados de cualquier miseria humana, se visten de inocencia genuina y de humildad certificada... andan por la vida observando... viviendo y contemplando... sin molestar a nadie... siempre ayudan, siempre contribuyen a extender sus manos... pero tan pronto como cualquier tema se resuelve, desaparecen... eso sí, no admiten ni mentiras ni traiciones... simplemente se van...
no hay por qué asustarse... nada es como parece... naces aquí... pero también en otros "allá" y las simultaneidades se dan hasta el punto que a veces coinciden, se chocan, y el ser humano lo percibe como si se tratase de un recuerdo... "esto ya lo viví"... "ya estuve aquí"... "esto ya lo vi"... pero en segundos se esfuma el sentir y el olvido gana ante cualquier razón...
no hay por qué asustarse... el cuerpo es una máscara, pero la mayoría de las formas de vida en el universo no tienen cuerpo, y son invisibles al ojo humano, a los sentidos humanos... lo cual no modifica que realmente existan disponiendo de inteligencias muy distintas a las humanas... por ende, el humano deber aprender a no molestar los ámbitos que no le pertenecen, so pena de crear reacciones en cadena impensadas, potencialmente incontenibles...

te pregunto: ¿llevas máscara?... o, ¿llevas máskara?... la diferencia es sutil... pero debes descubrirla... hay ciertos paralelismos que existen sin tiempos... hay ciertas simultaneidades donde el tiempo no existe... ¿sabes de cuerdas?... puedes viajar por ellas en cualquier lugar del universo, como si se tratase de lianas en una selva, sólo que hay que saber reconocerlas, ya que no es bueno caerse... 

no hay por qué asustarse... pero ha llegado el tiempo de los cambios... se abrirán algunos portales que habilitarán a cruzar de un lado al otro... ¿estás preparado para usar máskara?... ya que allí no se puede llevar la máscara que usualmente usan los humanos para disfrazar sus intenciones, llevando sus palabras por una divergencia simultánea... decir una cosa para actuar en contrario, traicionando los valores y sus principios... estos umbrales no admiten dualidades... como tampoco admiten contradicciones... ¿estás preparado para ello?... si no lo estás, vete preparando para lo que jamás imaginaste... que creiste una simpleza de la ficción...
ENERO 29, 2014.-