Domingo 13 de mayo de 2012 | Publicado en edición impresa
Explorador
Visiones de altura
El museo en los cerros lleva a la fotografía a lo profundo del paisaje jujeño
Ubicado a 2700 metros, a unos 7 kilómetros de Tilcara, el Museo en los Cerros (Mec) hace de la fotografía un arte perfectamente compatible con la honda entidad del silencio norteño. "Este proyecto nace de la observación de la realidad, de ir cientos de veces al locutorio de Tilcara para trabajar y ver a los niños pasando el día entre las computadoras, algunos con inquietudes artísticas, viendo fotos -comenta el fotógrafo Lucio Boschi, impulsor del Mec-. Un museo de fotografía en el medio de la montaña, entre los pueblos originarios, hace unos años hubiera sido absurdo, pero hoy en día todo el mundo tiene una cámara a mano con los celulares y las computadoras. Entonces nos pareció una buena idea usar esta herramienta, hacer concursos de fotos tomadas con el celular, muestras e invitar a las escuelas."
"Lucio Boschi es una persona noble -escribe Marcos López- que se sirvió de los viajes y la fotografía para aprender de la gente simple, de la tierra, y luego dedicar el 50 por ciento exacto de su tiempo y energía para devolver a la gente, a la comunidad, lo que él cree que está a su alcance, lo que tiene ganas de dar."
El Mec está situado sobre la banda norte del río Huichairas y se puede acceder por auto, a pie o a caballo. En palabras de Boschi, es un espacio para aprender y compartir juntos, los locales, los turistas, todos nosotros.
MAS DATOS
www.museoenloscerros.com.ar ;info@lucioboschi.com.ar
el dispensador dice: ¿conoces pastos grandes?... ¿sabes dónde queda?... es un paraje de pocas casas... allá arriba, muy arriba, lejos de la civilización, más allá de donde dobla el viento... ¿conoces el alfarcito?... camino de Santa Rosa de Tastil... bien, esto es mucho más arriba... allí donde la altura no perdona a los apurados. Las gentes andan imbuidas de silencios necesarios... ¿para qué decir lo que no hace falta?... ¿para qué correr detrás de lo que nunca llegará?... ¿por qué hacer algo que dañará al prójimo?... pero claro, el sentido de tribu está sitiado a estos parajes aislados de cualquier civilización exterminadora de culturas. Sí, suelo perderme, y cada vez que lo hago me encuentro a mí mismo... más aún, encuentro que todavía hay gentes que hablan con sus miradas, sin mentirse y sin mentirte. Allí, en comarcas semejantes a una ShangriLa americana, andina de pura cepa, puedes hallar cosas y hechos impensados... revelando que nada es por casualidad, y que la causalidad es una geometría que excede largamente a la razón humana (si es que la hay). Mientras en las llanuras todo está en duda, todo se cuestiona, existe un conflicto de todos contra todos para poder defender un espacio que finalmente se perderá... allí en las alturas otra es la realidad... pobre de bienes, sí... enriquecidos de alma... tal vez sea porque la falta de oxígeno hace que las gentes anden lento y cuiden lo que respiran... tal vez sea porque allí, en lo alto, estás muy cerca de Dios, y si eres verdaderamente sensible... lo sientes. Allí, las pinturas no sólo tienen colores, también guardan vida... Mayo 13, 2012.-
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