Andrea Camilleri: “El pueblo que se resigna está acabado”
Maestro italiano de la novela negra y conciencia política de la izquierda de su país, Andrea Camilleri se define a sus 88 años como “un empleado de la escritura”.
Es la estrella del festival de literatura criminal BCNegra, que le entrega el Premio Pepe Carvalho
La mañana del 19 de octubre de 2003, el escritor italiano Andrea Camilleri (Sicilia, 1925) se enteró por los periódicos de que, el día anterior, su amigo Manuel Vázquez Montalbán había muerto de un infarto en el aeropuerto de Bangkok. “Aquella noticia me golpeó, pasé verdaderamente un mal día. Después de comer, me eché una pequeña siesta y, al levantarme, mi mujer me dijo: 'Ha llegado un paquete para ti'. Lo abrí. Era el último libro de Manolo publicado en Italia”.
Si no fuera por la vista, que prácticamente lo ha exiliado de la lectura en papel, Camilleri disfruta de unos 88 años de lujo. Sigue escribiendo todos los días -hace un mes terminó la última entrega del comisario Montalbano, del que Salamandra publica ahora en EspañaEl juego de los espejos-, fumando como un carretero y contagiando el placer de la conversación. Dentro de unos días viajará a Barcelona para participar en la semana literaria BCNegra 2014.
Pregunta. ¿Es cierto que usted a veces empieza a escribir una novela a partir de una frase escuchada en la calle?
R. Sí, pero más que una frase escuchada en la calle, suelo utilizar alguna frase leída en un libro. Por ejemplo, La desaparición de Patònació de dos frases de una novela de Leonardo Sciascia en la que cuenta que en 1873 hubo en Italia una gran investigación parlamentaria sobre Sicilia. En un determinado momento, el senador que presidía la comisión le preguntó al alcalde de un pequeñísimo pueblo de Caltanissetta: señor alcalde, ¿se han producido recientemente en su pueblo hechos de sangre? Y el alcalde respondió: no, a excepción de un farmacéutico que por amor ha matado a siete personas... Imagínese qué locura, en qué entorno vivía, ¡no consideraba un hecho de sangre matar a siete!
P. Vivía en el escenario de sus novelas, Sicilia, la Mafia…
R. A la Mafia la he tenido siempre en un segundo plano, aunque siempre presente, porque negarla hubiese sido negar la existencia del aire. Influye en todas las relaciones, condiciona la existencia, y el Estado aún no sabe cómo luchar contra ella. Hoy además la Mafia es de cuello blanco y, por tanto, más difícil de combatir. Al principio eran analfabetos y hoy tienen carreras, pero sigue siendo la mafia. Está en la política, en la industria...
P. ¿Nunca ha tenido problemas por escribir de la Mafia?
R. No. Y eso que ya han aprendido a leer. En el momento en que empezaron a matar periodistas entendí que ya habían pasado a la alfabetización.
P. ¿Por qué escribe en siciliano?
R. No es exactamente siciliano. Es un siciliano muy manipulado, el modo en que hablábamos en nuestra casa de la pequeña burguesía. El siciliano se utilizaba para el discurso íntimo, personal, y el italiano para tomar distancia o incluso para intimidar. Mi madre me podía estar hablando en dialecto, pero cuando quería advertirme de algo –¡te lo repito solo una vez más!— entonces pasaba al italiano.
P. ¿Sigue escribiendo cada día?
R. Sí, soy un empleado de la escritura, cada día, como si fichara. Empiezo muy pronto, sobre las ocho, pero cumpliendo unos requisitos: tengo que estar perfectamente en orden –afeitado, vestido-- como si fuese a ir a la oficina. Se trabaja espléndidamente hasta las diez y media de la mañana que es cuando empiezan las llamadas de teléfono. Yo sostengo la necesidad del ejercicio cotidiano, de la misma forma que un pianista, aunque no tenga un concierto a la vista, se mantiene haciendo ejercicio. Es fundamental para mantener a punto el cerebro y la escritura.
