lunes, 31 de agosto de 2015

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La exploración de lo intangible

La brasileña Adriana Zehbrauskas fotografía las distintas búsquedas del ser humano



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Imagen tomada en Juazeiro do Norte (Brasil) como parte de la serie 'Fe'. / ADRIANA ZEHBRAUSKAS


Todas las religiones son una, titulaba William Blake uno de sus libros ilustrados. A igual conclusión ha llegado la fotógrafa Adriana Zehbrauskas (São Paulo, 1968) después de haber recorrido Brasil y México para retratar la relación entre lo terrenal y lo espiritual. "Lo único distinto es la deidad, la fe es la misma: no hay diferencia entre ninguna religión", deduce de su serie de fotografías Fe, que comenzó a finales de los noventa y que ha expuesto en México, Chile, Perú y Brasil (donde ahora se está editando en forma de libro). Esa relación "del ser humano con lo sagrado", explica al otro lado del teléfono, es una de las preocupaciones de una fotógrafa interesada en la "búsqueda del ser humano: la búsqueda que hacen los emigrantes, la búsqueda de la paz, de la seguridad, de la tranquilidad; esa lucha que la gente tiene que hacer en varios niveles, físicos y espirituales".
Una de las instantáneas que reflejan esa espiritualidad muestra a dos mujeres frotándole los pies a una estatua de Cristo ante la curiosa mirada (quizá más por la fotógrafa que por el ritual) de un niño. "Es en una iglesia de Juazeiro do Norte, en el Nordeste de Brasil", cuenta, "una ciudad de gran peregrinación a causa del padre Cícero, un cura católico que nació a mediados del siglo XIX. No está canonizado por la Iglesia de Roma, pero es visto como el santo patrón de toda la región Nordeste de Brasil. Dos veces al año hay peregrinaciones muy grandes, toda la gente va para allá porque cree que hace milagros", explica Zehbrauskas sobre un país en el que la religión "está tan presente en la vida de la gente como el fútbol".
En su serie de fotografías 'Fe', Zehbrauskas pretende “entender la fe como una cosa universal”

Lo que más llamó la atención de la fotógrafa fue "la sumisión" que para ella supone frotarle los pies a una figura. "En Brasil hay mucha tradición", aclara, "de tocar los pies de las estatuas que se consideran sagradas; la gente cree que así les pasan las bendiciones". Con todo, califica la fe brasileña como "más abierta" que la de México, donde la "religión católica es la dominante absoluta" y cuyos habitantes, en ese aspecto, "andan medio parados en el tiempo".
Zehbrauskas reside en México, donde prepara una serie fotográfica sobre la familia de uno de los 43 estudiantes asesinados de Guerrero(que presentará en septiembre, cuando se cumple un año de los acontecimientos). No da por concluida, sin embargo, su colección Fe. "Hice un trabajo más reciente sobre Tepito, un barrio de la Ciudad de México, y me llamó mucho la atención el aspecto religioso de ese lugar, que es donde está la santa Muerte, que se representa como un cadáver y atrae a todo tipo de personas aunque tampoco está aceptada por la Iglesia Católica. Es muy interesante como fenómeno y algo muy grande en la Ciudad de México", explica. Así, sigue añadiendo imágenes al álbum.
A pesar de la preponderancia del Cristianismo, su serie refleja también otras manifestaciones religiosas, como el Judaísmo, el Budismo y el Candomblé (un culto muy popular en Brasil). "Y justamente la idea era intentar entender qué hay detrás de eso, qué es lo que mueve a la gente, entender la fe como una cosa universal".
el dispensador dice: tal vez, sólo tal vez, entiendes los sentidos de la vida cuando te enfrentas a los valores de la muerte... de la ausencia... de la distancia entre el aquí y el allá, planos contiguos y cuasi paralelos, separados por la luz y sus ámbitos, y el espacio-tiempo y los propios... y asumes que carecer de cuerpo es bueno, porque te despegas de las cargas del dolor, de la frustración, de la mentira, de la traición, de la burla, o simplemente, de palabras que son pronunciadas sólo para herir los sentimientos del otro, denigrándolo...

la cultura humana anda rara... demasiado densa para mi gusto íntimo y personal... demasiado depreciada de valores y repleta de justificaciones injustificables y de explicaciones inexplicables... 

realmente la Tierra es un pasadizo de corto tránsito... los tiempos respirables no son más que una prueba donde el error puede volverse acertijo, y donde el acierto sólo se aprecia como beneficio...

he entendido la vida como una búsqueda... y cada vez que "he buscado", he descubierto e inmediatamente he encontrado... los bienes atan tanto como los bienestares y las comodidades... las monedas pesan en los bolsillos y más tarde en el alma, porque atrapan el espíritu y lo condenan a portar cargas que carecen de sentido, pesando cada día más según los argumentos que intentan convencer al ser humano de que "vivir implica padecer"... o bien, que "vivir implica destrozar al prójimo", produciendo un ejercicio perverso donde nadie gana (aún cuando crea hacerlo) y todos pierden (aún cuando no se den cuenta)...

todas las búsquedas hacen a la razón de vida de cada quién... siempre que ello no implique destruir al otro... no obstante ello, esta humanidad está atrapada en vacíos, desfiladeros, abismos y laberintos que semejan un infierno en la Tierra, sin calderos pero de factura hirviente, donde no sólo se cocinan los aires y las aguas y los vientos y los suelos, sino donde se cocinan los sentimientos y los sentidos habilitando a cada ser humano a negar las señales que recibe en vigilia y en sueño, a negar las evidencias de los "llamados" de su ángel y de su consciencia en plena vigilia, buscando siempre tomar la tangente para huir de algo que debería aceptarse con naturalidad...

tal vez, ello se produce porque esta etapa de la humanidad muestra a un ser humano conflictuado con su propio nacimiento, con su propio tiempo, con su propia vida, renegando de sus dones y también de sus talentos, permaneciendo condicionado por terceros que carecen de moral y de escrúpulos, que son tóxicos por ósmosis, que envenenan el aire que se respira con su sola presencia, sea por odio, sea por envidia, sea por cinismo o sea por soberbia... y ello deforma los sentidos de las búsquedas, arrasando con la consciencia y sus equilibrios siempre delicados...

el marketing ha deformado la realidad hasta consumirla... y al hacerlo se ha comido al consumidor exterminándole las búsquedas propias de cada razón de ser... esto ha beneficiado a pocos... y ha hecho graves daños a todos...

la base fundamental (la piedra fundamental) del humanismo necesario reside en la esperanza... en la Fé... en la necesidad de ser, apreciar, contemplar, observar, reverenciar en el silencio del pensamiento íntimo que descifra los sentidos de las propias circunstancias aportando valor a la memoria del karma... cuando ello no se produce, o bien, cuando ello no se sintoniza a la medida de cada quién... el ser humano se pierde en una maraña de intenciones que no alcanzan ningún hecho que agregue valor a los prójimos... y cuando ello sucede... el humano se vuelve un zombie de sí mismo. AGOSTO 31, 2015.-

POSDATA: no importa dónde te pierdes... importa dónde te encuentras.


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