El choque de una roca en la Luna produce un destello como la estrella Polar
El objeto tenía una masa de unos 400 kilos y el impacto, el mayor observado en el Satélite, generó un cráter de unos 40 metros de diámetro
EL PAÍS Madrid 24 FEB 2014 - 15:09 CET
Una roca que chocó contra la Luna el pasado 11 de septiembre, produjo un destello casi tan brillante como la estrella polar. Fue observado por investigadores de la Universidad de Huelva y el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA, del CSIC), que lo anuncian ahora, tras los análisis realizados, en la revista científica Monthy Notices de la Royal Astronomical Society británica. El objeto tendría un diámetro de entre 0,6 y 1,4 metros, con una masa de unos 400 kilos, colisiono a 61.000 kilómetros por hora e hizo un nuevo cráter en el suelo lunar de 40 metros de diámetro. El destello duró ocho segundos, por lo que es “el más largo e intenso que se ha observado hasta ahora”, recalcan los investigadores.
“En ese momento fui consciente de que acababa de ser testigo de un acontecimiento extraordinario”, comenta José María Madiedo, de la Universidad de Huelva, que detectó la colisión. La detección, explica el IAA, se realizó gracias a los dos telescopios del proyecto Midas (siglas, en inglés, de Sistema de Detección y Análisis de Impactos en la Luna), desarrollado por Madiedo y José Luis Ortiz, del IAA.
La colisión se produjo en el Mar de las Nubes (Mare Nubium), una antigua cuenca lunar de lava solidificada de extensión similar a la de la península Ibérica, y la energía implicada en el choque fue equivalente a la detonación de unas 15 toneladas de TNT, por lo que los científicos estiman que fue al menos tres veces más potente que el mayor impacto detectado hasta ahora en la Luna, en marzo del año pasado.
“Estos impactos los producen, mayoritariamente, fragmentos de cometas y asteroides que giran alrededor del Sol y que, técnicamente, se conocen como meteoroides”, explican los expertos del IAA, que presenta la investigación con un vídeo de divulgación. “La Tierra posee una atmósfera protectora que evita que la mayoría de los meteoroides que impactan contra ella alcancen el suelo, pero la Luna carece de ese escudo y hasta los fragmentos más pequeños pueden chocar contra la superficie y producir cráteres”. El choque genera una súbita elevación de temperatura que da lugar al destello (normalmente de una fracción de segundo).
El estudio de impactos en la Luna permite calcular la frecuencia con la que colisionan estos objetos con la Tierra y la investigación de Madiedo y Ortiz concluye que los impactos de rocas de tamaño similar al de la última que ha impactado en la Luna podría ser diez veces superior a lo que muchos expertos venían estimando.
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