Muere el periodista Manu Leguineche
Día 22/01/2014 - 14.21h
El escritor, fundador de la agencia Colpisa,
ha fallecido a los 72 años, según ha confirmado
la Asociación de la Prensa de Madrid en Twitter
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El periodista y escritor Manuel «Manu» Leguineche ha fallecido a los 72 años en Madrid, según ha confirmado la Asociación de la Prensa de Madrid a través de Twitter. Su capilla ardiente quedará instalada en la Sacramental de San Isidro de Madrid desde las 18:00 horas del martes.
Manu Leguineche recibió en 2010 el Premio Luca de Tena en reconocimiento a toda una vida dedicada al periodismo. Una vida al pie de la letra, al pie de la palabra, al pie de la noticia.
Cronista de raza, de los que rompen el molde, curtido en lastrincheras periodísticas de todo el mundo, testigo de primera mano de guerras y tragedias, de conflictos y desgarros, Manu Leguineche, Manu para sus cientos de amigos, de discípulos y de colegas, nació en Arrazua, Vizcaya, el 28 de septiembre de 1941.
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El Rey entrega el Premio Luca de Tena a Manu Leguineche en 2010
Aún adolescente, con diecisiete años, escoltado por su padre, se presentó en la redacción de «El Norte de Castilla», que entonces dirigía Miguel Delibes. Comenzaron sus viajes, comenzaron sus crónicas desde cualquier esquina del planeta, como en aquel viaje iniciático que en compañía de varios colegas norteamericanos, a bordo de un jeep, le llevó durante dos años a dar la vuelta al mundo, experiencia recogida en «El camino más corto», primer libro de su larga trayectoria.
Poco después, con apenas 19 primaveras, en otro de esos rasgos del periodista al que el aguijón de la noticia le pica y le impide estarse quieto, sin ni siquiera avisar a sus padres, cogió un ferry en Alicante y en unas horas se plantó en Argelia, desgarrada por la guerra. La India y Pakistán, enfrentados en un cruento conflicto fueron las siguiente estaciones de este viaje. Sus relatos recalan en el diario «Madrid».
Luego, con la mochila del periodismo a cuestas, cargado de pluma y bloc, con los ojos siempre terriblemente abiertos, cubrió las guerrasque en esos años desgarraban el planeta: Vietnam, el Líbano, Nicaragua, Chipre, Bangladesh, Camboya, Palestina. Su imparable trabajo reporteril no le impideióconcluir sus trabajos de Periodismo y fundar y ser director de la agencia Colpisa, y más tarde ser director de laagencia Cover y la creación de LID (Línea Independiente para Diarios).
A la par, continuó con sus reportajes y entrevistas de hondo alcance, con personalidades como Perón e Indira Gandhi. En 1980, recibió elPremio Nacional de Periodismo, por el conjunto de reportajes publicados durante 1979, donde se reflejaban acontecimientos históricos, como el derrocamiento del Sha de Persia, la caída de Somoza en Nicaragua o el golpe de Estado contra Macías, en Guinea Ecuatorial. En 1984, obtuvo el premio Cirilo Rodríguez.
Sus libros y la televisión
Leguineche fue autor de más de cuarenta libros, entre los que destacan: «Los topos», escrito en colaboración de Jesús Torbado y editado en 1977; «La tribu», 1980; «Sobre el volcán», 1985; «La guerra de todos nosotros», 1986; «La primavera del Este», 1990, entre otros.
Leguineche también trabajó en televisión, al lado de José María Íñigoen «Estudio abierto» o dirigiendo y presentando «En portada». Para televisión cubrió uno de los hechos más escalofriantes y que más honda huella dejarono en él, el asesinato de Monseñor Ellacuría y sus compañeros jesuitas en El Salvador.
La directora del Ente Público, Pilar Miró, le propuso ser jefe de informativos de TVE, pero él prefirió seguir con su trabajo habitual, lejos de los despachos. El 8 de octubre de 1991 obtuvo el premio Julio Camba de periodismo, destinado a distinguir la labor de corresponsalía en el extranjero.
En marzo de 1992 se editó su libro «La ley del mus», prologado por el Rey. Y ese mismo año, el 6 de abril, le fue concedido el premio Ortega y Gasset de Periodismo en su IX edición, por sus crónicas en 1991 sobre la guerra del Golfo, el conflicto yugoslavo y sus análisis sobre el fallido golpe de Estado en la extinta Unión Soviética.
Pilar Cernuda, sobre Manu Leguineche: «El periodismo en estado puro»
Día 22/01/2014 - 14.31h
Pilar Cernuda recuerda a su amigo y maestro con
el que fundó Fax Press y que seguirá siendo el
referente de los periodistas
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Para Pilar Cernuda, una de las más estrechas colaboradoras y amigas de Manu Leguineche, a lo largo de su carrera, hoy es un día muy triste. Se ha muerto su amigo, su maestro, «el periodista en estado puro que, desgraciadamente, ha estado quince años fuera de juego por culpa de su enfermedad». Todos los periodistas deberían hoy recordar, según Cernuda, «lo que Manu Leguineche supuso para los españoles».
Con emoción, exclama: «¡Era un tipo fuera de serie!» y personalmente lamenta «que no haya podido disfrutar durante 15 años de las cosas quemás le gustaban: la lectura y el periodismo que le mantenía atento a los cambios que pasaban a su alrededor». Trabajar con él no permitía, sin embargo, olvidarse de que «tenía su carácter, a veces complicado. Era muy individualista y sentías a su lado que llevaba la profesión en la sangre, por mucho que a veces hubiera que discutir con él y hasta cabrearte con él. Jamás olvidaré lo que le debo».
El primer corresponsal de guerra
Entre las cosas que no debemos olvidar es que Manu Leguineche fue «el primer corresponsal de guerra de España que merecía ese nombre, tal vez junto a Luis Calvo. Fue el que inauguró para nosotros la manera de contar, por ejemplo, las guerras», recuerda la periodista y colaboradora de ABC. ¿Y cómo evolucionó con el tiempo esa manera de contar? «Decía Manu, se lamentaba de ello, que las crónicas de guerra se vinieron abajo con la televisión. Y eso que él trabajó como corresponsal para TVE en muchas guerras. Pero pensaba que la descripción de los detalles y los datos que tienen cabida en una crónica narrativa son imposibles de contar con unas pocas imágenes y un texto brevísimo. La imagen no nos descubre igual la realidad».
Entre las cosas por las que Manu Leguineche debe ser recordado figura, aunque parezca anecdótico, que fue quien bautizó a la «troupe» de corresponsales que van a las guerras como «la tribu». Pilar Cernuda recuerda el libro que escribió con ese nombre, en el que relata los detalles de la vida de los corresponsales destacados para cubrir el juicio de Macías en Guinea.
Pero el libro que Pilar Cernuda prefiere y tiene más cerca en este recuerdo apresurado es, sin duda, «El camino más corto», en el que un jovencísimo Manu «se enroló con cuatro americanos, uno de ellos el hijo de Errol Flynn, para dar la vuelta al mundo en un jeep y les pasó de todo. Está llena de aventuras y anécdotas protagonizadas por este periodista que se había sumado como el españolito de la expedición».
Sobre la actualidad del periodismo, sometido a grandes cambios tecnológicos, duda Pilar Cernuda que Manu se hubiese acostumbrado. «Para él el periodismo era contar una historia y contarla bien,pero es cierto que se aferró siempre a su vieja Olivetti y nunca usó el ordenador. La enfermedad que le apartó de la primera línea no nos deja valorar si al final se habría adaptado, pero nos habría recordado lo que es el periodismo para que no lo olvidásemos en medio de tantos cambios».
En resumen, Pilar Cernuda echa de menos al gran maestro pero también al amigo, y tiene un último y sonriente recuerdo para algunas características muy singulares «Además de todo lo que te he dicho, era un típico vasco, muy del Athletic y mal perdedor de mus. Le vamos a echar de menos». Todos
a veces miras,
a veces callas,
a veces escuchas,
cosas que apabullan el alma,
a veces escribes,
mientras corres saltando vallas,
a veces es el destino... el que te asalta...
no sabes por qué,
pero así sucede,
no siempre lo que se ve,
es lo que se quiere,
uno es testigo de aquello puede,
da testimonio de cosas que duelen,
siempre hay alguien atento,
que te sigue y te lee,
para salvar el espíritu,
hay que abrir la mente,
suceden cosas que uno no entiende,
¿por qué ciertas palabras golpean,
mientras otras hieren?,
los hechos son tal se los teje,
siempre hay un ovillo girando en su eje,
cuando te quieres acordar,
eres tu el que no vuelve.
ENERO 22, 2014.-
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