P. ¿Se siente comunista todavía?
R. Siempre, siempre, siempre… Comunista por la justicia social, que cada vez se aleja más en el horizonte.
P. ¿Dónde está la izquierda italiana?
R. Me acuerdo de aquel filósofo, Diógenes, que buscaba al hombre con una linterna. Pero ni siquiera con una linterna se consigue encontrar a la auténtica izquierda italiana. Ya no hay una idea que la tenga unida. Una idea de país, de Estado. Italia está atravesando un momento verdaderamente feo. La situación del desempleo es terrible. Si hace 40 años se hubiese producido una situación así, la gente habría bajado la calle. Hoy, en cambio…
P. ¿Echa de menos una reacción más fuerte?
R. Esto es malo desde el punto de vista de la resignación. Si un pueblo se resigna está acabado. Aquellos que han perdido la esperanza de encontrar un trabajo y por eso ya no lo buscan están dando un paso hacia el suicidio. Antes, la actitud era otra [alza la voz, como prestándosela a un desempleado]: pierdo la esperanza de encontrar un trabajo y te disparo, porque la Constitución dice que Italia es una República fundada sobre el trabajo, por tanto bajemos a la calle a pedirlo… Pero no bajamos a la plaza. Esto quiere decir que la enfermedad es muy grave.
P. Se le ve muy desilusionado con la política…
R. Creo en la política, y por eso escribo a menudo artículos sobre política, pero creo en la buena política, que no es la que se practica ahora. Me interesa una política donde no todo es posible, donde no se traiciona a los propios electores al día siguiente de las elecciones. Eso me repugna. La política que, con sus pactos, sigue dándole la oportunidad a Berlusconi, que ya ha sido condenado en firme y por tanto es un delincuente, que continúe dominando la política italiana. Este país debería avergonzarse de que un hombre así continúe haciendo política.
P. A veces es muy difícil entender desde fuera la incapacidad de Italia para dejar atrás ciertos vicios de la política….
R. Los italianos, aunque esto que voy a decir es un poco grave, todavía no se han acostumbrado a la democracia. Sé que son palabras fuertes. Si usted mira a Francia, tuvieron la revolución francesa. En España, el 36 representó la confrontación que luego fue mundial entre fascismo y antifascismo. Se pagó con sangre y tienen ahora una idea de democracia ganada. Nosotros, sí, tuvimos la resistencia, la liberación, pero era más contra los alemanes, contra los ocupantes, no contra el propio residuo fascista. No se ha producido una verdadera liberación, verdadera. Es un problema no resuelto.
P. ¿Qué piensa un comunista irredento del papa Francisco?
R. Viene de una Iglesia más cercana a la pobreza, y se le nota. No por casualidad ha aparecido en L’Osservatore romano la reseña de un libro que habla de la teología de la liberación que era como una blasfemia hace algunos años. Por tanto, no es solo una apariencia, es una sustancia. Si lo conseguirá, esto no lo sé. Porque el Vaticano es peor que una cúpula mafiosa, je je… Pero yo deseo que lo consiga.
'Femicrime’ y delitos urbanos en Barcelona
Destaca en el programa de BCNegra (hasta el 8 de febrero, con más de 60 actividades) la presencia masiva de autoras. Este año, la cita cuenta con más editoriales que nunca: 43.
El catálogo de estrellas internacionales luce nombres como Peter James, Ben Pastor, Sophie Hannah y el propio Camilleri, que recogerá el premio Pepe Carvalho.
No conviene perderse la exposición sobreGeorges Simenon y la dedicada a las mujeres malvadas en las aventuras del escritor Sherlock Holmes.
Entre las numerosísimas mesas redondas, las dedicadas a la ciudad y el crimen, las series televisivas, los detectives victorianos y el lado oscuro y criminal de la ciencia.
El ‘Femicrime’, una tendencia en alza en la novela policiaca
La presencia de las mujeres en el género negro,como autoras y como personajes de ficción (detectives o asesinas), aumenta
Es uno de los temas de BCNegra que acaba de empezar
CARLES GELI Barcelona 31 ENE 2014 - 16:37 CET
Desde los albores grises del género, cuando la novela enigma, las mujeres han estado presentes, como autoras (Agatha Christie, Dorothy Sayers…) y también como protagonistas, antes incluso que el fundacional Sherlock Holmes: ahí está Mrs. Gladden, primera detective profesional de las letras británicas, creada en 1864 por Andrew Forrester, seudónimo de James Dredding War. Le dio vida con grandes dotes deductivas y un fuerte coraje en The female detective, algo visionario cuando la figura de la mujer policía no existía en la vida real. Pero sin duda, las mujeres nunca habían escrito tanta novela negra como hasta hoy y, sobre todo, la habían protagonizado, ya fuera como detectives o como asesinas. Y así hasta se habla ya en el mundo anglosajón de una variante del género: el femicrime.
“¿Femicrime? No lo había oído, pero el fenómeno está, si bien me parece más un tema de mercado editorial: la irrupción, más que de las mujeres en general, de autoras del género nórdicas, sin discernir mucho la calidad, por cierto”, lanza Anna Maria Villalonga, profesora especialista del teatro del XVIII en la Universidad de Barcelona pero también estudiosa de la novela negra, con blog (A l’ombra del crim) y coordinadora (y autora) de los 13 relatos escritos por mujeres que conforman Elles també maten (Llibres del delicte) que acaba de aparecer. “Esa presencia ha ido a más: tras las damas británicas del crimen tipo Ruth Rendell y P.D. James, que empezaron a incorporar un poco más de sexo y traumas personales a rebufo de Freud tras la Segunda Guerra Mundial, en los 80 llegan ya autoras como Sue Grafton y Sara Paretsky, que convierten a mujeres en detectives protagonistas”, fija cronológicamente Paco Camarasa, librero de referencia con su tienda Negra y Criminal y comisario del encuentroBCNegra que acaba de arrancar en Barcelona con presencia de un sinfín de mujeres: Sophie Hannah (con la novedad La cuna vacía, en Duomo), Ben Pastor (Cielo de plomo, en Alianza), Dolores Redondo(Legado en los huesos, en Destino / Columna), Teresa Solana (La casa de les papallones, en RBA-La Magrana), Alicia Giménez Bartlett, la propia Villalonga…
En BCNegra estarán presentes escritoras como Sophie Hannah, Ben Pastor, Dolores Redondo, Teresa Solana y Anna María Villalonga…
Por ese mapa mental tan claro, Camarasa es el primero en asegurar que las mujeres investigan –y matan— distinto que los hombres, como mínimo en la ficción. “En las obras de mujeres hay muchísima menos sangre y entrañas en el crimen en sí y, en cambio, sus detectives están más atentos a los detalles de la cotidianeidad”, apunta el comisario literario. “Usan más la mirada que las armas y los crímenes no son tan sanguinarios, a excepción de los casos que ve la comisaria foral Amaia Salazar de Redondo, pero que se dan en un contexto rural, donde el crimen es más salvaje al ser pueblos, ollas a presión social”.
“En la literatura negra de mujeres hay crímenes de todo tipo, como los casos con que topa la forense Scarpetta de Patricia Cornwell o en los de Sue Grafton, pero en general a las mujeres les interesa más el mecanismo que lleva a alguien a matar o a ser las víctimas, saber el por qué se produce esa violencia y no tanto el detalle de cómo; se busca más el factor psicológico y humano y la reina de eso es Patricia Highsmith, con sus novelas de atmósfera y personajes tan retorcidos como Ripley”, opina Villalonga. En consecuencia, cree que, amén de que “las detectives son extremadamente más observadoras, ahí está la Cornelia Weber-Tejedor de Rosa Ribas,”, la gran diferencia entre sexos está “en el móvil del crimen: o matan para defenderse ellas mismas o a su familia o por venganza por sufrimientos anteriores: una violación, malos tratos de infancia…”.
A las mujeres les interesa más el mecanismo que lleva a alguien a matar o a ser las víctimas, saber el por qué se produce esa violencia y no tanto el detalle de cómo; se busca más el factor psicológico y humano
“A los hombres les subyuga la violencia; no es que las mujeres sean menos crueles pero sin duda son menos brutas y sanguinarias, su mal es más sutil; las motivaciones, para las mujeres negrocriminales, son cruciales; ahí está Rendell: el 80% es puro análisis psicológico”, ejemplifica Giménez Bartlett, que con su policía Petra Delicado fue en 1996 de las pioneras en España y en Europa en dar protagonismo a una mujer. “Hasta entonces solían ser ayudantes de fiscal, o forenses, a lo sumo; había poquísimas mujeres policía en la vida real en España; pero mi opción fue estilística: me pareció más verosímil que fuera un relato en primera persona y eso me llevó a una mujer”.
Petra es una rara avis porque suele beber y “pega algún que otro mamporro”, dice su madre. “Es anómalo porque las mujeres detectives no tienen esa carga alcohólica, fumadora y de autodestrucción que tienen los hombres”, apunta Camarasa. “Siempre me han recriminado que Petra tenga esos vicios masculinos; el problema es que las feministas toman estos personajes como verdaderos prototipos idealizados de mujer”, dice Giménez Bartlett. Las cosas van cambiando, lentamente: Amaia, la inspectora de Redondo, se lía a puñetazos con uno de sus policías y consigue que la admire y obedezca. La Norma Forrester, de Solana, fue expedientada por atizarle a fondo a un detenido, eso sí, pedófilo.
Para Villalonga, tiene lógica y un punto de modernidad esa ausencia de clichés: “Los arquetipos de los detectives de Hammet o Chandler se van rompiendo porque el protagonismo ha pasado hoy, en aras de la verosimilitud, del detective clásico de agencia a los cuerpos de seguridad y es poco creíble que sean borrachos perdidos o drogadictos; ahora bien, códigos y convenciones se pueden romper hasta cierto punto porque el lector espera unos mínimos del género”.
Los arquetipos de los detectives de Hammet o Chandler se van rompiendo porque el protagonismo ha pasado hoy, en aras de la verosimilitud, del detective clásico de agencia a los cuerpos de seguridad
Solana, de las autoras del género más consolidadas en Cataluña y la primera española nominada a los premios Edgar Allan Poe de relatos policiales en EE UU, tiene en su Norma Forrester las rupturas justas: “No está divorciada pero tiene un amante y su familia no es muy clásica: su hija ha sido concebida con su cuñado; es nieta de brigadista inglés que participó en la guerra civil española, antropóloga…”. Tendría, pues, alguna de las señas de identidad de las últimas tendencias de femicrime: la singularidad del personaje. “A veces viene dado por su origen étnico o por su comportamiento sexual, pero ahora la último es que sean cada vez más especiales”, fija Camarasa.
Lo excesivamente exótico en las trayectorias de los personajes femeninos tiene, para Solana, un peligro, que cree haber detectado ya en televisión. “En series como Homeland o Bones se fuerza el carácter psicopático de las protagonistas, hay un exceso de paranoias que me preocupa que puedan llegar al género negro literario”. Una excepción de libro es la ya mítica Lisbeth Salander creada por Stieg Larsson. El elogio y el beneficio de su existencia para el género es unánime: “Siendo una víctima se niega a serlo y acaba manejando su propia vida”, piensa Solana. “Es fuerte y con agallas y joven, por lo que influirá en que se creen chicas detectives menores de 40 años, así renovaremos el negro femenino, ahora algo vetusto”, ataca Giménez Bartlett. “Su potentísima dualidad de violencia extrema y víctima total ha hecho un favor al género”, cree Villalonga.
“No sé si la Salander generará tanto clones detectivescos pero sí que dará pie a la proliferación de hackers y programadores informáticos”, piensa Camarasa. De esa pericia tecnológica ya se beneficia María Ruiz, la comisaria de Berna González Harbour, que estrena segunda aventura: Margen de error (RBA)."Para María, tener cobertura y batería es más importante casi que acertar con la bala", expone su creadora. La presencia tecnológica es consecuencia del discurso que ha llevado en buena parte a la periodista González Harbour al género. "Esa tecnología es el universo actual, Holmes hoy probablemente sería hacker... Esa literatura debe reflejar la nueva situación social, por eso me puse a escribir novela negra: porque la que leía no era mi mundo, me harté de hombres misóginos o solitarios que babeaban ante mujeres sinuosas de pechos abultados", resume. Por ello, los crímenes que aborda son "más de tipo social, de nuestro alrededor inmediato, intento recoger lo social y denunciarlo de algún modo; por algo el género es justiciero", dice en una muestra más de la empatía con otras vidas que se deja entrever en las autoras delfemicrime.
"Quiero pensar que es un bello signo de normalización: creen que esos personajes femeninos les pueden dar más matices literarios", asegura la estudiosa Anna Maria Villalonga
El librero y experto Camarasa está preocupado, a pesar de la eclosión, por la aún escasez de autoras del género en todo el arco mediterráneo. “En Grecia, ni hay casi; en Italia, unas pocas, y aquí algo más, que comparadas con la Francia que lideraFred Vargas, por ejemplo, o las nórdicas, es irrisorio”. ¿Alguna pista? “Quizá influya el tema de la religión católica”. Villalonga apuesta por lo histórico –“hay menos tradición literaria porque son áreas con inestable tradición democrática: con dictaduras hay poco género negro y menos descansando en las fuerzas policiales, identificadas con la represión, como también ocurre en Sudamérica; aquí la cosa estalló tras la Transición”—y Giménez Bartlett, por lo cultural: “Durante años no se tradujo novela negra y han faltado referentes para crear tradición: P.D. James tardó siglos en llegar aquí”. La británica Kate Atkinson, toda una revelación, da pasos de gigante en comparación con sus ilustres colegas predecesoras como James o Rendell.
En paradójico contraste, pocos países occidentales tienen tantos escritores con detectives femeninas protagonistas. Carlos Quílez creó aPatricia Bucana; José María Guelbenzu, a Mariana de Marco; Juan Bolea, a Martina de Santo… “Quiero pensar que es un bello signo de normalización: creen que esos personajes femeninos les pueden dar más matices literarios”, opina Villalonga, que detecta un curioso matiz cuando uno se fija en autores nórdicos que manejan mujeres: “Ellas suelen formar parte de un equipo, como hace Arnaldur Indridason; o el mismo Henning Mankell, donde una es incluso la jefe del grupo”. "María avanza en equipo y delegando; no se me ocurre de otra manera", sostiene González Harbour sobre su comisaria. Sin querer dar nombres, Giménez Bartlett cree que “la mayoría de las mujeres protagonistas, especialmente las españolas, son vampiresas o inteligentísimas, totalmente arquetípicas. ¿Una mujer policía ha de ser siempre fuerte y bella?”.
Cuando el policía que escriben las mujeres es varón, hay unanimidad: “Suele ser menos violentos, de modos menos agresivos; ahí está Adam Dalgliesh, el protagonista a menudo de P.D. James, o el Brunetti de Donna Leon”, dice la creadora de Petra Delicado. Pero sólo hay una característica planetaria común, dice Villalonga: “Me fijé en los nórdicos, donde hay mucho maltrato a pesar de ser sociedades supuestamente modélicas: sean hombres o mujeres los autores o los protagonistas, las mujeres -y los niños de rebote- son siempre aún las grandes víctimas”. Un caso todavía abierto.
el dispensador dice: comienza febrero de 2014, y estamos a un siglo del triste acontecimiento de la Primera Guerra Mundial, un conflicto que definió el siglo XX y su proyección hacia aquí... un siglo donde la civilización humana se vistió de violencias e intolerancias, sin reflexionar acerca de su finitud como raza, de su finitud como individuos, y hasta de su finitud como cultura... mucho menos ha reflexionado acerca de la Tierra como el único hogar concedido para la humanidad... y ni siquiera se ha molestado en reflexionar sobre las consecuencias de los abusos sobre los recursos terrestres, sean aguas dulces, sean aguas oceánicas, sean hidrocarburos, sean aires a los que se les restan árboles, sean suelos agotados por una soja que arrasa químicamente a los humus, sea lo que sea, esta humanidad atropella... pero evita pensar... porque en esencia, evita darse cuenta... y siempre anda buscando espaldas para cargarle las culpas de lo que no hace, de lo que deja de hacer, de lo que no quiere hacer, de lo que evita hacer, un conjunto de factores que se traducen como una burla a la creación, a la que se recita pero al mismo tiempo se desprecia...a un Dios al que se lo invoca, para inmediatamente después negarlo, haciendo lo propio con los prójimos...
comienza febrero de 2014, un año que nace bajo el signo del cambio de los tiempos... muchos cambios en todos los órdenes, incluyendo en ellos los cosmológicos y los cosmogónicos... un año donde se harán presentes los errores de apreciación sobre las cuentas largas y sus engranajes olvidados, cuentas donde todo estaba registrado hasta el detalle, pero que fueron prolijamente borradas de la historia gracias al dominio y la supremacía de las ignorancias eclesiásticas y reinales del medioevo europeo...
comienza febrero 2014, recordándonos que la "violencia" es un hecho bíblico... un hecho donde se deja constancia que Caín, representante de las tinieblas, asesina a Abel, representante de los hijos de la luz, fundado en miserias humanas que se asumen como incipientes... ello para habilitar la dualidad de Set, que deriva entre las tinieblas y las luces, sin asumir posición, bajo la conveniencia de estar bien con los unos y los otros, tomando ventaja y sacando partido para beneficio propio, un beneficio efímero ya que cuando alcanza posición para el disfrute... se muere... dando lugar al tobogán de las herencias... herencias que se sustentarán en el conflicto permanente y eterno, en el amor y el desamor, en la mentira que quiebra las inocencias, en las traiciones que conceden el acceso al poder, poco o mucho, poder... poder despreciar al prójimo... poder envidiar al otro... poder quitarle algo para denigrarlo públicamente... ojo por ojo... y el mundo de esta era se ha venido cegando a sí mismo... negando lo evidente... buscando tener un argumento que salve y justifique la excusa...
pero los tiempos se agotan... porque en esencia el tiempo sólo existe para la mente humana mientras el espíritu se encuadra dentro de un cuerpo... más tarde el tiempo no existe... más temprano, tampoco existe... el espíritu existe en un espacio que es esférico, lineal y curvo de manera simultánea... entonces, lo que se agota es el tiempo de la raza... entonces, lo que se agota es el tiempo de la humanidad como raza... entonces, lo que se termina es la depredación como fuente de riquezas... entonces, lo que se termina es la discrecionalidad de los esclavismos del poder, porque aquel que esclaviza a su prójimo, sin darse cuenta se vuelve esclavo también...
