miércoles, 5 de febrero de 2014

LA VIDA ES LETRA ▲ Carmen Amoraga: «Escribir es mágico y terapéutico. También para quien lo lee» - ABC.es

Carmen Amoraga: «Escribir es mágico y terapéutico. También para quien lo lee» - ABC.es



Carmen Amoraga: «Escribir es mágico y terapéutico. También para quien lo lee»

Día 05/02/2014 -


Escritora y periodista, acaba de ganar el premio Nadal con 

su novela «La vida era eso», un viaje a través del duelo y 

el dolor cuando la protagonista pierde a su marido



Carmen Amoraga: «Escribir es mágico y terapéutico. También para quien lo lee»

IGNACIO GIL




Ayer se celebraba el Día Mundial contra el Cáncer y también eldécimo aniversario de la creación de Facebook. Dos temas que en apariencia no guardan ninguna interconexión entre ellos, pero que vertebran la última novela de Carmen Amoraga (Picanya, Valencia, 1969), «La vida era eso» (Destino), ganadora hace unas semanas de la 70 edición del premio Nadal y cuya gira promocional tiene lugar estos días.
«Ha sido casual», reconoce la escritora y periodista, que ya aglutina en su curriculum numerosos reconocimientos (el premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla, por su primera novela «Para que nada se pierda»; el premio de la crítica valenciana, por «La larga noche»; fue finalista del Nadal, en 2007 por «Algo tan parecido al amor»; y también del Planeta, en 2010, con «El tiempo mientras tanto»).

Entre el periodismo y la literatura

Carmen Amoraga: «Escribir es mágico y terapéutico. También para quien lo lee»
Portada del libro
«Mi objetivo es escribir lo mejor posible -afirma-. Presentarme a premios siempre ha tenido que ver con el impulso que yo he querido dar a mi carrera». Amoraga se refiere a las dificultades que encuentra un escritor cuando no procede del entorno literario -«en mi familia no había nadie que se hubiera dedicado a la literatura. Mis padres tenían un bar- y me parecía imposible publicar un libro». Eso la empujó, en un principio, a dedicarse al periodismo «pues era lo más fácil para que lo que yo escribiera fuera leído, y lo más parecido a ser escritora», bromea.
Después optó por presentarse a los premios literarios, una ventana que le ha permitido llegar de una manera más directa a los editores «y que leyeran mis novelas. Porque si los mandas directamente a las editoriales es muy difícil que suceda eso, porque tienen mucho que leer y el día pocas horas», bromea. Su última novela es una combinación de esas dos facetas: periodismo -«es muy actual y muy inmediato- y de literatura.

Inspirada en hechos reales

«La vida era eso» es una historia/crónica inspirada en hechos reales. Una historia tomada prestada de la madre de una compañera de colegio de su hija, Viviana, cuyo marido «sufría una enfermedad rápida». Gran aficionado a Facebook, y ante la imposibilidad de escribir él mismom, le dictaba los post a su esposa, que ella transcribía. Después de su fallecimiento, Viviana decidió abrir su propio perfil y volcar en él sus pensamientos y sentimientos sobre el doloroso proceso del duelo tras la pérdida de un ser querido.
«Tras leer los post yo intuí que ahí detrás había una novela que yo quería escribir». Después de pedirle permiso a Viviana, Amoraga construyó un relato donde la parte real son aquellos post -de ella y de él-, transcritos literalmente pero firmados por los personajes ficticios -Giuliana y William-. «Para mí esos mensajes escritos por ella tenían un efecto terapéutico, que yo comparto. Contar lo que te pasa, te hace la vida mejor». Una comunicación que no siempre le resulta fácil a la protagonista. «Para ella Facebook será una herramienta que le dé un poquito de alivio, y cuando algo te duele mucho, eso importante».
Amoraga, matiza, que no ve en esta red social una tabla de salvación para personas introvertidas o solitarias (como ha dibujado a Giuliana, «que no tiene nada que ver con Viviana»). «El mundo virtual es un complemento de la vida real, que cada uno utiliza según su forma de ser. Y el nivel de protección en Facebook debe ser el mismo que tienes en la calle. Es una herramienta prodigiosa, no es un instrumento del diáblo», enfatiza.

