Viaje a Ítaca digital
Nos guste o no, tenemos que asumir que los hábitos de creación, acceso y consumo cultural están experimentando una transformación histórica con la llegada de Internet.
El V Congreso Iberoamericano de Cultura, en Zaragoza (20-22 de novimebre) reflexionó sobre eso
Estamos viviendo un momento histórico similar a la Revolución Industrial. Al igual que durante esa época el mundo vivió una transformación radical, la Revolución Digital está generando un proceso disruptivo muy similar en nuestra sociedad. Nos guste o no, tenemos que asumir que los hábitos de creación, acceso y consumo cultural están experimentando una transformación histórica con la llegada de Internet. Entender la compleja y cambiante realidad digital que nos está tocando vivir es difícil, pero a la vez puede ser un Viaje a Ítaca realmente apasionante.
La historia nos demuestra que cada vez que aparece una nueva tecnología en la sociedad —la imprenta, por ejemplo, que no deja de ser una vieja tecnología que lleva más de 500 años con nosotros— surgen al inicio todo tipo de miedos, prejuicios y debates pasionales debido al cambio y a las incógnitas que florecen con su irrupción. Para lo bueno y para lo malo la historia suele repetirse, y tras una primera fase de negación y rechazo la nueva realidad se impone y la transformación se convierte en algo natural. En este nuevo mundo de transformación constante y sin retorno, perder el tiempo debatiendo sobre las supuestas bondades del pasado no va a hacer que la era digital se detenga. Para comprender mejor la era que nos ha tocado vivir, los profesionales del sector cultural, así como los representantes de las administraciones públicas, deberían centrarse más en identificar los beneficios y las oportunidades que ofrece Internet que en los daños colaterales que sin duda surgen en cualquier transformación de la sociedad. Por ejemplo, el códice recibió en su momento de aparición numerosas críticas por la discontinuidad que ofrecía en la lectura de los textos, pero en poco tiempo fue asimilado por las grandes ventajas que ofrecía la compilación de largos textos en una sola unidad física en vez de en varios rollos. Lo mismo está ocurriendo con la llegada de Internet.
En los próximos años viviremos unos nuevos tiempos con un acceso nunca antes visto a cantidades inmensas de información, ocio y conocimiento, lo que conllevará una reconversión total del sector cultural. Ante estas nuevas formas de crear, acceder y consumir cultura, todos los profesionales del mundo cultural (escritores, productores y directores de cine, gestores culturales de museos y centros de arte, editores, libreros y bibliotecarios, entre otros) deberán reflexionar sobre cómo se transformarán sus viejos oficios en la era digital. La irrupción de Internet no solo conlleva la mera conversión de cualquier tipo de contenido cultural (libros, música, cine, prensa, revistas...) en un formato digital; su impacto es mucho más profundo, puesto que afecta a todos los procesos de la industria (creación, producción, distribución, comercialización, promoción, etc.).
En este contexto de metamorfosis social y sectorial, el mayor reto a asumir por el mundo de la cultura es un cambio de chip mental sobre lo que representa Internet. Aunque nadie tenga un esquema claro sobre cuáles son las tecnologías que perdurarán y cuáles son puro marketing, lo verdaderamente importante es tener una mirada más amplia sobre Internet para comprender mejor las oportunidades que nos ofrece el nuevo mundo online. Cada día hay más personas que se adentran sin complejos en la era digital. No hay más que bajar al metro o subir al autobús para comprobar cómo cada vez más gente consume todo tipo de contenidos digitales en pantallas. La sociedad está cambiando sus hábitos de consumo de contenidos culturales a un ritmo trepidante y, desgraciadamente, parte de las industrias culturales se está quedando atrás.
Aunque existen muchos interrogantes sin respuesta, animo a los profesionales del mundo cultural, ya sean públicos o privados, hacer cuanto antes las maletas para embarcarse en un largo viaje a Ítaca digital, que os aseguro está lleno de aventuras y nuevas experiencias. Para este viaje deberían llevarse lo mejor del mundo analógico, que hay mucho, pero también dejar atrás el amplio lastre de prejuicios culturales acumulados a lo largo de los siglos.