hoy, febrero de 2014, la violencia está instalada en el orbe humano de la mano de poderes desquiciados que se erigen como "dioses" del todo sin siquiera ser parte de nada... actuando al modo de dinosaurios carnívoros que devoran culturas, bienestares ajenos y sociales, educaciones y formaciones, hechos y actos de salud, techos, juegos, ya que todo es pasible de ser comprado y vendido para inmediatamente ser transformado en fuentes de crisisc y caos... necesarios para sostener el poder a como sea, al precio que sea, siempre denigrando al prójimo, siempre cazando brujas, siempre persiguiendo a los que "piensan", siempre descalificando a las víctimas, siempre enalteciendo a los victimarios, siempre dando la derecha al "pensamiento verdugo", siempre ninguneando, nunca aprendiendo de los errores que se repiten una y otra vez, demostrando que la alienación crece, tanto como las soberbias y sus desprecios...
la violencia se ha vuelto mediática... está en el cine que se ha quedado sin ideas y por ende con guiones vacíos... está en la literatura que refleja el dinosaurio que mora en el alma humana perversa... está en el cómic donde el atropello se vuelve habitual... está en el aire que se respira, intoxicado por pesticidas y contaminantes de toda índole que están enfermando a la raza humana, restándole capacidades, por ende quitándole "humanismos" necesarios para dimensionar la importancia del "valor genuino", el valor que hace a las éticas y las filosofías... y así de repente, la humanidad se ha quedado sin estadistas (porque ya no hay estados), la humanidad carece de ausencia de sabios (porque las sabidurías han caído en desuso), y la humanidad misma se ha tornado en "ventajera" asumiendo como buenos los modelos que engañan, atropellan, burlan, violan, vejan, quitan, niegan, para inmediatamente apropiarse de las voluntades y los esfuerzos ajenos...
el ser humano sin su dignidad, no es nada... es un piltrafa de sí mismo, que desciende al mundo humano a través de una madre, para respirar durante un rato y pasarla bien a costillas de cualquiera que se le cruce, y a eso se le llama circunstancia y destino, sin darse cuenta que cuando se denigra la circunstancia, se hace lo propio con el destino... porque la verdadera vida comienza cuando concluye esta...
el ser humano aún no comprende que su hogar es la Tierra, y que este hogar le pertenece a la humanidad por préstamo, no por derecho...
el ser humano aún no comprende que lo que hay en la Tierra guarda un sentido de herencia intrínseco... si no hay herencia, no hay futuro, no hay mañana necesario, y por ende no hay ni circunstancia ni destino...
el ser humano aún no comprende que es uno solo, mujer u hombre, pero uno solo traducido en un ser humano... quien piensa con su pene, sólo verá vaginas... y quien piensa con su vagina, solo verá penes, pero en ningún caso verá lo importante, que es justamente ver seres humanos en roles, unidos durante un lapso para el fin común que significa pertenecer a la raza...
el ser humano aún con comprende que en el universo, son más las cosas y los hechos invisibles a sus sentidos, que aquellos que sí lo son (visibles, perceptibles, tangibles, verificables)... por ende, mientras respira, es más lo que se pierde que aquello que lo asombra y lo sorprende, pero la ignorancia lo ha acostumbrado a negar a pesar de las evidencias que le prodiga el sentido común...
hoy mismo, la violencia de los géneros se ha vuelto costumbre... las agresiones van y vienen... agresiones de toda índole... y las personas están sacrificando sus dignidades a cambio de individualismos insostenibles... nadie cede, por consiguiente, todos mueren... y las razones se han vuelto supremas tanto como despreciativas, coincidiendo con las mediocridades que se imponen a partir del sálvese quien pueda... luego, nadie se salva y todos son víctimas...
sembrar dignidad...
sembrar comprensión...
aprender a ir por delante de los problemas...
comprender los imprevistos...
argumentar con fundamentos y no con justificaciones injustificables...
desarrollar convicciones...
crear para ser...
ser para crear...
dejar huella con relieve propio...
distinguir la sombra...
enaltecer el aura...
reconocer al ángel de la guarda...
priorizar la consciencia y sus voces...
saber que el otro... siempre es parte de un "nosotros"...
saber que el tren que se va... nunca regresará...
FEBRERO 01, 2014.-
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