viernes, 17 de octubre de 2014

EL ABRAZO ► Memoria de arena [04] >> Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS

Memoria de arena [04] >> Y… ¿dónde queda el Sáhara? >> Blogs EL PAÍS







Intentar mostrar la riqueza de la cultura saharaui. Ese es el objetivo de este espacio. Una cultura nacida de la narración oral, de los bellos paisajes del desierto, de las vidas nómadas y el apego a la tierra, de su origen árabe, bereber y musulmán, de sus costumbres únicas y de la relación con España que se remonta a más de un siglo. Una cultura vitalista, condicionada por una historia en pelea por la supervivencia desde 1975. Coordina Sukeina Aali Taleb



SOBRE LOS AUTORES

Sukina Aali-TalebHija del exilio, Sukina Aali-Taleb nació en Madrid por casualidad, de padre saharaui y madre gallega. Es miembro del grupo de escritores La Generación de la Amistad Saharaui y coautora del libro "La primavera saharaui, los escritores saharauis con Gdeim Izik", tras los acontecimientos de El Aaiún, en 2010. Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura en institutos públicos de Madrid. Como no puede ser de otra manera, apoya al Frente POLISARIO en proyectos de ayuda a su pueblo, refugiado y abandonado a su suerte en Tinduf (Argelia), desde hace cuatro décadas.
Roberto MajánRoberto Maján, ilustrador. Le gusta decir que fue el último humano nacido en su pueblo; piensa que eso lo hace especial. Y que su abuela se empeñó en llamarle Roberto en memoria de Robert Kennedy asesinado cuatro días antes. En la época en que nació y se bautizó, el Sahara era español, en el mal sentido de la palabra. El lo sabía por las cartas que recibía de su tío Ramón, destinado allí en su servicio militar. Los sellos que las franqueaban prefiguraron el universo imaginario que tratará de recrear en las imágenes de este blog.
Bahia Mahmud AwahBahia Mahmud Awah. Escritor, poeta y profesor honorario de Antropología Social en la Universidad Autónoma de Madrid, natural de la República del Sahara Occidental. Nacido en los sesenta en la región sur del Sahara, Tiris, la patria del verso y los eruditos. Cursó estudios superiores entre La Habana y Madrid, donde reside. Pertenece al grupo de Escritores Saharauis en lengua castellana.
Willy VeletaWilly Veleta. Willy Veleta consiguió su licenciatura de periodismo de una universidad estadounidense (ahí queda eso) y ha trabajado en todos los canales privados de TV en España… de los que huyó cuando se dio cuenta de que querían becarios guapos. Ahora es profesor de periodismo en inglés y prepara su tercer libro, una novela sobre los medios.
Liman BoichaLiman Boicha. Se licenció en Periodismo en la Universidad de Oriente en Cuba. Después de una larga ausencia regresó a los campamentos de refugiados saharauis y durante cuatro años trabajó en la Radio Nacional Saharaui. Actualmente reside en Madrid. Ha publicado Los versos de la madera y ha participado en varias antologías de poesía saharaui: Añoranza, Um Draiga, Aaiún, gritando lo que se siente, entre otras. Forma parte del grupo poético Generación de la Amistad Saharaui y es miembro de la Asociación de Escritores por el Sahara-Bubisher.
Larosi HaidarLarosi Haidar. Tras el alto el fuego, se instaló en Granada, donde se licenció y doctoró en Traducción e Interpretación. Actualmente es profesor de esta misma disciplina en la Universidad de Granada y ha publicado varios trabajos relacionados con la cultura saharaui. También ha participado en varias antologías de poesía saharaui.






Memoria de arena [04]

Por:  13 de octubre de 2014
Poem04                                                                                            Ilustración de Roberto Maján
 NO TE RÍAS- Larosi Haidar
¿Sabrías decirme, amigo
amiga del alma o quien seas
cuál ha de ser el camino
que lleva al mar, al vacío
al silencioso mundo de mis quejas?

Mas no te rías ni llores
por mis yerros soy humano
y tiéndeme la mano de hierro
que no escarmiento;
y si crees que miento, miente
siente, respira el ojo de mi frente
mas no te rías ni llores
ni digas lo que sientes.


Mas no te rías ni llores
¿es la vida seducida lo que gime?
Dime que no con flores
y mientras dure el llanto sublime
de mis temores olvidados
acariciando el seno dorado de la luna;
y tu calor siga meciendo mi cuna
desolada, vacía de lágrimas y colores
seguirá la vida desvivida de mis sueños
el camino enarbolado de la mente
mas no te rías ni llores
ni digas lo que sientes.

Mas no te rías ni llores
ni tomes por rendición mi silencio
ni creas que el traidor triunfa
ni la traición se hizo ciencia
mas sigue adorando la paciencia
y a cada día ponle flores;
no respondas al pobre necio
ni siquiera con desprecio
pues su precio es la indiferencia;
y quien se pase al enemigo de tus sueños
es tu enemigo en los sueños y en la vida
vivida y no vivida, no es nadie
olvídalo, borrón y cuenta nueva
virgen silente de la triste arena
traicionada por tus hijos, tus hijas
y uno tras uno fueron claudicando
besaron la mano enemiga
pasaron a la cara oculta de la luna
te olvidaron como el resto de la gente:
Mas yo te quiero con locura
mi Sáhara mi bella durmiente
y sigue así, ni te rías ni llores
ni digas lo que sientes...


el dispensador dice:
en el medio del desierto no esperas encontrarte con nadie,
quieres, pero es improbable,
deseas, pero suele ser imposible,
más aún cuando te adentras por fuera de los rumbos habituales....

camello,
camellos,
calor agobiante,
caravana,
gentes azules,
arenas más rojas,
arenas menos rojas,
arenas casi amarillas,
gruesas,
finas,
areniscas... sales...

allá,
un espejismo...
lejos,
tanto como lejísimo...
los extremos avanzan,
convergen,
hasta que se tocan...
noche que pesa,
demasiado cielo si no se reza,
si la oración no cubre la mesa... improvisada tienda de Luna y sueños...
la costumbre es mirarse a los ojos,
pero en la noche sólo hay fuegos,
deformando los rojos,
los negros,
los profundos cerrojos...
se acerca,
como de la nada,
me abraza...
me recita algo en su dialecto que no entiendo,
no pronuncio palabra, 
sólo lo siento,
ha hallado en un reflejo de lo "nuestro",
ha reconocido la sintonía de lo eterno...
somos uno,
por un momento...
al amanecer... direcciones opuestas...
sigue su curso,
mientras el camello me bambolea,
portando el cansancio que cuesta,
tanto que siento que duermo,
mientras la próxima tarde espera.
OCTUBRE 17, 2014.-

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