La superación de la pérdida

Redes sociales al margen, los verdaderos temas de la novela son el proceso de duelo tras la muerte de un ser querido, el sentimiento de pérdida «y la superación de esa pérdida», explica Amoraga, que califica su novela de «vitalista, porque parte de una muerte pero literariamente, y en general, solo reaccionamos cuando algo nos sacude mucho. A partir de la muerte, que sucede en la primera página, todo es un proceso de reconstrucción y de aprendizaje. El que hace Giuliana,aprendiendo a perder para aprender a vivir. Es una novela llena de vida y llena de esperanza».
En la novela, se recrimina a Giuliana su poca afición por la lectura. ¿La escritura y la lectura nos salvan, nos ayudan a vivir mejor? «Mientras estás escribiendo no estás en tu mundo, un mundo que a veces es un lugar muy hostil. Y eso es una gran salvación, aunque sea por unos momentos».
Sobre algunos escritores que han elegido la literatura su batalla contra una enfermedad, como acaba de anunciar Henning Mankell, o antes han hecho Christopher Hitchens y Susan Sontag, considera que «es una forma de ayudarse a uno mismo, aunque no te dediques de manera profesional a la literatura. Si tu escribes es porque te hace sentir mejor. Escribir es mágico y terapéutico para el que escribe y para el que lee lo que tu has escrito».
¿Le ha gustado el libro a Viviana? «No lo ha podido leer, pues la primera parte es la que más se identifica con lo que pasó -explica Amoraga-. Me ha dicho que lo hará». Es demasiado pronto, pues la semana pasada se cumplieron dos años de la muerte de su marido.


el dispensador dice:
escribes tu vida antes de vivirla,
transitas tu escrito antes de respirarla,
observas el árbol del que estarás colgado,
eres raíz de allá, o de cualquier otro lado...

escribir tu vida te hace revelado,
puedes ver más allá,
a pesar de estar nublado,
puede trascenderte sin haber estado,
puedes regresar sin siquiera haberte quedado,
la imaginación sostiene,
aquello omitido,
incluso lo negado,
cualquier cosa que se haya olvidado,
porque siempre hay un testimonio que está esperando,
más allá de la vida,
mientras la vas cruzando...

escribes un esquela,
tal vez una carta,
siempre hay un mensaje,
que en la corriente nada,
siempre hay alguien que espera,
recibir algo,
una palabra te puede hacer sentir a salvo,
mucho más cuando es letra escrita,
se siente en alma... aquello que se recita...
sientes que la distancia siempre invita,
a cruzar labios que no se citan,
el espacio no existe cuando se mira,
las cosas son más allá de lo que vibran...

y de repente descubres,
que eres letra,
que alguien atiende,
aquello que te inquieta,
que son parecidas las experiencias,
que respirar la vida, 
es pura ciencia,
que necesitas de la voz de una consciencia,
para ser ti mismo revelado en esencia...

y escribes y escribes,
muchos esperan,
que llegue a sus playas alguna botella,
que haya un papel que anuncie la estrella,
que emerja el príncipe,
náufrago de sirenas,
que abrace el alma,
según lo esperas,
que se haga espíritu, 
más de la cuenta...

siempre es así, 
la inspiración te lleva, 
cada fuente se revela,
según su esencia,
a veces hay un espejo en cada letra,
las páginas viven,
mientras dan vuelta...
y cuando te quieres acordar,
eres parte del genio,
lo que has escrito,
ya no tiene dueño,
ha sido asumido por otro sueño,
ha sido traducido como paraíso o infierno...
¿lo has hallado en verano?,
¿o en algún invierno?,
finalmente no importa el momento,
cada vez que regresas,
tomando el libro,
descubres que el mensaje... te resulta eterno.
FEBRERO 05, 2014.-


No hay comentarios: