Las 'femmes fatales' de la cartografía
Entre los objetivos fundamentales de todo mapa está evitar que aquel que lo consulte se pierda. Por ello, durante siglos representaron el mundo de una forma más o menos fiel para facilitar su comprensión. Sin embargo, los ejemplos cartográficos que recoge el libro A Map of the World (Gestalten) invitan a lo contrario: a perderse en las representaciones personales de los mundos de algunos de los mejores ilustradores, diseñadores y narradores del momento.
“Los primeros mapas eran construcciones singulares y complejas. Eran obras de arte únicas que hablaban de jerarquías sociales. En la Edad Media, la división entre el mundo conocido y el desconocido se empleaba como una analogía de la relación entre lo bueno y lo malo”, escribe Antonis Antoniou en el prólogo del libro. Durante la era de los descubrimientos la distinción pasó a ser entre el viejo y el nuevo mundo. “Los mapas se convirtieron en afirmaciones de poder, de orgullo nacional”. Y a finales del siglo XX, la tecnología digital revolucionó la cartografía y, subraya Antoniou, “trajo un potencial apasionante y también las inevitables tensiones”.
En A Map of the World la cartografía es algo personal. Una especie de retrato. Ya lo escribió Oscar Wilde: “Todo retrato pintado con emoción es un retrato del artista, no del modelo”. En los mapas imaginados por Masako Kubo, Vesa Sammalisto o Mike Lemanski no se han tenido en cuenta criterios físicos, geopolíticos o socioeconómicos y quizás precisamente por eso sean tan irresistibles. “Estos son mapas de los que uno no debe fiarse, lo que ocurre es que no puede evitar caer rendido ante ellos. Son las femmes fatales de la cartografía”, concluye Antoniou.
Cómo no, hoy la cartografía está dominada por la tecnología, con Google a la cabeza. Pero en el mismo tiempo y espacio hay una nueva generación de diseñadores, ilustradores y narradores que están experimentando con la cartografía ilustrada y realizando representaciones personales de mundos lejanos y cercanos para, de alguna forma, contrarrestar la frialdad de Google Maps & co.
A Map of the World está editado por Gestalten.
el dispensador dice:
¿hacia dónde te diriges?,
¿hacia dónde vas?,
¿cuál es la dirección de tus sentidos?,
o bien,
¿cuál es el sentido de tu dirección?,
¿has aprendido a leer tus caminos?,
¿tienes el mapa de tu propia vida?,
¿dispones de un GPS de tu alma?,
¿o lo tienes para tu espíritu?,
¿has escuchado la voz de tu consciencia,
dándole sentido a tu ruta?,
¿has visto a tu ángel anunciarte los abismos por delante?,
¿sabes que cada mapa de gracia viene con anexos,
que contienen las señales de tus mañanas necesarios?,
¿sabes que cada destino tiene su propio mapa?,
¿sabes que hay una cartografía de tus huellas,
y otra distinta de tus sombras?,
¿qué te asombra?,
¿quién te nombra?,
¿vives tus días parado sobre alfombras?,
¿te guían tus intenciones o tus esfuerzos?,
¿reconoces la voluntad en los cuerdos?,
¿has aprendido a desprenderte de tu cuerpo?,
¿o simplemente prefieres sentirte denso?...
mucho hay de arenas en los desiertos,
tanto como aguas en los océanos,
así como aire protegiendo cielos,
o bien fuegos cercando infiernos...
¿reconoces la dirección de lo eterno?,
¿sabes lo que significa sentirse pleno?,
¿te engañas con frecuencia al mirar el suelo?,
¿te pierdes cuando contemplas el cielo?...
la gracia depende de su sentido,
de la confianza en lo reconocido,
de la distancia con lo afligido,
de la alegría de sentirse vivo...
necesitas un mapa para verte incluído,
saberte allí sin estar escrito,
descubrir la comarca donde has nacido,
ser ausencia sin verte herido...
dibuja tu mapa sin ser visto,
dale color a lo merecido,
toma distancia de lo mentido,
mira el horizonte hacia donde va tu camino.
Enero 14, 2013.-
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