La historia nos demuestra que cada vez que aparece una nueva tecnología en la sociedad —la imprenta, por ejemplo, que no deja de ser una vieja tecnología que lleva más de 500 años con nosotros— surgen al inicio todo tipo de miedos, prejuicios y debates pasionales debido al cambio y a las incógnitas que florecen con su irrupción. Para lo bueno y para lo malo la historia suele repetirse, y tras una primera fase de negación y rechazo la nueva realidad se impone y la transformación se convierte en algo natural. En este nuevo mundo de transformación constante y sin retorno, perder el tiempo debatiendo sobre las supuestas bondades del pasado no va a hacer que la era digital se detenga. Para comprender mejor la era que nos ha tocado vivir, los profesionales del sector cultural, así como los representantes de las administraciones públicas, deberían centrarse más en identificar los beneficios y las oportunidades que ofrece Internet que en los daños colaterales que sin duda surgen en cualquier transformación de la sociedad. Por ejemplo, el códice recibió en su momento de aparición numerosas críticas por la discontinuidad que ofrecía en la lectura de los textos, pero en poco tiempo fue asimilado por las grandes ventajas que ofrecía la compilación de largos textos en una sola unidad física en vez de en varios rollos. Lo mismo está ocurriendo con la llegada de Internet.
En los próximos años viviremos unos nuevos tiempos con un acceso nunca antes visto a cantidades inmensas de información, ocio y conocimiento, lo que conllevará una reconversión total del sector cultural. Ante estas nuevas formas de crear, acceder y consumir cultura, todos los profesionales del mundo cultural (escritores, productores y directores de cine, gestores culturales de museos y centros de arte, editores, libreros y bibliotecarios, entre otros) deberán reflexionar sobre cómo se transformarán sus viejos oficios en la era digital. La irrupción de Internet no solo conlleva la mera conversión de cualquier tipo de contenido cultural (libros, música, cine, prensa, revistas...) en un formato digital; su impacto es mucho más profundo, puesto que afecta a todos los procesos de la industria (creación, producción, distribución, comercialización, promoción, etc.).
En este contexto de metamorfosis social y sectorial, el mayor reto a asumir por el mundo de la cultura es un cambio de chip mental sobre lo que representa Internet. Aunque nadie tenga un esquema claro sobre cuáles son las tecnologías que perdurarán y cuáles son puro marketing, lo verdaderamente importante es tener una mirada más amplia sobre Internet para comprender mejor las oportunidades que nos ofrece el nuevo mundo online. Cada día hay más personas que se adentran sin complejos en la era digital. No hay más que bajar al metro o subir al autobús para comprobar cómo cada vez más gente consume todo tipo de contenidos digitales en pantallas. La sociedad está cambiando sus hábitos de consumo de contenidos culturales a un ritmo trepidante y, desgraciadamente, parte de las industrias culturales se está quedando atrás.
Aunque existen muchos interrogantes sin respuesta, animo a los profesionales del mundo cultural, ya sean públicos o privados, hacer cuanto antes las maletas para embarcarse en un largo viaje a Ítaca digital, que os aseguro está lleno de aventuras y nuevas experiencias. Para este viaje deberían llevarse lo mejor del mundo analógico, que hay mucho, pero también dejar atrás el amplio lastre de prejuicios culturales acumulados a lo largo de los siglos.
Javier Celaya es director académico del V Congreso Iberoamericano de Cultura.@javiercelaya
V Congreso Iberoamericano de Cultura
Descodificando luces, sombras y miedos del un futuro cultural en la Red
El director del Festival South by Southwest Interactive de Austin (Texas) y la responsable de estrategia digital de Penguin-Random House conversan sobre el presente y el futuro de Internet
T-s-e-r-r-o-f-h-g-u-h-n-o-t-r-a-b-y-l-l-o-m… dentro de una red blanca de letras metálicas que moldean a un hombre gigante que abraza a un menor están dos de los líderes digitales que escriben parte del futuro de la cultura y del mundo. Hugh Forrest y Molly Barton han modificado la estructura genética de crear, promocionar y acceder a la música, al cine, a las innovaciones tecnológicas o al libro. Él, como creador y director del macro Festival South by Southwest Interactive (SXSW) de Austin (Texas), desde 1994. Ella, como máxima responsable de estrategia digital de la prestigiosa Penguin en la editorial Penguin-Random House, al tiempo que lleva las relaciones con empresarios de lo digital y socios en todo el mundo.
Los dos conversan dentro de la escultura hueca El alma del Ebro, de Jaume Plensa, en Zaragoza. Son las grandes estrellas del V Congreso Iberoamericano de Cultura, que, bajo el lema Cultura digital, cultura en Red, se cerró ayer. Mientras hablan, muchas de las 2.500 millones de personas con conexión a Internet disfrutan de los inventos que ellos han ayudado a sacar adelante y a dar visibilidad, llámense Twitter, Facebook, Foursquare o proyectos que editan las mejores obras literarias en e-books y con clubs de escritores en Red como Book Country. Envueltos en letras, Forrest y Barton descodifican las luces y las sombras, las dichas y los miedos del futuro digital de la cultura...
...o-d-a-s-a-p-s-e-a-y-o-r-u-t-u-f-l-e… Empieza a lloviznar y la charla se traslada al Palacio de Congresos, a una sala blanca, de sillas blancas, de paredes desnudas. Son ellos modernos Moiras, Hermes y Casandras que recuerdan el papel clave del mundo hispanohablante en ese futuro. Para empezar, la edición 2014 del SXSW tendrá una sección de tecnología latina, anuncia Hugh Forrest. Y los lectores en español tendrán más ofertas en e-books, según Barton. Ambos coinciden en que la industria y las instituciones culturales deben estar actualizadas sobre los deseos de la gente, “porque ellos van por delante y lo quieren todo, y donde sea”. Han auspiciado innovaciones y precipitado avances que repercuten en la creación y hábitos culturales. Pero, ¿cuáles consideran que son sus principales contribuciones?
Molly Barton. Como editora de libros, nuestro objetivo siempre ha sido inspirar a los lectores con esas historias. Mi contribución más importante a la industria editorial es el proyecto Book Country. Una plataforma digital, comunidad de autores que crea un puente hacia la gran cantidad de cosas que están pasando en la industria en lo que se refiere a autoedición y a las nuevas formas de edición con respecto a la industria editorial tradicional. Book Country es una forma de dar a los lectores muchas más señales. Una red social de escritores que cuelgan ahí sus obras una vez han comentado el libro de otro escritor, esa es la única condición. Ya hay 12.000 miembros.
Hugh Forrest. Hemos tenido la suerte de estar en medio de muchos cambios tecnológicos. En términos de arte, el punto de inflexión más importante de nuestro crecimiento fue en 2007 con Twitter. Fue su puesta de largo. A partir de ahí hay un antes y un después. Su éxito ha hecho que miles de empresas de reciente creación quieran venir a South by Southwest en busca de ser la próxima Twitter o empresa que viene a descubrir y alcanzar fortuna y riqueza.
...a-i-c-n-e-v-i-v-r-e-p-u-s-e-d-s-a-c-i-n-c-é-t… Las alianzas, las fusiones, proliferan casi como única vía de supervivencia en un ecosistema cultural amenazado...
H. F. Un evento como South by Southwest intenta centrarse en los artistas independientes, grupos, cineastas o creadores digitales, y proporciona una especie de contenidos, de sesiones y de paneles para darles herramientas con las que puedan expresar su pasión y convertirla en una profesión. SXSW ha tenido la suerte de crecer. Vienen marcas y empresas más grandes. Los blogs y las redes sociales han proporcionado algo más que una avenida para que las voces independientes prosperen y sobrevivan.
