FE

(Foto: Angastaco, Valles Calchaquíes, Salta, Argentina. Ossian Lindholm).



el dispensador dice:
no,
no la descubrí por casualidad,
vino conmigo,
ha sido parte de mi causalidad,
esencia de mi gracia,
expresión de mis sentidos,
sentido de la humildad,
sentido de la inocencia,
sentido de la consciencia,
sentido de la palabra,
sentido del silencio,
sentido de la soledad,
sentido de la compañía,
sentido de la amistad,
sentido de los afectos...
un sentido integrado en la FE...

FE,
que opera al modo de un puente con Dios,
si quieres claro está...
un puente que no puede ser declamado,
un puente que no puede ser mentido,
mucho menos traicionado,
ni siquiera razonado...
porque las cosas de Dios no se razonan,
como tampoco se razonan las significancias del Verbo,
mucho menos las de la creación,
que están ahí a la mano,
que están ahí a los ojos de quien las quiera ver,
que están simplemente al alcance de cualquiera,
con FE suficiente para conferirles el valor que ellas demandan...

hay muchos lugares donde las gentes obran según lo que entienden por FE...
a veces de modo utilitario,
a veces de modo complementario,
a veces como si fuese un campanario,
a veces como artilugio donde el rol es disfrazado...
curiosamente,
la FE, 
está en el alma...
ya que si no está allí,
no está en ninguna parte...
no en la iglesia,
no en la mezquita,
no en el templo,
no en las escrituras,
no en el dogma,
ya que la FE se traduce en el pragma... o en ninguna otra parte...

se habla de la FE,
pero no se la ejercita...
tanto es así,
que hasta como palabra... se marchita...
dejando a la persona a la "vista"...

me he encontrado con la FE en muchas partes,
curiosamente,
Angastaco ha sido una de ellas...
andaba suelta,
sin amarre,
sin gentes que la aten,
que la aten a su espíritu,
sumándose a la cadena invisible,
que hace de la oración una llave...

la oración sin FE... es un eco...

la FE sin un alma... es un espejismo...

por ello,
cada vez que me cruzo con un humano,
me resguardo en mi FE,
me guardo en ella,
a salvo.
OCTUBRE 16, 2014.-