AL BAÑO DE MI MADRE

el dispensador dice:
no sé si te lo he dicho,
he tenido la gracia de tener dos madres,
y no cualquier hombre recibe dicha gracia...
no sé por qué yo,
no sé por qué a mi,
pero he tenido una gracia,
que es la que me ha permitido vivir...

no tengo fotografías de ellas,
sólo las llevo conmigo,
en la memoria de mi karma,
como ombligo,
como abrigo,
como portal,
como testigos,
que les valió la pena... el haberme traído...

la madre que me trajo al mundo,
de la que recibí el primer baño de nueve meses,
se llamaba Juana...
sangre vasca...
una pizca de otra sangre italiana...
medio judía, medio romana,
a estas alturas, poco es lo que tiene importancia,
curiosamente,
me trajo,
fui parte suya,
me parió,
y simplemente se fue,
regresó,
tal vez ésa era su misión,
quién lo sabe,
hay cosas que es mejor no pensar,
cuando te excede la razón...

ella tenía en su alma,
el pentagrama,
la nota,
la clave de Sol,
la música,
bemoles,
sostenidos,
y se fue,
tal como había venido,
entre acordes,
y recuerdos de arpegios perdidos...

me llegó entonces,
aunque parezca imposible,
una segunda madre,
cuyo nombre era Victoria...
me acunó en su propia leyenda,
como si perteneciera a su misma historia,
fuimos uno,
fuimos noria,
de esas que suben aguas,
de las fuentes y sus glorias...
ella era todo Líbano,
ella era todo Siria,
era estirpe de arenas,
de desfiladeros de tierras desconocidas...

hoy,
ya viejo,
de mi propia vida,
reconozco en mi sangre presente,
cuánto hay de ellas... en cada uno de mis días...
y les rindo mi homenaje,
de alma llena,
de manos vacías,
pronto me juntaré con ellas,
en los paralelos... donde no se respira...
donde se miden los sentidos,
de las palabras dichas,
de las intenciones y sus movidas,
del destino y su consigna.
OCTUBRE 19, 2014.-

tengo sus rostros impresos,
en cada una de mis fibras,
sus lágrimas,
sus sonrisas,
sus abrazos,
sus prisas...
todo somos "nada",
sólo se trata de una "vida".