M. B. Lo que me parece interesante de las asociaciones es que pueden ser realmente poderosas por una razón concreta: si estás abierto a las asociaciones puedes mantenerte muy centrado en lo que haces y en lo que otras personas hacen mejor.
...a-r-r-e-i-t-a-l-a-o-d-n-a-m-a-ll-n-ó-i-c-a-n-i-g-a-m-i… La información en Internet es torrencial, abrumadora. El filósofo Daniel Innerarity dice que eclipsa la reflexión y la imaginación...
M. B. Es un tema fascinante porque afecta a nuestro estado mental. Impera la sensación de que nunca terminas de saberlo todo sobre un ámbito. Así que puedes investigar sin parar. Desde el punto de vista de la experiencia del usuario y del diseño, en los proyectos digitales pienso a menudo en cuál es el final del libro y en cómo podemos crear una experiencia finita que resulte satisfactoria. Además, la forma del libro, aunque sea digital, puede suponer un alivio, porque tienes la sensación de que dominas este ámbito de la información o esta historia en particular.
H. F. South by Southwest es una representación viva de Internet y sigue avanzando sin parar. La idea es que nunca te sientes satisfecho, siempre vas a mantener una lucha incesante por encontrar otra cosa mejor. Pero, en realidad, los momentos en los que creo que he tenido las mejores ideas han sido cuando he estado totalmente distanciado de cualquier periódico de Internet o lo que sea.
...o-r-u-t-u-f-l-e-d-s-a-i-g-l-a-t-s-o-n… Hay pistas que hablan de una vuelta a lo analógico, parece que la velocidad hacia lo digital empieza a ralentizarse...
M. B. Sí, las ventas de libros electrónicos están frenándose en Estados Unidos. Existe un entusiasmo por las cosas nuevas. Cuando la gente descubrió Facebook ocurrían muchas cosas, colgaban muchas fotografías y lo integraron en su vida de una manera más natural. Veo a la gente leer e-books y libros en papel. El desafío será encontrar la manera de convertir eso en una experiencia satisfactoria. Puede que surja toda una serie de novedades para realizar un seguimiento de tus lecturas, porque puedes estar leyendo algo con el teléfono pero también con el ordenador, y luego tienes un libro en papel, y debes saber cómo compaginarlo.No creo que haya menos gente que compra libros digitales, sino que nos encontramos en una gran etapa de adopción. En el caso de la música, creo que los grandes aficionados compran vinilo, pero diría que gran parte de la población recurre a Spotify y otros formatos porque es muy fácil y accesible allá donde estés, y la selección es infinita. El vinilo es un ejemplo interesante, porque, no sé si compráis discos, pero es una manera de que los grupos mantengan una conexión más íntima con su público, ya que los venden en los conciertos, así que es un intercambio más personal; las notas del disco pueden estar escritas a mano, así que se trata de un producto de gran calidad y más personal.
H. F. La experiencia de los grupos en comparación con los libros parece un poco distinta, porque ahora las bandas de éxito suelen cosechar la mayoría de sus ingresos durante las giras. ¿Puedes compararlo con la experiencia literaria?
M. B. En este momento no. Aunque estamos debatiendo con nuestros grandes socios la posibilidad de celebrar actos por los que se pague entrada y convertirlos en un contexto más similar a un concierto o una velada más elegante que el hecho de ir a una librería.
...e-u-q-e-u-r-t-l-e-y-n-o-i-c-i-s-o-p-x-e-e-r-b-o-s-a-l-e-d-a-r-e-a-l…El dilema entre seguridad y libertad y privacidad asedia a todo el mundo, es uno de los fantasmas digitales...
M. B. Una de las personas más interesantes sobre este tema es Jerome Lanier. Escribió un libro llamado You’re not a gadget [No eres un aparato], y otro que acaba de publicarse, Who owns the future? (De quién es el futuro). Está diciendo básicamente que no tenemos que construir Internet como lo construimos, que es un intercambio: renuncias a tu información personal y a tus datos a cambio de bienes o de medios de comunicación gratuitos, y que no teníamos que haberlo hecho así, de la forma que lo hicimos. Estamos teniendo dificultades para elaborar nuevos modelos y a algunos empresarios se les están ocurriendo ideas para volver a instaurar modelos de pago para el arte.
H. F. Los acontecimientos del verano pasado, con Edward Snowden y la NSA, nos hicieron recordar estos temas de la privacidad. Deberíamos ignorarlos o tratar de no pensar en ellos. Hay dos factores importantes a los que atribuyo el crecimiento de South By Southwest: las redes sociales y las empresas tecnológicas de reciente creación. Sin duda alguna, nos hemos beneficiado de parte de lo que las redes sociales ofrecen, pero una de las pegas de lo que las redes sociales ofrecen es que pierdes mucha privacidad. Lo que importa es si sabes o no que estás perdiendo privacidad. En cierta manera, es fácil decir que a las generaciones futuras no les preocuparán los mismos temas de privacidad que nos preocupaban cuando estábamos creciendo. Se están desarrollando nuevas aplicaciones o innovaciones que se pueden usar y que no revelarán todos nuestros datos. Pero somos animales de costumbres. No estoy seguro de tener grandes respuestas para estas preguntas salvo que es seguro que es uno de los dilemas que definen dónde estamos y cómo progresamos.
...a-s-n-a-c-s-e-d-o-n-r-i-n-e-v-r-o-p-l-e… Todo caduca a gran velocidad. Las incertidumbres y las servidumbres están por todos lados...
H. F. Entre las tendencias del futuro están: Uno, la tecnología instalada en la indumentaria, como por ejemplo ropa con sensores para señalar enfermedades. Dos, el movimiento Maker/Hacker Context o que representa la tecnología del bricolaje. Tres, Internet en las cosas con aparatos inalámbricos para controlar la casa o la oficina a distancia. Cuatro, el aumento del crowdfunding como un mercado abierto incluso a proyectos privados. Cinco, cambios en el sistema educativo, tanto en las herramientas de estudio como en la pedagogía. Seis, modificaciones radicales en el sector sanitario, que incluyen aparatos de autodiagnóstico o dispositivos en forma de tatuaje para controlar la salud. Siete, el transporte 2.0: desde un sistema para ir de una ciudad a otra en tiempo impensable y los ya anunciados viajes privados al espacio o coches no tripulados. Ocho, mejora de la banda ancha, lo que incrementará las funciones de Internet y por ende sus potencialidades para crear o trabajar. Nueve, auge de las startups, empresas que buscan un modelo de negocio donde la innovación sea la esencia. Y diez, el mundo es plano donde la geografía es menos relevante y te instalas en cualquier lugar.
M. B. No hay que temer a las tecnologías. Solo es aterrador si usas las herramientas sin pensar en sus consecuencias.
H. F. Todos los aparatos van a estar conectados o informatizados. Es emocionante, o aterrador. Hay que prepararse para ello. …s-o-d-e-i-m-s-o-l-y-s-a-h-c-i-d-s-a-l-r-a-c-i-f-i-d-o-c-s-e-d-a-r-a-p-d-e-t-s-u-e-s-e-r-á-p-e-r-p...
Los dos conversan dentro de la escultura hueca El alma del Ebro, de Jaume Plensa, en Zaragoza. Son las grandes estrellas del V Congreso Iberoamericano de Cultura, que, bajo el lema Cultura digital, cultura en Red, se cerró ayer. Mientras hablan, muchas de las 2.500 millones de personas con conexión a Internet disfrutan de los inventos que ellos han ayudado a sacar adelante y a dar visibilidad, llámense Twitter, Facebook, Foursquare o proyectos que editan las mejores obras literarias en e-books y con clubs de escritores en Red como Book Country. Envueltos en letras, Forrest y Barton descodifican las luces y las sombras, las dichas y los miedos del futuro digital de la cultura...
...o-d-a-s-a-p-s-e-a-y-o-r-u-t-u-f-l-e… Empieza a lloviznar y la charla se traslada al Palacio de Congresos, a una sala blanca, de sillas blancas, de paredes desnudas. Son ellos modernos Moiras, Hermes y Casandras que recuerdan el papel clave del mundo hispanohablante en ese futuro. Para empezar, la edición 2014 del SXSW tendrá una sección de tecnología latina, anuncia Hugh Forrest. Y los lectores en español tendrán más ofertas en e-books, según Barton. Ambos coinciden en que la industria y las instituciones culturales deben estar actualizadas sobre los deseos de la gente, “porque ellos van por delante y lo quieren todo, y donde sea”. Han auspiciado innovaciones y precipitado avances que repercuten en la creación y hábitos culturales. Pero, ¿cuáles consideran que son sus principales contribuciones?
Molly Barton. Como editora de libros, nuestro objetivo siempre ha sido inspirar a los lectores con esas historias. Mi contribución más importante a la industria editorial es el proyecto Book Country. Una plataforma digital, comunidad de autores que crea un puente hacia la gran cantidad de cosas que están pasando en la industria en lo que se refiere a autoedición y a las nuevas formas de edición con respecto a la industria editorial tradicional. Book Country es una forma de dar a los lectores muchas más señales. Una red social de escritores que cuelgan ahí sus obras una vez han comentado el libro de otro escritor, esa es la única condición. Ya hay 12.000 miembros.
Hugh Forrest. Hemos tenido la suerte de estar en medio de muchos cambios tecnológicos. En términos de arte, el punto de inflexión más importante de nuestro crecimiento fue en 2007 con Twitter. Fue su puesta de largo. A partir de ahí hay un antes y un después. Su éxito ha hecho que miles de empresas de reciente creación quieran venir a South by Southwest en busca de ser la próxima Twitter o empresa que viene a descubrir y alcanzar fortuna y riqueza.
...a-i-c-n-e-v-i-v-r-e-p-u-s-e-d-s-a-c-i-n-c-é-t… Las alianzas, las fusiones, proliferan casi como única vía de supervivencia en un ecosistema cultural amenazado...
H. F. Un evento como South by Southwest intenta centrarse en los artistas independientes, grupos, cineastas o creadores digitales, y proporciona una especie de contenidos, de sesiones y de paneles para darles herramientas con las que puedan expresar su pasión y convertirla en una profesión. SXSW ha tenido la suerte de crecer. Vienen marcas y empresas más grandes. Los blogs y las redes sociales han proporcionado algo más que una avenida para que las voces independientes prosperen y sobrevivan.
M. B. Lo que me parece interesante de las asociaciones es que pueden ser realmente poderosas por una razón concreta: si estás abierto a las asociaciones puedes mantenerte muy centrado en lo que haces y en lo que otras personas hacen mejor.
...a-r-r-e-i-t-a-l-a-o-d-n-a-m-a-ll-n-ó-i-c-a-n-i-g-a-m-i… La información en Internet es torrencial, abrumadora. El filósofo Daniel Innerarity dice que eclipsa la reflexión y la imaginación...
En los proyectos digitales pienso a menudo en cuál es el final del libro y en cómo podemos crear una experiencia finita que resulte satisfactoria
H. F. South by Southwest es una representación viva de Internet y sigue avanzando sin parar. La idea es que nunca te sientes satisfecho, siempre vas a mantener una lucha incesante por encontrar otra cosa mejor. Pero, en realidad, los momentos en los que creo que he tenido las mejores ideas han sido cuando he estado totalmente distanciado de cualquier periódico de Internet o lo que sea.
...o-r-u-t-u-f-l-e-d-s-a-i-g-l-a-t-s-o-n… Hay pistas que hablan de una vuelta a lo analógico, parece que la velocidad hacia lo digital empieza a ralentizarse...
Sí, existe una vuelta a lo analógico, y las ventas de libros electrónicos están frenándose en Estados Unidos. Existe un entusiasmo por las cosas nuevas
M. B. Sí, las ventas de libros electrónicos están frenándose en Estados Unidos. Existe un entusiasmo por las cosas nuevas. Cuando la gente descubrió Facebook ocurrían muchas cosas, colgaban muchas fotografías y lo integraron en su vida de una manera más natural. Veo a la gente leer e-books y libros en papel. El desafío será encontrar la manera de convertir eso en una experiencia satisfactoria. Puede que surja toda una serie de novedades para realizar un seguimiento de tus lecturas, porque puedes estar leyendo algo con el teléfono pero también con el ordenador, y luego tienes un libro en papel, y debes saber cómo compaginarlo.No creo que haya menos gente que compra libros digitales, sino que nos encontramos en una gran etapa de adopción. En el caso de la música, creo que los grandes aficionados compran vinilo, pero diría que gran parte de la población recurre a Spotify y otros formatos porque es muy fácil y accesible allá donde estés, y la selección es infinita. El vinilo es un ejemplo interesante, porque, no sé si compráis discos, pero es una manera de que los grupos mantengan una conexión más íntima con su público, ya que los venden en los conciertos, así que es un intercambio más personal; las notas del disco pueden estar escritas a mano, así que se trata de un producto de gran calidad y más personal.
H. F. La experiencia de los grupos en comparación con los libros parece un poco distinta, porque ahora las bandas de éxito suelen cosechar la mayoría de sus ingresos durante las giras. ¿Puedes compararlo con la experiencia literaria?
M. B. En este momento no. Aunque estamos debatiendo con nuestros grandes socios la posibilidad de celebrar actos por los que se pague entrada y convertirlos en un contexto más similar a un concierto o una velada más elegante que el hecho de ir a una librería.
...e-u-q-e-u-r-t-l-e-y-n-o-i-c-i-s-o-p-x-e-e-r-b-o-s-a-l-e-d-a-r-e-a-l…El dilema entre seguridad y libertad y privacidad asedia a todo el mundo, es uno de los fantasmas digitales...
M. B. Una de las personas más interesantes sobre este tema es Jerome Lanier. Escribió un libro llamado You’re not a gadget [No eres un aparato], y otro que acaba de publicarse, Who owns the future? (De quién es el futuro). Está diciendo básicamente que no tenemos que construir Internet como lo construimos, que es un intercambio: renuncias a tu información personal y a tus datos a cambio de bienes o de medios de comunicación gratuitos, y que no teníamos que haberlo hecho así, de la forma que lo hicimos. Estamos teniendo dificultades para elaborar nuevos modelos y a algunos empresarios se les están ocurriendo ideas para volver a instaurar modelos de pago para el arte.
Lo que importa es si sabes o no que estás perdiendo privacidad. En cierta manera, es fácil decir que a las generaciones futuras no les preocuparán los mismos temas de privacidad
...a-s-n-a-c-s-e-d-o-n-r-i-n-e-v-r-o-p-l-e… Todo caduca a gran velocidad. Las incertidumbres y las servidumbres están por todos lados...
H. F. Entre las tendencias del futuro están: Uno, la tecnología instalada en la indumentaria, como por ejemplo ropa con sensores para señalar enfermedades. Dos, el movimiento Maker/Hacker Context o que representa la tecnología del bricolaje. Tres, Internet en las cosas con aparatos inalámbricos para controlar la casa o la oficina a distancia. Cuatro, el aumento del crowdfunding como un mercado abierto incluso a proyectos privados. Cinco, cambios en el sistema educativo, tanto en las herramientas de estudio como en la pedagogía. Seis, modificaciones radicales en el sector sanitario, que incluyen aparatos de autodiagnóstico o dispositivos en forma de tatuaje para controlar la salud. Siete, el transporte 2.0: desde un sistema para ir de una ciudad a otra en tiempo impensable y los ya anunciados viajes privados al espacio o coches no tripulados. Ocho, mejora de la banda ancha, lo que incrementará las funciones de Internet y por ende sus potencialidades para crear o trabajar. Nueve, auge de las startups, empresas que buscan un modelo de negocio donde la innovación sea la esencia. Y diez, el mundo es plano donde la geografía es menos relevante y te instalas en cualquier lugar.
Todos los aparatos van a estar conectados o informatizados. Es emocionante, o aterrador. Hay que prepararse para ello.
H. F. Todos los aparatos van a estar conectados o informatizados. Es emocionante, o aterrador. Hay que prepararse para ello. …s-o-d-e-i-m-s-o-l-y-s-a-h-c-i-d-s-a-l-r-a-c-i-f-i-d-o-c-s-e-d-a-r-a-p-d-e-t-s-u-e-s-e-r-á-p-e-r-p...
Viaje a Ítaca digital | Cultura | EL PAÍS
el dispensador dice:
es curioso... un antiguo papiro egipcio prolijamente secuestrado y luego guardado bajo siete llaves, en algún lugar ignoto de la Europa medieval, describe a los escribas mirando una roca usada como pantalla... en dicha roca se expresan símbolos jeroglíficos que se traducen como ideogramas... cada símbolo representa una sucesión de hechos... una constante de circunstancias... rutinas... o conjuntos filosóficos y cosmogónicos de imposible traducción, mucho menos con los facilismos que dominan a las actuales teconologías sociales...
nuevamente, es curioso... una de las piedras de Ica, extraviada intencionalmente en algún lugar desconocido de la Europa medieval, enseña a varios miembros de la cultura Uru, observando como un quipu es pantalla y teclado que habilitan el registro de hechos e ideas afines a un tiempo, a un momento de la historia... traduciendo contenidos culturales para nada coincidentes con los conferidos por la historia oficial a una parcialidad originaria extinguida...
también, es curioso... que una pared de relieves de aquel templo de la India de los bajos, muestre a indos observando una roca que reproduce, al modo de una pantalla de televisión, hechos que están sucediendo a miles de kilómetros de distancia...
los tres hechos anteriores existen... son parte de propiedades privadas jamás valorizadas por sus oportunistas dueños de ocasión... pero en esencia reflejan que la humanidad tuvo antes, alguna vez, un pensamiento tan jeroglífico como el que hoy proponen las ciencias de la informática de los teclados y las pantallas, incluso mucho más sutiles y hasta mucho más superadoras que las actuales... exhibiendo portales que habilitaban a cruzar los espacios tanto como los tiempos... sin morirse, sin degradarse...
el ATCG del ADN humano, en cualquier orden, también es un jeroglífico que pertenece al ámbito de la creación... traduce los contenidos de todo lo que existe en miles de millones de combinaciones que van desde una bacteria hasta una entidad molecular jamás desvelada por sentido humano alguno... léase, supera al humano mismo, encadenándolo a la creación, admitida o negada... sin que se haya perdido eslabón alguno...
el alma puede expresarse mediante un jeroglífico...
el espíritu puede traducirse como un jeroglífico...
la consciencia puede revelarse como un jeroglífico...
el ángel de la guarda puede transformarse en un jeroglífico...
¿imaginas cuál le correspondería a cual?...
busca... estamos cerca del momento bisagra... busca... tal vez seas el primero en alcanzar el portal... pero éste, tiene sus exigencias... no pertenece a nadie, sólo se pertenece a sí mismo... y devora a quien lo pretenda para sí... porque no admite los egoismos.
NOVIEMBRE 24, 2013.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario